Ciertamente, Venezuela vive unos días políticamente cambiantes,
convulsos, sorprendentes, asombrosos, preocupantes y nada alentadores
con la devaluación bestial que tenemos sobre nuestras cabezas. Somos
en éste momento, testigos de excepción en primera fila de los
acontecimientos, no pasan horas cuando ya tenemos las declaraciones aciagas de las hijas del Dictador recién fenecido,
o mini cadenas de radio y televisión de Maduro para informar nada
importante, dejando al desnudo sus deficiencias o tener que aguantar los
chillidos histéricos de los políticos rojos que quieren mandar como su
otrora jefe, imitando una mano dura que ni les sale,
porque lo hacen patéticamente, pero que ni se lo vamos a aguantar ni
permitir los ciudadanos venezolanos, es hora de protestar y protestar
hasta que los cimientos se rompan.
La revolución roja tan cacareada éstos 14 años comienza a derrumbarse
desde sus más íntimos cimientos, comenzó con las mentiras incongruentes
sobre la verdad de la salud del Presidente Chávez, que él mismo
permitió engañando a todos, tanto a venezolanos como a la comunidad
internacional y más a sus adeptos, continuando con retahílas de mentiras descaradas al mejor estilo burlesco
de querer convencer a la población de una verdad que se sabía a voces,
claro, tenían que seguir la mentira primaria que montó hábilmente el jefe mitómano cuando se lanzó a una bestial campaña estando tan deteriorado
de salud, no podían quebrar la fidelidad de quien les había dado de
comer, dejado robar, abusar y permitido realizar sus corruptelas dentro
de una cofradía celosa, impenetrable, en la cual se han tapado
exclusivamente entre ellos ayudados por los Castro.
¿Cómo podían sus acólitos más cercanos contradecir al Dictador? Era
imposible. Sencillamente tuvieron que seguir ésta mentira inmensa para
que los peones menores también creyeran que todo lo armado, era una
evidencia cierta, entonces en medio del fragor de la fantasía muchos se convencieron de la falacia adornada
con miles de destellos falsos, nadie quiso alzar su voz, nadie
contradijo a nadie para enfrentar la verdad que se sabía a voces, todos
colaboraron en masa para tapar tremenda mentira; el Presidente había
fallecido de una septicemia fulminante luego de diez días de agonía
después de la última operación. Muy poco es el porcentaje de ser
humano alguno que sobreviva a una infección de ésa magnitud, su ciclo es
rápido y el cuerpo colapsa inminentemente, ocurriendo la descompensación
de manera inmediata. Dice un dicho popular, la mentira tiene patas
cortas, no hay afirmación más cierta que contradiga una verdad tan
absoluta; un engaño, un enredo, una patraña, siempre
pugna por salir a la luz buscando que la verdad se imponga, no hay nada
tremendamente más cierto e irrefutable, nada más verdadero que la
revolución venezolana tiene sus bases demasiado resquebrajadas, las
cuales se tambalean peligrosamente y pronto harán implosión.
Cada uno de los funcionarios de Estado de Venezuela sostuvieron una
ficción que hoy les explota en la cara, se han llevado por delante sin
piedad, los sentimientos de más de la mitad de los votantes, los cuales
creyeron el argumento que Chávez estaba recuperado de salud y en
condiciones óptimas, personas creyentes, muchísimos de mentes débiles a quienes se les vendió el discurso más bufo de
toda la historia republicana de éste país y que firmemente creyeron que
tenían con él una esperanza. Los de la oposición, están preparados
para la derrota, para el engaño al que se les ha sometido por casi tres
lustros, han tratado por todos los medios de meter la cabeza de toro por
huequito disponible para seguir los caminos de la Democracia, pero los
han acosado, perseguido y difamado, más sin embargo, a
los seguidores rojos, siempre les ha allanado el camino, les han quitado
obstáculos, les han preparado el ente oficial (CNE) para que estuviera
arrodillado a los caprichos del Dictador y así obtener sus victorias.
Alarmante como lamentable, es ver al sucesor del Dictador, hablar sin
sentido sobre temas que ni domina ni está preparado para ello, a quién
se le dio un tremendo privilegio a capricho, no se sabe con qué
derecho hizo eso Chávez, dejarlo ungido casi con una sucesión como que
de un feudo se tratase, cercenando de raíz cualquier aspiración entre
los herederos del finado que podrían lanzarse a la Presidencia, ya que muchos tienen mejores credenciales que el advenedizo, pero más patético
es verlos sin siquiera atreverse a chistar porque detrás están las
órdenes férreas de los Castro, díganme si eso no es intervención y
actuación en connivencia? Lo veo como un concierto para delinquir
permitiendo que otro país esté dándonos órdenes como que de inválidos
mentales se tratase.
Mientras tanto, los jerarcas rojos que quedaron, se van
contradiciendo en sus declaraciones o equivocando en las informaciones
que deben dar o van fantaseando pequeñas presentaciones que parecieran sacadas de argumentos de los años cincuenta siempre ensalzadas, claro está, con insultos al candidato opositor o repeticiones de grandeza
infinita hacia el ‘cuasi Libertador’ que pasó a mejor vida.
Sencillamente, ya no saben cómo sostener el castillo de arena que se les
desmorona.
Autora: Prof. Rocío Chalco Vargas. Maracaibo, Venezuela
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