9 Diciembre, 2012
CABALLO LOCO.- El 16 de octubre de 2011 el doctor Rafael Navarrete
aseguró que el cáncer del presidente Chávez era de mal pronóstico.
“Nosotros pensamos que el pronóstico del presidente Chávez no es bueno. Y cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la expectativa de vida puede ser de hasta dos años”, señaló en ese momento.
A continuación la nota del doctor Rafael Navarrete:
ND.- El presidente Hugo Chávez “pasó de problemas de triglicéridos y
colesterol hace 20 años a una bipolaridad en tratamiento desde hace una
década, y de ahí al agresivo tumor en la pelvis que exige
quimioterapia y es de muy mal pronóstico”. Al menos así lo publica la
revista M Semanal, que recogió declaraciones de Salvador Navarrete,
quien integró un equipo de galenos venezolanos en el Palacio de
Miraflores.
“Nosotros pensamos que el pronóstico del presidente Chávez no es
bueno. Y cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la
expectativa de vida puede ser de hasta dos años”, señaló.
Según la información que maneja el cirujano, el Jefe de Estado “tiene
un tumor de la pelvis que se llama sarcoma. Esos son tumores
retro-peritonales, del suelo de la pelvis”.
“La información que yo tengo de la familia es que él tiene un
sarcoma, un tumor muy agresivo de muy mal pronóstico y estoy casi
seguro que esa es la realidad. Por eso le están aplicando una
quimioterapia tan agresiva”, explicó.
A continuación el trabajo de M Semanal:
El cáncer que padece el presidente Hugo Chávez ha conmocionado a
Venezuela y a los aliados del mandatario. El médico que integró un
equipo de galenos venezolanos en el Palacio de Miraflores para cuidar
la salud del Presidente, antes de que éste confiara su vida sólo a
médicos cubanos, aceptó conversar sobre el tema con M Semanal. El
cirujano Salvador Navarrete Aulestia traza en esta entrevista el perfil
del paciente Hugo Rafael Chávez Frías, y su diagnóstico no es bueno:
el Presidente sufre de un agresivo tumor maligno de origen muscular
alojado en la pelvis. La expectativa de vida en esos casos puede ser de
hasta dos años.
Entre firmes secretos, varios presidentes latinoamericanos han
padecido en los últimos años un deterioro en su salud durante el
ejercicio del poder: Fidel Castro heredó su sillón presidencial a su
hermano Raúl en Cuba cuando estuvo al borde de la muerte en 2006;
Néstor Kirchner enfermó siendo presidente y murió el año pasado, y su
viuda Cristina muestra cuadros depresivos al frente de Argentina; el
presidente paraguayo, Fernando Lugo, tiene cáncer; el uruguayo Pepe
Mujica, de 76 años, ha dicho que sufre de estrés; el presidente
Mauricio Funes no oculta su gran afición por el tabaco, mientras que la
presidenta brasileña Dilma Rousseff se recupera de un cáncer
linfático; Vicente Fox fue operado de la columna en pleno mandato y el
ex presidente peruano Alejandro Toledo padece alcoholismo.
Haber cuidado la salud del presidente no es el único mérito del
cirujano Salvador Navarrete, especialista en laparoscopía formado en
Venezuela, Francia, Estados Unidos y Cuba. Ha publicado una treintena
de trabajos y videos científicos, y obtenido una serie de galardones;
entre ellos el premio Sociedad Venezolana de Cirugía, el premio
Cipriano Jiménez Macías y el premio Ricardo Baquero González, en
diversas ediciones del Congreso Venezolano de Cirugía. Este es su
testimonio.
VFG: ¿Cuál es el perfil de Hugo Chávez Frías como paciente de un médico de la Presidencia?
