Y no es para menos: pasito a pasito el diplomático y ex Gobernador de
Caracas fue conquistando gente, sobre todo a través de Twitter,
herramienta ya casi imprescindible en el quehacer socio-político de
nuestro país (si no fuera así, @chavezcandanga no habría abierto ¿su?
cuenta).
Y vino con cualidad de efecto por diversas razones, entre otras porque
llegó sin apadrinamientos: no hubo en su arribo espaldarazos de medio
alguno. Sencillamente ha cautivado con sus ideas ,cosa que nos lleva a
analizar las circunstancias en las que lo hace: el sitio en el que está
parado, pues.
Sucede que, y para nadie es un misterio, el grueso de la gente del país,
de la A a la D y más abajo aún, está sencillamente harta: la
dirigencia, oficialista y de ‘’oposición’’, no da pie con bola a la hora
de ganarse seguidores, y el despectivo término Ni-ní ya no es más la
denominación para aquellos que no quieren pensar en política, sino que
ahora reúne a una contundente mayoría que, siendo o no políticos (en
adjetivo) no comulgan con las paupérrimas propuestas y visiones de país
que tienen los colosos gobernantes (hay que convencerse de algo: el
Gobierno tiene un poder enorme, pero la Dirigencia Opositora también, y
acá abajo estamos una multitud de ‘’Davides’’ sin voz ni voto (hasta
ahora) entre Goliats.
Don Diego Arria viene abanderado desde hace un buen tiempo con la
realidad (ojo: imprescriptible) del enjuiciamiento internacional de todo
aquel que haya cometido delitos de lesa humanidad en nuestro país en
los últimos quinquenios (no aclaremos, que así se entiende), y
conociendo ya el modus operandi, se le ha querido silenciar, sin
tapujos, robándole su hacienda La Carolina, de la manera más feroz, con
talante de castigo, como quien reprende a un niño chiquito para que ‘’no
lo vuelva a hacer’’. ¿Les suenan las palabras Piñero, El Charcote,…?,
pues la diferencia acá radica en que Arria, declarando no estar
dispuesto a negociar con ‘’malandros’’, no ha bajado la cabeza, y firme
en sus convicciones, parece querer llevar su caso hasta las últimas
consecuencias.
Así pues ‘’se juntaron el hambre y las ganas de comer’’, porque sucede
que, entre tanta vagabundería, después de tantas decepciones ocasionadas
por los Goliats de la política criolla en los últimos 11, 15, y más
años, la gente, el común denominador, digámoslo como es: el Pueblo, se
ha quedado deslumbrado con semejante muestra de temple, de rectitud, de
integridad, y hasta de amor patrio. El caso La Carolina arrastra
corazones, en apoyo a sus trabajadores y en rechazo a los maltratos a
los que están siendo sometidos, y con admiración a Arria, que pasando
sobre sus intereses personales y su integridad física, está dando la
cara en nombre de todos y de la justicia.
Sin embargo, Arria se encuentra entre dos aguas, porque esos Goliats
mencionados arriba no soportan la idea de tener una mente libre con
poder de convocatoria y capacidad de arrastre. El ‘’Efecto Arria’’
peligra ante la aplicación del ‘’Antídoto Cha-MUD’’ (manifiesto en el
‘’recule’’ de Globo que, si bien le dio ágora en Buenas Noches, poco
después, junto a otros medios, censuró y no transmitió la rueda de
prensa de éste, junto a los trabajadores de La Carolina). Corre el
riesgo de pasar al inframundo del ‘’blackout’’ junto a otros efectos
importantísimos de reciente data, como lo es (fue) el de Oswaldo Alvarez
Paz (cuando estaba preso), el del General Rivero, el ‘’Efecto San
Miguel’’, el Manos Blancas (que no pasó de enero-febrero, creo que más a
merced del componente MUD que del Cha), el Brito, el ‘’Síndrome del
Racionamiento Eléctrico’’, y así tantos y tantos lanzados al olvido, en
estrategia comunicacional sospechosamente multicolor. Y aunque el
antídoto ha demostrado ser poderoso, muy probablemente el ‘’efecto’’ se
mantenga, apuntalado con pura integridad y entereza, siempre y cuando la
Sociedad Civil no caiga de nuevo (como ya es habitual) en los cantos de
sirenas que no son tales, sino bramidos de colosos en falsete burdo y
evidente. A la larga el tiempo nos irá dejando ver cada vez más el
tamaño de la ola que desde hace meses se acerca, y tarde o temprano
David vencerá a los Goliats en buena lid, y esperemos que en buenos
términos.
*José Arcadio Hernández
Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la
UCV, Profesor de Diseño de la Unidad Docente 00 de dicha Escuela, y
escritor aficionado
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