Los
partidos y organizaciones que somos miembros del Foro de São Paulo
consideramos la decisión de crear la CELAC como uno de los hechos más
importantes de la historia política y diplomática de América Latina y el
Caribe en los últimos doscientos años.
La Declaración Final de
la reunión que funda el Foro de São Paulo, el 4 de julio de 1990,
hablaba de “un nuevo concepto de unidad e integración continental. Ella
pasa por la reafirmación de la soberanía y la autodeterminación de
América Latina y de nuestras naciones, por la plena recuperación de
nuestra identidad cultural e histórica y por el impulso de la
solidaridad internacionalista de nuestros pueblos”.
Una década después, La Declaración Final del 10º Encuentro del Foro de São Paulo, realizado del 4 al 7 de diciembre del 2001, defendía “un mayor nivel de integración, una verdadera Comunidad Latinoamericana de Naciones
y pueblos originarios o indígenas”, “un proyecto de integración con una
fuerte participación del Estado y el control del mundo del trabajo, que
permita proyectos conjuntos que apunten a nuevas formas de producción y
propiedad, así como a una distribución equitativa de la riqueza”, con
“bancos interestatales de desarrollo, proyectos energéticos conjuntos y
pactos de productores que favorezcan la industrialización de productos
agrícolas y minerales a una escala global. Se trata de una integración
horizontal, respetuosa de las dimensiones regionales y capaz de ser
impulsada con acciones comunes de lucha en cada subregión y entre
ellas.”
Casi diez años adelante, en mayo de 2011, la Declaración Final del 17º. Encuentro del Foro de São Paulo, Managua, Nicaragua, mayo de 2011 afirmaba que “en
un momento caracterizado por una de las más profundas e integrales
crisis del sistema capitalista, se hacen más necesarios que nunca los
procesos de integración, una de las garantías para que nuestro
continente tenga una identidad y un peso específico con capacidad de
influencia en el mundo actual.”
En
consecuencia, el Foro de São Paulo saluda el nacimiento de la CELAC,
una organización inspirada en los ideales da Patria Grande, de Nuestra
América, más actuales que nunca. Y demanda, de los gobiernos:
1.
La mayor celeridad posible, en especial en proyectos comunes como el
Banco del Sur, la infraestructura continental y la Defensa, para reducir
al máximo los impactos negativos de la crisis internacional en nuestra
región;
2.
Que se prioricen proyectos de cooperación, producción, comercio y
desarrollo que contribuyan a superar las asimetrías que aun prevalecen
en América Latina y el Caribe;
3.
Acciones concretas en contra del colonialismo que aun se hace presente
en la región, como es el caso de Puerto Rico y de las Islas Malvinas;
4.
Una mirada de largo plazo, que reconozca que nuestra región puede
contribuir para la constitución de una nueva orden mundial, en la medida
que consigamos hacer de Nuestra América una región donde prevalezcan la
cooperación, la paz, la democracia y la igualdad social.
El Grupo de Trabajo del Foro de São Paulo
Diciembre de 2011.
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