SN: El presidente Chávez es un hombre que ha sido tratado en el
pasado por una enfermedad de tipo maníaco-depresiva conocida por sus
biógrafos y por los médicos que lo hemos atendido. Este padecimiento ha
sido manejado antes por un grupo de siquiatras, encabezados por el
médico Edmundo Chirinos, quien ha sido condenado en 2010 a 20 años de
cárcel por el asesinato de una paciente en 2008. Ese tratamiento médico
mantiene al Presidente compensado en sus manifestaciones de estados
mentales inestables que pasan de la euforia a la tristeza, estados en
los que la personalidad se disocia y llega a tener episodios de pérdida
de contacto con la realidad. Es una enfermedad muy frecuente en el
mundo de hoy, calificada como trastorno bipolar. El presidente Chávez
oscila entre estos polos, con más tendencia a la euforia, a la
hiperactividad y a la manía.
VFG: ¿Cuándo fue su primer encuentro con el presidente Chávez como paciente?
SN: Yo lo tuve como paciente en el Palacio de Miraflores en marzo de
2002, en vísperas del golpe de Estado en su contra, porque él estaba
muy angustiado. El ministro de la Secretaría de la Presidencia, Rafael
Vargas, quien vivía en la residencia presidencial, nos pidió crear un
reducido círculo de médicos venezolanos de confianza para tratar los
padecimientos del Presidente, sometido a una intensa presión y desgaste
físico.
VFG: ¿Cómo era el trabajo de ese equipo médico con la misión de atender a un Presidente en la mayor crisis política venezolana de la última década?
SN: Fue una experiencia muy intensa. Nos hizo miembros del personal
de la mayor confianza adscritos al Palacio de Miraflores. Éramos tres
médicos venezolanos, un cardiólogo, un gastroenterólogo y este servidor
como cirujano del equipo. De los tres yo era el único con militancia
política, como miembro de la Dirección Nacional Ampliada del Movimiento
Quinta República (MVR), fundado por el presidente Chávez, como parte de
la Dirección de Formación Ideológica, que fue un gran partido hasta su
conversión en 2007 como núcleo del Partido Socialista Unificado de
Venezuela (PSUV).
LA DESCONFIANZA
VFG: ¿Cuál fue la experiencia de ese grupo de médicos venezolanos ante un paciente en el poder bajo acoso permanente?
SN: Nosotros tres fuimos a evaluar al Presidente en varias
oportunidades. En aquella ocasión, hace menos de 10 años, había que
hacerle una endoscopia superior e inferior (introducción de una cámara
por la boca y por el ano). Por esa razón llegamos todos para protegerlo,
para que ese padecimiento no evolucionara, pero él no se dejó
examinar. Hoy en día, que se ha descubierto el cáncer que padece, el
Presidente dice en público que se arrepiente de su soberbia ante las
recomendaciones médicas.
VFG: ¿Se trata entonces de un paciente renuente y escéptico?
SN: El Presidente es muy desconfiado, muy, muy desconfiado. Él
pensaba que no se iba a enfermar nunca. En una de esas ocasiones, él y
yo tuvimos una discusión importante, cuando le reclamé la falta de
responsabilidad política por no dejarse atender de sus males y por no
dejarnos hacer nuestro trabajo médico de preservar su salud.
VFG: ¿Hubo consecuencias?
SN: El Presidente nunca se enemistó conmigo. Ese episodio quedó allí,
en el vacío, y se diluyó aún más con las posteriores tribulaciones del
golpe de Estado. Desde entonces descubrí muchas cosas en el entorno
del poder y abandoné la militancia política, pasé a los “cuarteles de
invierno” como asesor el gobierno en el área de Salud; pero no me retiré
completamente. Dos años después, el entonces ministro de Salud,
Francisco Armada, me nombró su representante ministerial en la dirección
del Hospital Universitario de Caracas, cargo que mantuve hasta julio
de este año cuando, felizmente, después de haber renunciado dos veces,
la ministra actual, que fue alumna mía, Eugenia Sader, aceptó mi retiró
de un cargo que ocupé desde 2005 hasta julio de 2011, con una carta
muy bonita de agradecimiento. Era un cargo público honorario muy
interesante que me mantuvo activo en la dirección hospitalaria, no
obstante que pasaron tres ministros ex militares no muy transparentes.
