Por: Milos Alcalay
Fuente: Venezuela Analítica
Fuente: Venezuela Analítica
El caso Makled no puede ser dirimido solamente por la Justicia Venezolana, ya que la gravedad de su confesión pública, reconoce la existencia de una red de apoyo al narcotráfico, calificado acertadamente por Uribe como un delito de lesa humanidad.
No basta solo con condenar a Wallid Makled -quien deja como a un principiante a Al Capone, el mas famoso de los mafiosos - sino que es necesario desenmarañar la serie de acusaciones que arroja sombras sobre una serie de cómplices dentro y fuera del país para lo cual resulta imprescindible intercambiar informaciones con la DEA, el DAS y otros Organismos especializados, que tienen un nutrido expediente en sus manos.
A pesar de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo que su colega estadounidense Barack Obama no le expresó reservas sobre su decisión de entregar a Makled a Venezuela, resulta preocupante constatar que aun antes de su extradición, altos representantes del Estado Venezolano se nieguen a indagar las escandalosos denuncias hechas por el antiguo revolucionario.
Resulta insólito que el Diputado Soto Rojas impida que la Asamblea Nacional investigue a los funcionarios acusados de formar parte de una nomina mensual millonaria en dólares destinada a corromper a Generales, Jueces, Gobernadores, Parlamentarios, familias de Ministros. Resulta inaudito que Clodosvaldo Russian se niegue a que la Contraloría investigue las evidencias del otorgamiento de concesiones que recibió sin licitación para manejar puertos y aeropuertos o para adquirir una empresa aérea importante.
Es preocupante que las Fuerzas Armadas no indaguen por que salían aviones de Makled con drogas de la rampa presidencial 4 o del Estado Apure. Resulta sospechoso el silencio de PDVSA en relación a la entrega de urea por parte de Pequiven. Resulta inaceptable ver fotocopias de credenciales oficiales a nombre de Makled emitidas por representantes del Supremo Tribunal de Justicia o por Organismos de Seguridad del Estado
Estas denuncias no pueden ser silenciadas ni aceptar que encuentren a un chivo expiatorio como al auto exiliado Ex-Gobernador Acosta Carles, dejando libres de investigación a otros altos funcionarios, que le han dado credenciales, prebendas, contratos ilícitos y protección.
Las complicidades de Makled van mucho mas allá de que se condene a algunos culpables, ya que Venezuela tiene el compromiso internacional de acabar con la red del Narcotráfico, por cuya erradicacion han sacrificado su vida hombres y mujeres. No se trata solo de hacer que Makled sea condenado a 30 años de cárcel, sino destruir el imperio del narcoterrorismo y de la narcocomplicidad, para darle un duro golpe a ese delito de Lesa Humanidad.
No basta solo con condenar a Wallid Makled -quien deja como a un principiante a Al Capone, el mas famoso de los mafiosos - sino que es necesario desenmarañar la serie de acusaciones que arroja sombras sobre una serie de cómplices dentro y fuera del país para lo cual resulta imprescindible intercambiar informaciones con la DEA, el DAS y otros Organismos especializados, que tienen un nutrido expediente en sus manos.
A pesar de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo que su colega estadounidense Barack Obama no le expresó reservas sobre su decisión de entregar a Makled a Venezuela, resulta preocupante constatar que aun antes de su extradición, altos representantes del Estado Venezolano se nieguen a indagar las escandalosos denuncias hechas por el antiguo revolucionario.
Resulta insólito que el Diputado Soto Rojas impida que la Asamblea Nacional investigue a los funcionarios acusados de formar parte de una nomina mensual millonaria en dólares destinada a corromper a Generales, Jueces, Gobernadores, Parlamentarios, familias de Ministros. Resulta inaudito que Clodosvaldo Russian se niegue a que la Contraloría investigue las evidencias del otorgamiento de concesiones que recibió sin licitación para manejar puertos y aeropuertos o para adquirir una empresa aérea importante.
Es preocupante que las Fuerzas Armadas no indaguen por que salían aviones de Makled con drogas de la rampa presidencial 4 o del Estado Apure. Resulta sospechoso el silencio de PDVSA en relación a la entrega de urea por parte de Pequiven. Resulta inaceptable ver fotocopias de credenciales oficiales a nombre de Makled emitidas por representantes del Supremo Tribunal de Justicia o por Organismos de Seguridad del Estado
Estas denuncias no pueden ser silenciadas ni aceptar que encuentren a un chivo expiatorio como al auto exiliado Ex-Gobernador Acosta Carles, dejando libres de investigación a otros altos funcionarios, que le han dado credenciales, prebendas, contratos ilícitos y protección.
Las complicidades de Makled van mucho mas allá de que se condene a algunos culpables, ya que Venezuela tiene el compromiso internacional de acabar con la red del Narcotráfico, por cuya erradicacion han sacrificado su vida hombres y mujeres. No se trata solo de hacer que Makled sea condenado a 30 años de cárcel, sino destruir el imperio del narcoterrorismo y de la narcocomplicidad, para darle un duro golpe a ese delito de Lesa Humanidad.
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