ENTREVISTA/ Padre Luis Ugalde, s.j.
Fuente: Nuevo Mundo Israelita
Editada por ASERNE
Padre Luis Ugalde |
“Esta es una tierra de bendiciones”
“Históricamente, en Venezuela no ha habido casos de
persecución hacia los judíos; por eso es un país ejemplar. Aunque es obvio que
últimamente ha habido un intento de siembra de antisemitismo”
A propósito de su participación como orador de orden en
el Acto Recordatorio de la Kristallnacht, a realizarse el 7 de noviembre
en el Hogar B’nai B’rith de Altamira, conversamos con el sacerdote jesuita
Luis Ugalde, un hombre que emana tanta sabiduría como preocupación por la
educación y el país.
—¿Qué tema piensa abordar en su discurso del Acto
Recordatorio de la Kristallnacht?
—En unas jornadas sobre unidad nacional y diversidad
cultural realizadas hace poco más de diez años en la UIC de San Bernardino,
hice referencia al tema de la tolerancia. La tolerancia siempre se refiere a
algo que es rechazado, a alguien que no tiene los mismos derechos que tengo
yo —significa que cualquier día te puedo quitar el permiso que te di—. Sin
embargo, lo rechazado es tolerado. En una sociedad luterana se tolera a los
católicos, y viceversa. Igual que los guetos: los judíos son tolerados,
pero viven en guetos. Lo mismo sucede en otras sociedades; un cristiano en
Arabia Saudita es tolerado siempre que no moleste, que no dé una misa en público,
que no haga proselitismo.
El tolerado es una excepción, pero lo importante del
asunto no es si tú eres tolerante, sino quién eres tú para tolerar. Tolerar es
un asunto un poco perdonavidas. En una visión ideal de futuro, la humanidad no
debería ser así. El paso que tenemos que dar (y del que todavía estamos muy
lejos) es entender que la humanidad es una; hay que reconocer al otro en la
diversidad. La riqueza de la humanidad es que somos diversos.
En Alemania, y en muchos otros países, había la
predisposición exacerbada de culpar a los judíos, en la población había un
sentimiento general propicio a eso. Si en la población existe ese
sentimiento, cualquier ocasión es buena para hacer una matanza. El tema que a
mí me gustaría abordar en el discurso del acto aniversario de la
Kristallnacht es de qué manera las religiones, en concreto la cristiana,
que es la que a mí me toca, propician el amor al otro, pues si uno ahonda en
el sentido profundo de su religión, se debe afirmar al otro como distinto, como
diferente.
—¿Cree usted que en Venezuela hay brotes de antisemitismo?
—En principio, creo que no. En ese sentido, Europa puede
aprender mucho de nosotros. Cuando los judíos vinieron aquí al final de la
guerra, nadie les preguntó qué religión profesaban; los inmigrantes podían
construir su sinagoga. Venezuela tiene que cultivar ese sentimiento. Lo
mismo se vivió luego con las personas que vinieron huyendo de las
dictaduras de Argentina, Uruguay y Chile. Esta es una tierra de bendiciones.
Históricamente, en Venezuela no ha habido casos de persecución hacia los
judíos; por eso es un país ejemplar. Aunque es obvio que últimamente ha
habido un intento de siembra de antisemitismo, por dos razones: 1. Norberto
Ceresole, que fue uno de los mentores de Chávez durante un tiempo, era
antisemita, su mentalidad era antisemita; y 2. El poco prudente vocabulario
utilizado en la política del gobierno —por ejemplo: “El pueblo de Israel es un
pueblo criminal”, etc.—, predicado por el presidente de la República, aunado
a su identificación tan radical con la causa palestina.
—¿Qué balance hace de la relación entre la Iglesia Católica
y el Judaísmo en Venezuela?
—La relación ha sido muy buena. En la UCAB, al momento de
ingresar, nunca se le ha preguntado a nadie cuál es su religión;
afortunadamente, no hay esa segregación. En cuanto a la representación
estudiantil, siempre hemos tenido dirigentes judíos y no judíos, nadie se
siente discriminado. Eso es muy positivo. También existe la cátedra de
judaísmo contemporáneo “Zygmunt y Anna Rotter”, la cual funciona muy bien. En
un encuentro sobre las diversas religiones que hicimos en la Universidad
hace unos años, en el que hablamos el rabino Pynchas Brener y yo, además de otras
personas, destaqué que casi la mitad de los libros de oración católicos son
judíos: los Salmos, los profetas, y otras lecturas del Antiguo Testamento. La
influencia judía no es externa al catolicismo, sino que es interna. En el
mismo Evangelio hay muchísimas cosas que no se entienden sin la cultura
judía. Lo importante es que se mantenga la identidad cultural, porque hay
muchos judíos que no son religiosos, pero que viven el judaísmo como
identidad cultural. Y la riqueza de Venezuela es que acepta la identidad
cultural de la gente.
Entrevista Completa AQUI
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