Ahora me dedico plenamente a la actividad médica y académica.
HISTORIA CLÍNICA PRESIDENCIAL
VFG: ¿Qué tipo de persona resultó ser el Presidente en las auscultaciones médicas que se dejó hacer en aquella ocasión?
SN: Es un hombre muy, muy limpio, es notable que incluso se hace
cuidar las uñas de las manos y los pies, eso es una cosa que llama
muchísimo la atención en él, un militar. El Presidente tiene muy buena
presencia y un magnetismo muy particular. Es un hombre que cuida
muchísimo su aspecto personal, que siempre está arreglado, que no huele
mal, pulcro, que se preocupa por estar físicamente en forma. Es un
hombre de poder interesante, poco dado a la lectura sistemática, lee
fragmentos que trata de atar en su imaginario ideológico, que puede
oscilar de un bando a otro.
VFG: ¿Cuál fue la adicción más notable registrada en su expediente?
SN: Es un hombre que toma mucho café, muchísimo, consume un
incontable número de tazas de café al día. Fuma en situaciones de
tensión o por placer, en privado, nunca en público. Trabaja hasta altas
horas de la noche todos los días, es noctámbulo, y hace que sus
ministros trabajen a su mismo ritmo. Se levanta a las seis y media o
siete de la mañana, con un promedio de sueño de unas tres o cuatro
horas diarias, no más de eso, y duerme muy poco. Es un hombre fuerte,
aunque ahora esté deforme por los efectos de la quimioterapia.
VFG: ¿Qué registros tiene la historia previa de la hoja clínica presidencial?
SN: No tiene operaciones ni antecedentes de cirugía. Tiene un
antecedente de trastorno metabólico, llamada dislipidemia, es decir,
colesterol y triglicéridos altos. Para aquel momento no se lo estaba
tratando, manifestaba tendencia a la tensión arterial alta; pero no era
hipertenso, apenas con unos cinco o seis kilos de más, con unos 82
kilos, no como ahora. Es hombre alto y fuerte, con 1.79, 1.80 de
estatura.
VFG: ¿Cómo saltó ese paciente una década después a un cuadro clínico de un cáncer?
SN: El Presidente decidió cambiar de rumbo radicalmente meses después
del golpe de Estado en su contra. Abandonó a todos los médicos
venezolanos y se puso absolutamente en manos de los médicos cubanos.
Hace un mes nos reunimos con gente muy cercana al Presidente y les dije
lo mismo que le dije a él una vez en Miraflores, cuando fue mi
paciente: que no hay conciencia del impacto político nacional del tema
de la salud de Presidente. La respuesta de estas personas de su entorno
fue la misma: que a él no se le puede decir nada sobre su salud, que
no le hace caso a nadie, mucho menos a los venezolanos.
VFG: Hay mucha especulación sobre el tipo de cáncer que aqueja al Presidente, ni él mismo ni nadie lo ha dicho.
SN: Voy a ofrecer la información que tengo sobre esa base que usted
me propone. El presidente Chávez tiene un tumor de la pelvis que se
llama sarcoma. Esos son tumores retro-peritonales, del suelo de la
pelvis. Desde el punto de vista embriológico pueden ser de tres tipos:
del mesodermo, del ectodermo o del endodermo. La información que yo
tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo
de muy mal pronóstico y estoy casi seguro que esa es la realidad. Por
eso le están aplicando una quimioterapia tan agresiva, porque si fuera
un cáncer de próstata, le pones hormonas y ya, ni te das cuenta que
está tomando tratamiento.
VFG: ¿Está descartado entonces un tumor de próstata?
