Fuente: El Nuevo Herald
La oposición venezolana se dirige mansamente hacia una nueva emboscada
El ex embajador venezolano, Diego Arria, ha advertido sobre la trampa electoral preparada por el chavismo.
La oposición venezolana se dirige mansamente hacia una nueva emboscada, al competir en unas elecciones presidenciales previstas para el próximo mes sin contar con las condiciones mínimas necesarias para garantizar la transparencia del proceso, advirtió el jueves el ex embajador de ese país ante las Naciones Unidas, Diego Arria.
El otrora candidato presidencial dijo que la oposición parece estar repitiendo los errores que condujeron a la derrota en las urnas del pasado 7 de octubre, al no exigir la ejecución de los cambios requeridos dentro del sistema electoral como condición previa para su participación en los próximos comicios.
Según Arria, el actual sistema electoral fue diseñado -y es actualmente administrado- para mantener al chavismo fraudulentamente en el poder.
Arria, quien habló con El Nuevo Herald en una entrevista telefónica, dijo que la oposición está al tanto de la falta de garantías del sistema controlado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), hecho que quedó resumido en un informe elaborado después de la derrota de octubre.
No obstante, ninguna de las fallas delineadas en el informe elaborado por técnicos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) están siendo corregidas, advirtió Arria, quien encabeza el movimiento opositor denominado Junta Patriótica.
“El informe de los técnicos dice que el proceso electoral está viciado y que, por no haberlo enfrentado, tuvo consecuencias fatales”, dijo Arria en referencia a la elección del año pasado, en la que un enfermo presidente Hugo Chávez derrotó al candidato único de la oposición, el gobernador del estado Miranda Henrique Capriles.
“¿Qué es lo que ha cambiado en el proceso electoral que nos indica a nosotros que esta vez podemos tener otro resultado distinto?”, se preguntó el diplomático.
Capriles, quien repite como abanderado de la oposición, deberá medirse nuevamente contra el chavismo en las elecciones presidenciales del 14 de abril. Esta vez, contra el “presidente encargado” Nicolás Maduro, quien fue designado por Chávez como su heredero.
Pero la elección, convocada con apenas cinco semanas de antelación, será realizada sin que la oposición haya hecho frente a una larga lista de instrumentos instaurados por el gobierno dentro del sistema electoral, que según Arria les permite ejecutar lo que describe como un “fraude en cámara lenta”.
Entre los reclamos formulados por la oposición se encuentra la necesidad de depurar el Registro Electoral Permanente, que según estudios de algunas de las principales universidades del país está abultado en cerca de dos millones de electores, el uso de un sistema electrónico que en teoría es manipulable, y la utilización de máquinas para captar las huellas del elector, lo que según la oposición es un instrumento para intimidar al votante.
A esto se suma el hecho de que el CNE, entidad encargada de organizar las elecciones en el país, está conformado mayoritariamente por personas vinculadas con el chavismo, incluyendo cuatro de sus cinco rectores, quienes militan dentro del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Y uno de los principales puntos de preocupación para Arria consiste en las recientes declaraciones del ministro de la Defensa de Venezuela, el almirante Diego Molero, en las que expresó claramente que no es un agente imparcial en el proceso.
El máximo representante de las Fuerzas Armadas hizo un llamado a la población venezolana la semana pasada para que votara a favor de Maduro y de esa manera “darle en la madre a toda esa gente fascista de este país”.
“Eso para mí, por sí solo, condena el proceso electoral”, expresó Arria.
“Es inconcebible que el máximo representante de las Fuerzas Armadas -que tiene la responsabilidad de cuidar los centros electorales, tomar las máquinas bajo su custodia, y luego tiene que tomar bajo su custodia las boletas electorales- tiene a un vocero que dice que ‘vamos a darle en la madre a estos fascistas’”, agregó.
Por otro lado, Arria señaló que el turbio manejo electoral del gobierno comenzó incluso hace varios meses con la manipulación de la enfermedad de Chávez.
El diplomático describió lo que consideró como una gran farsa ya que por un lado el oficialismo emprendió una gran campaña mediática para convencer al país de que Chávez regresaría para asumir su nuevo mandato presidencial mientras que simultáneamente hacia preparativos para una nueva elección.
“Estos tipos traicionaron al país, engañaron a los venezolanos, con una farsa que duró meses, porque ellos sabían que el presidente atravesaba por una enfermedad terminal, cuyo desenlace ellos sabían que sería fatal”, declaró Arria.
“Los únicos que sabían el verdadero estado de salud de Chávez eran los cubanos, y un par de jerarcas venezolanos. Programaron perfectamente el momento en que anunciarían muerte de Chávez para tener todo listo para unas elecciones que vendría solo 30 días después”, dijo.
