La agencia de calificación Fitch Ratings mantuvo el miércoles la
calificación soberana de Venezuela en "B+", con una perspectiva negativa
por las vulnerabilidades asociadas a su dependencia de los precios
internacionales de las materias primas y a decisiones políticas como las
recientes medidas cambiarias.
Además destacó que persisten
incertidumbres sobre la situación política y sobre las medidas adoptadas
durante la transición que siguió al fallecimiento del presidente Hugo
Chávez, en medio de un ambiente de campaña hacia las elecciones del 14
de abril de las que saldrá su sucesor.
"Ante la ausencia del
presidente Hugo Chávez, la figura central de la política y el proceso de
toma de decisiones en los últimos 14 años, el próximo Gobierno se
enfrentará al desafío de consolidar su posición y al mismo tiempo
rebalancear a la economía venezolana", añadió.
Fitch consideró
que un nuevo esquema cambiario en Venezuela -que incluyó una devaluación
y la creación de un sistema complementario de venta de divisas- puede
reducir la necesidad de emisión de deuda soberana, pero que
probablemente no mejorará la estabilidad macroeconómica.
El
pronóstico de la agencia es que la economía venezolana se desacelerará
tras el crecimiento del 5,5 por ciento del 2012, por un menor estímulo
fiscal, la devaluación, la alta inflación y cuellos de botella en el
suministro de moneda extranjera al sector privado.
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