El pueblo cubano en el exilio brindó el sábado el último adiós a Orlando Zapata Tamayo, recordando al fallecido disidente como un héroe caído que sacrificó su vida en la lucha contra la opresión del régimen castrista.
Decenas de personalidades e integrantes de la comunidad se turnaron para custodiar las cenizas del opositor, en un modesto pero muy sentido funeral y sepelio de quien dijeron personificó el inquebrantable deseo del pueblo cubano de vivir en libertad.
“No nos podrán pisotear jamás”, enfatizó Reina Luisa Tamayo, madre del fallecido disidente. “En cualquier rincón del mundo en el que nos encontremos, juntos lograremos lo que Orlando Zapata Tamayo amaba de todo corazón: la libertad para Cuba, la libertad de la patria que lo vio nacer”.
Las cenizas de Zapata Tamayo, quien murió el año pasado tras mantenerse en huelga de hambre por 85 días, fueron colocadas en un mausoleo de la Brigada 2506 en el cementerio Memorial Plan de Miami, después de que sus restos fueron honrados en la sede de la organización del exilio Municipio de Banes.
Tras declararlo miembro honoraria de la Brigada de Asalto 2506, compuesta por los veteranos de la fallida invasión de Bahía de Cochinos, los presentes recordaron el indomable espíritu del albañil convertido en disidente, diciendo que estuvo dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para denunciar la tiranía en el país caribeño.
“Es un honor estar aquí”, comentó el alcalde de Hialeah Carlos Hernández. “En esta ciudad que es la más cubana en los Estados Unidos, estamos aquí para decirle ‘presente’ a la familia Tamayo, para decirle a Orlando que estamos ‘presente’, y que también nos sumamos a la causa contra la dictadura”.
Zapata murió el 23 de febrero del 2010 tras una huelga de hambre de 85 días en reclamo de mejores condiciones carcelarias. Había sido condenado a 36 años en la prisión de Kilo 7, en la provincia de Camagüey. Su muerte provocó una ola de repulsa mundial sin precedentes contra el gobierno de Raúl Castro.
El humilde boxeador y albañil fue uno de los 75 disidentes condenados en la primavera del 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel. Murió el 23 de febrero del 2010 en un hospital de La Habana.
Numerosas voces, incluidas las de la disidencia interna y organizaciones opositoras en el exterior, culparon al régimen castrista de la muerte de Zapata.
La disidencia interna aseguró que fue la privación de agua durante 18 días a que le sometió el régimen lo que agravó su estado de salud y le causó daños irreversibles en un riñón.
Los presentes en el funeral se turnaron para mantener una constante compañía de las cenizas del disidente. En un costado del mantel blanco que cubría la mesa donde descansaba el féretro, se leían las palabras célebres de Zapata Tamayo: “Morir por la libertad y la democracia del pueblo cubano es vivir eternamente en ella”.
Muestras de tristeza entremezclada con solemnidad podía verse reflejada en los rostros de los presentes, entre los que se encontraban representantes de las Damas de Blanco, Vigilia Mambisa, la Brigada de Asalto 2506 y la Junta Patriótica Cubana, entre otras organizaciones del exilio.
Una vez concluida la ceremonia, los presentes se trasladaron en caravana hasta el cementerio Memorial Plan, donde finalmente se depositaron sus cenizas en un mausoleo de la Brigada 2506.
Pero los familiares del opositor aseguraron que los restos de Zapata Tamayo solo serán resguardados allí temporalmente y que no descansarán hasta que sean trasladados finalmente a la patria que le vio nacer, una vez que esta sea libre.
Un sacerdote ofició un breve servicio funeral en el que destacó el “coraje y valor de Reina Luisa Tamayo” y clamó contra la “maldad y el odio que cortó los días” de Zapata, para concluir con una oración en memoria del opositor muerto.
Reina Luisa Tamayo dijo que pese al dolor y sufrimiento provocado por el régimen de La Habana, su familia está hoy más dispuesta que nunca a luchar por los principios a los que su hijo dedicó su vida.
“Este es un día de mucho sentimiento para esta madre y para esta familia, pero ese dolor y ese sufrimiento es transforman en fuerza para nosotros, para luchar contra los hermanos Castro, para derribar ese régimen que tanto ha pisoteado y oprimido al pueblo cubano”, expresó Tamayo, quien llegó a Miami a inicios de este mes junto con doce familiares del fallecido disidente.
“Hoy es un día muy doloroso”, reiteró. “Pero yo les diría a todos ustedes que a pesar de ello, nos sentimos satisfechos de encontrarnos hoy aquí, entre ustedes, en el país de la libertad”.
http://impactocna.com/2011/06/26/sentido-adios-a-zapata-en-miami/




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