El ex embajador venezolano, Diego Arria, ha advertido sobre la trampa electoral preparada por el chavismo.
La oposición venezolana se dirige mansamente hacia una nueva emboscada, al competir en unas elecciones presidenciales previstas para el próximo mes sin contar con las condiciones mínimas necesarias para garantizar la transparencia del proceso, advirtió el jueves el ex embajador de ese país ante las Naciones Unidas, Diego Arria.
El otrora candidato presidencial dijo que la oposición parece estar repitiendo los errores que condujeron a la derrota en las urnas del pasado 7 de octubre, al no exigir la ejecución de los cambios requeridos dentro del sistema electoral como condición previa para su participación en los próximos comicios.
Según Arria, el actual sistema electoral fue diseñado -y es actualmente administrado- para mantener al chavismo fraudulentamente en el poder.
Arria, quien habló con El Nuevo Herald en una entrevista telefónica, dijo que la oposición está al tanto de la falta de garantías del sistema controlado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), hecho que quedó resumido en un informe elaborado después de la derrota de octubre.
No obstante, ninguna de las fallas delineadas en el informe elaborado por técnicos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) están siendo corregidas, advirtió Arria, quien encabeza el movimiento opositor denominado Junta Patriótica.
“El informe de los técnicos dice que el proceso electoral está viciado y que, por no haberlo enfrentado, tuvo consecuencias fatales”, dijo Arria en referencia a la elección del año pasado, en la que un enfermo presidente Hugo Chávez derrotó al candidato único de la oposición, el gobernador del estado Miranda Henrique Capriles.
“¿Qué es lo que ha cambiado en el proceso electoral que nos indica a nosotros que esta vez podemos tener otro resultado distinto?”, se preguntó el diplomático.
Capriles, quien repite como abanderado de la oposición, deberá medirse nuevamente contra el chavismo en las elecciones presidenciales del 14 de abril. Esta vez, contra el “presidente encargado” Nicolás Maduro, quien fue designado por Chávez como su heredero.
Pero la elección, convocada con apenas cinco semanas de antelación, será realizada sin que la oposición haya hecho frente a una larga lista de instrumentos instaurados por el gobierno dentro del sistema electoral, que según Arria les permite ejecutar lo que describe como un “fraude en cámara lenta”.
Entre los reclamos formulados por la oposición se encuentra la necesidad de depurar el Registro Electoral Permanente, que según estudios de algunas de las principales universidades del país está abultado en cerca de dos millones de electores, el uso de un sistema electrónico que en teoría es manipulable, y la utilización de máquinas para captar las huellas del elector, lo que según la oposición es un instrumento para intimidar al votante.
A esto se suma el hecho de que el CNE, entidad encargada de organizar las elecciones en el país, está conformado mayoritariamente por personas vinculadas con el chavismo, incluyendo cuatro de sus cinco rectores, quienes militan dentro del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Y uno de los principales puntos de preocupación para Arria consiste en las recientes declaraciones del ministro de la Defensa de Venezuela, el almirante Diego Molero, en las que expresó claramente que no es un agente imparcial en el proceso.
El máximo representante de las Fuerzas Armadas hizo un llamado a la población venezolana la semana pasada para que votara a favor de Maduro y de esa manera “darle en la madre a toda esa gente fascista de este país”.
“Eso para mí, por sí solo, condena el proceso electoral”, expresó Arria.
“Es inconcebible que el máximo representante de las Fuerzas Armadas -que tiene la responsabilidad de cuidar los centros electorales, tomar las máquinas bajo su custodia, y luego tiene que tomar bajo su custodia las boletas electorales- tiene a un vocero que dice que ‘vamos a darle en la madre a estos fascistas’”, agregó.
Por otro lado, Arria señaló que el turbio manejo electoral del gobierno comenzó incluso hace varios meses con la manipulación de la enfermedad de Chávez.
El diplomático describió lo que consideró como una gran farsa ya que por un lado el oficialismo emprendió una gran campaña mediática para convencer al país de que Chávez regresaría para asumir su nuevo mandato presidencial mientras que simultáneamente hacia preparativos para una nueva elección.
“Estos tipos traicionaron al país, engañaron a los venezolanos, con una farsa que duró meses, porque ellos sabían que el presidente atravesaba por una enfermedad terminal, cuyo desenlace ellos sabían que sería fatal”, declaró Arria.
“Los únicos que sabían el verdadero estado de salud de Chávez eran los cubanos, y un par de jerarcas venezolanos. Programaron perfectamente el momento en que anunciarían muerte de Chávez para tener todo listo para unas elecciones que vendría solo 30 días después”, dijo.
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