Por. Peter Brookes
Fuente, Fundación Heritage/Libertad.org
Traducido por Miryam Lindberg
“El no tomar medidas para chequear las iniciativas de Irán en el hemisferio occidental sólo servirá para que cuajen planes antiamericanos, pro-terroristas, opresivos y anti-libre mercado en nuestro patio trasero”
Ha habido muchas discusiones recientemente sobre la participación iraní en América Latina, especialmente a raíz del reciente plan de participación de un intento de asesinato contra el embajador saudí en Estados Unidos.
Por supuesto, mucha gente va a América Latina en estos días: los rusos, los chinos e incluso los europeos.
Eso es porque en la región abundan los recursos naturales, especialmente la energía, y ofrece el potencial de los mercados emergentes. Desafortunadamente, Irán está tratando de dejar su poco amistosa huella en América Latina, especialmente contra Estados Unidos.
Teherán tiene lazos económicos con América Latina, especialmente con Venezuela, donde Irán afirma haber invertido de cuatro a cinco mil millones de dólares. Sin embargo, según algunos analistas, los vínculos económicos probablemente son un pretexto para más preocupantes empeños.
Por ejemplo, Venezuela está ayudando a Irán a evadir punitivas sanciones económicas, facilitándole servicios de banca internacional al régimen iraní que cada vez está más aislado debido a su programa de armas nucleares.
Pero el eje Teherán-Caracas tiene vínculos mucho más profundos que eso.
Según informes de prensa, los dos países también firmaron un Memorándum de Entendimiento, comprometiéndose al pleno apoyo y cooperación militar que probablemente incluye la venta de armas y el intercambio de asesores iraníes. Se puede ver fácilmente cómo Teherán ve a Caracas como punto de salida para atacar Estados Unidos u otros intereses (por ejemplo, israelíes) en este hemisferio, o incluso el territorio americano, especialmente si hay una acción militar contra el programa nuclear de Irán.
Preocupa que Irán y Venezuela ya estén cooperando en algunos asuntos nucleares. Hay informes de que Irán puede estar tras la prospección de uranio en Venezuela, lo que podría ser de ayuda para los programas nucleares de ambos países, en caso de que Caracas continúe con su programa nuclear. Claro que, aunque todavía está en "veremos", existe la posibilidad de que Teherán, que cuenta con un programa de misiles balísticos cada vez más competente, pudiera venderle o ayudar a Caracas a desarrollar misiles balísticos capaces de alcanzar las costas americanas.
Es de destacar que la distancia de Caracas a Miami es aproximadamente de 1.400 millas, que casi se corresponde con los Shahab, la gama actual de misiles balísticos iraníes de mediano alcance (Irán, por supuesto, también está desarrollando un misil balístico intercontinental).
Pero Irán no sólo corteja a Venezuela.
Irán también ha mejorado sus relaciones con otros elementos de la izquierda antiamericana en Nicaragua, Bolivia y Ecuador, que son países gobernados por líderes con lazos muy cercanos a Venezuela.
Los expertos sugieren que estas relaciones son en gran parte manejadas por chavistas que buscan desarrollar una alianza que sirva de contrapeso a Washington en la región.
Como un gesto de estas nuevas alianzas, se dice que Bolivia, al igual que Venezuela, retiró los requisitos de visas para los pasajeros que llegan de Irán, abriendo las puertas a un influjo de inquietantes viajeros.
De acuerdo con testimonios ante el Congreso, Irán está proporcionando "formación diplomática" de 30 a 90 días en Teherán a los trabajadores del gobierno de Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y del Partido Comunista de El Salvador.
Según cuentan, en lugar del arte de la negociación, la teoría de las relaciones internacionales y cómo establecer contactos durante una velada diplomática, a los visitantes latinos les están enseñando inteligencia, contrainteligencia y control de multitudes.
Fuera de Medio Oriente, la mayor base de Hizbolá –el grupo terrorista patrocinado por Irán y Siria– se concentraba previamente en el área de la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, pero los expertos dicen ahora que Venezuela se ha convertido en la base más grande.
Otros observadores creen que los chavistas pueden estar dando la bienvenida a los operativos de Hizbolá para ayudar a los narcoterroristas de las FARC, grupo que ha encontrado refugio en Venezuela y ha estado luchando contra Colombia, aliado de Estados Unidos por décadas.
Indudablemente, el régimen venezolano agradecerá la ayuda de Hizbolá en sus asuntos con Estados Unidos, y por su parte, Hizbolá indudablemente agradecería un espacio operativo seguro, cerca del territorio de Estados Unidos y sus intereses.
De hecho, se cree que Hizbolá tiene una relación creciente con los cárteles mexicanos de la droga, incluyendo los beneficios de sus rutas de contrabando hacia Estados Unidos.
Es una tontería la sola idea de que la participación iraní en esta región no sea una amenaza. El Irán revolucionario ha tenido que ver con el derramamiento de sangre americana durante más de 30 años, más recientemente en Irak y Afganistán.
El no tomar medidas para chequear las iniciativas de Irán en el hemisferio occidental sólo servirá para que cuajen planes antiamericanos, pro-terroristas, opresivos y anti-libre mercado en nuestro patio trasero.
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