SN: No es un tumor de próstata. Es un tumor que está muy cerca de la
próstata y que probablemente invadiendo su vejiga. O es un tumor que se
origina en la vejiga y que está invadiendo la pelvis. En todo caso, es
un tumor que se origina en la parte de abajo de la pelvis, que es
considerada la región anatómica que está dentro de las caderas. Atrás de
esa región están los músculos psoas ilíacos, que es el músculo que,
insertándose en la columna lumbar, levanta el fémur hacia arriba. Es el
músculo que permite levantar la rodilla estando sentado. Por eso
pensamos que el tumor es de naturaleza muscular, que está alojado y
originado allí; lo digo porque, antes de ser sometido a la intervención
quirúrgica para extraer el tumor maligno del tamaño de una pelota de
beisbol, el Presidente resintió un problema en la rodilla: un dolor
referido. Por eso estamos casi seguros de que se trata de ese tipo de
cáncer. Esa es un información que por el natural interés público la
hemos ido integrando, construyendo poco a poco. Soy el cirujano de la
familia y me reuní con otro de sus médicos (de la familia), compartimos
la información disponible y coincidimos plenamente en este diagnóstico
que estoy haciendo.
VFG: La pregunta inevitable que todo el mundo se hace es: ¿cuál es el
rango de la expectativa de vida con el cuadro similar al del
presidente Chávez?
SN: Nosotros pensamos que el pronóstico del presidente Chávez no es
bueno. Y cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la
expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la
decisión de adelantar las elecciones.
ENFERMEDADES DEL PODER
VFG: ¿Un presidente enfermo es el resultado de dos décadas de estrés,
desde el golpe de Estado que dio en 1992 hasta los 12 años que lleva
en el poder?
SN: Los hombres en el poder son individuos que se creen poseídos por
una fuerza sobrenatural. Para aspirar a la Presidencia de un país debes
tener una condición emocional diferente a la mayoría de la gente,
porque debes tener mucha ambición y mucho fuelle para poder quitarte
tanta gente del camino y poder llegar a la toma del poder y
preservarlo. Eso configura un estado psíquico y emocional muy
particular. Tener los cojones para aspirar a dirigir un país de 50
millones de habitantes, o 30 o 20 millones, requiere de algo más que
voluntad.
VFG: ¿Usted conoce a la familia del Presidente porque los ha operado
como cirujano, hay una tendencia común a ciertas enfermedades?
SN: Ellos tienden a tener enfermedades vasculares por parte de los
Chávez, de la rama paterna. Él sufrió un accidente cerebro-vascular. Y
por parte de la madre, de los Frías, tienen la tendencia a tener
tumores.
Operé a su madre de un tumor benigno del cuello en 1999, junto
con otro colega médico de la familia que aún frecuento. Y ahora es una
mujer muy sana y muy fuerte. Pero el presidente Chávez era un hombre
sano cuando lo examiné en el marco que llevó al golpe de Estado de 2002.
Sólo padecía un problema con elevado colesterol y elevados
triglicéridos, y un problema mental de conducta bipolar bajo
tratamiento. Esa enfermedad alguien de la familia la debe tener, una
antecesor, porque definitivamente el presidente Chávez la tiene, pero no
sabemos de quién la heredó.
VFG: ¿Son cubanos también los médicos de la familia del Presidente?
SN: No, los médicos de la familia somos nosotros.
VFG: ¿Y por qué los cubanos y no los venezolanos ocupan ese lugar, se volvió desconfiado el Presidente?
SN: Absolutamente, el presidente Chávez no confía en nadie ahorita.
VFG: ¿En nadie?
SN: En nadie. En Venezuela el presidente Chávez no confía en nadie,
sólo en los cubanos. De hecho, en el Hospital Militar hay actualmente
un piso preparado por si le pasa algo al Presidente y todo el personal
es absolutamente cubano. Ni siquiera los camilleros son venezolanos.
VFG: ¿Eso explica la versión imprecisa publicada por el Miami Herald
sobre la hospitalización del presidente Chávez hace un par de semanas?
SN: Con certeza puedo decir que entre el domingo 25 y el lunes 26 de
septiembre lo dializaron porque el riñón no estaba filtrando bien los
medicamentos y él estaba sufriendo. El lunes, colegas médicos tuvieron
que sacar una máquina de diálisis del Hospital Militar de Caracas hacia
el Palacio de Miraflores.
