Para el cardenal venezolano la elección
de un representante latinoamericano como autoridad de la Iglesia
representaría una gran alegría aunque señaló que eso hay que “dejárselo a Dios”.
En esta ocasión uno de los 19 cardenales latinoamericanos pudiera convertirse en el nuevo papa.
Destacó que el mundo ha manifestado una reacción de “admiración” por Benedicto XVI y resaltó cómo ha defendido la importancia de la familia en la sociedad.
Reiteró que el papa renunció a su
pontificado por el ritmo de trabajo. “No es que está enfermo de algo, no
es que tenga cáncer. Es un hombre anciano que está sometido a un
trabajo agotador. Ya él va para 86 años. El mismo dijo que está cansado”.
Urosa confesó que se “moriría del susto” si le tocara suceder a Benedicto XVI como Obispo de Roma. “Es un cargo que requiere entrega total. No cualquiera puede llegar a ser papa”.
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