El viernes, antes de viajar a Cuba, Chávez aseguró que las arcas del tesoro «estaban pobres». El Banco Central sólo tiene 5.586 millones de dólares
AFP
Antes
de viajar a Cuba para operarse hoy o mañana de un nuevo tumor de dos
centímetros en la zona pélvica, Hugo Chávez dejó los cheques firmados
para pagar las «misiones» con las que pretende conseguir su tercera reelección presidencial y
reconoció que las arcas del tesoro se encuentran «pobres», con escasas
reservas de divisas, «tan solo unos 6.000 millones de dólares».
La
cantidad real es menor, ya que el Banco Central de Venezuela informó que
al cierre de 2011 las reservas operativas del país cayeron hasta los
5.586 millones de dólares, el nivel más bajo en los últimos quince años,
lo que permite cubrir apenas dos meses de importaciones y el pago
inmediato de una porción pequeña de la deuda externa, que supera los
130.000 millones de dólares. Venezuela está, pues, al borde de la
quiebra.
Para los economistas consultados por ABC,
como Orlando Ochoa, esto representa la ruina del país o en el mejor de
los casos que el país se encuentra al borde del abismo financiero, muy
comprometido y dependiente cada día más de la renta petrolera y del alza
de los precios de los barriles que exporta. El economista Ochoa
sostiene que las cifras oficiales sobre el Producto Interno Bruto y el crecimiento económico están «alterados» y que no reflejan la realidad.
La
compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se ha convertido en el
brazo financiero de las «misiones» o programas con los que Chávez ha
levantado su popularidad. Antes de partir a La Habana firmó cheques por
casi 1.000 millones de dólares para pagar sus gastos de salud y las
pensiones de los ancianos y otros proyectos de producción agroindustrial
Ya no hay manera de auditar los ingresos petroleros y saber en qué se
gastan. El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes,
se quejó en su último discurso que recibió 36.725 millones de dólares,
es decir, sólo el 41 por ciento del total de divisas provenientes de las
exportaciones petroleras.
La
producción nacional —no petrolera— ha ido cayendo gradualmente a medida
en que el gobierno ha ido expropiando y confiscando empresas y fincas
productivas. Antes de Chávez en 1998 Venezuela importaba el 30 por
ciento de sus alimentos, ahora importa el 70 por ciento de lo que consume.
Pero lo peor es que lo que importa se pierde porque se pudren los
alimentos y aumenta la escasez. harían falta un 15 por ciento más de
producción de alimentos básicos de la dieta del venezolano: leche,
azúcar, harina de maíz, aceite, carne de ternera y de pollo, sardinas,
registran una escasez crónica en los supermercados.
Desabastecimiento
Fernando
Camino, representante de la alianza opositora Mesa de la Unidad
Democrática, responsabilizó al gobierno de los altos precios de los
alimentos. La inflación ha oscilado entre 25 y 27 por ciento, la más
alta de América Latina. «La verdadera causa del fracaso del Gobierno en
la política de producción y abastecimiento de alimentos, es pretender
sustituir los sistemas existentes de producción por un sistema de
producción colectiva, que fracasó el siglo pasado en todos los países
que lo pusieron en práctica», dijo Camino. «En la medida en que el
Gobierno sustituye al sector privado en la producción, en la importación
de alimentos y materias prima y en la manufactura y comercialización,
se manifiesta un crónico desabastecimiento. El 95% de las tierras
tomadas por el Gobierno no producen. El caso de la española Agroisleña
es patético, ya que esta empresa se encuentra en situación de ruina y
sin capacidad para atender a los productores», concluyó.



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