VG: Fue en su habitación del Palacio de Miraflores donde usted lo
auscultó alguna vez. ¿Cómo es esa intimidad del Presidente de Venezuela?
SN: Es una habitación muy sencilla y ordenada, como es él. Con una
biblioteca muy pequeña, con las lecturas que elige para el momento, todo
muy pulcro; debo insistir en que es una persona muy meticulosa y
limpia, ordenada, austera, así es él.
VFG: ¿Cuál es el escenario con Chávez enfermo en 2012?
SN: Ese escenario tiene dos opciones: uno con Chávez candidato y otro
sin él. El Presidente puede morir y los militares tendrán que tomar el
poder por un tiempo; o, si su enfermedad le impide ir como candidato,
el oficialismo perdería las elecciones. Si llega en condiciones de
salud aceptables para una campaña electoral, según información
reciente, tiene más de 55 por ciento de aceptación en popularidad, pero
como candidato Chávez registra 35 puntos, un candidato independiente
que aún no tiene nombre recibiría el mismo 35 por ciento y el candidato
opositor sólo 22 puntos. Esas son las consecuencias de la enfermedad
del Presidente.
Salvador Navarrete, médico cirujano
Médico cirujano, especialista en cirugía bariátrica y metabólica,
egresado de la Facultad de Medicina, Escuela Luis Razetti, Universidad
Central de Venezuela, en 1981. Posgrado realizado en el Hospital
Universitario de Caracas, donde obtuvo el título de Especialista en
Cirugía General.
Realizó su entrenamiento en Francia, Estados Unidos y Cuba,
especializándose en cirugía laporoscópica. Asimismo, fue visitante
asistente de la Unidad de Laparoscopia dirigida por el prestigioso
doctor Moisés Jacobs en el Baptist Hospital de Miami.
Como especialista en cirugía de la obesidad, cuenta con una extensa
participación como panelista y expositor en congresos y jornadas médicas
realizadas en Venezuela, así como en Japón, Brasil, España, Estados
Unidos y Perú, entre otros países.
El doctor Navarrete tiene más de una treintena de trabajos publicados
y videos científicos, los cuales le han valido una serie de
reconocimientos, entre ellos los siguientes: Premio Sociedad Venezolana
de Cirugía, Premio Cipriano Jiménez Macías y Premio Ricardo Baquero
González, entregados en diversas ediciones del Congreso Venezolano de
Cirugía.
Ha sido jefe del Equipo Quirúrgico del Hospital Universitario de
Caracas; jefe de Residentes del Servicio de Cirugía II y actualmente es
jefe de la Unidad de Cirugía Endoscópica del Hospital Universitario de
Caracas.
Su actividad como docente en la Escuela Luis Razetti de la Facultad
de Medicina de la Universidad Central de Venezuela ha sido extensa,
incluyendo Coordinador General del Posgrado de Cirugía General y
Coordinador del Internado de Pregrado de Cirugía General de la Cátedra
de Clínica y Terapéutica Quirúrgica B del Hospital Universitario de
Caracas.
Actualmente es coordinador del Posgrado de Cirugía General del
Hospital Universitario de Caracas y jefe de la Cátedra de Clínica y
Terapéutica Quirúrgica B.
El doctor Navarrete comparte su actividad profesional entre el
Hospital Universitario de Caracas, la Clínica El Avila y la Clínica
Santa Sofía. Pertenece a numerosas sociedades científicas: fundador de
la Sección de Cirugía Endoscópica y de la Sección de Cirugía Bariátrica
integradas a la Sociedad Venezolana de Cirugía, así como fundador de
la Sociedad Venezolana de Cirugía Bariátrica y Metabólica.
Es miembro de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Endoscópica,
The Society of Laparoendoscopic Surgens y de la Sociedad Española de
Cirugía Laparoscópica, entre otras.
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