Por G. Bastidas
Llega Semana Santa, y ya son casi 30 días desde que un grupo de enfermeros y enfermeras decidieron apostarse en huelga de hambre frente a la Embajada de Brasil en Caracas, exigiendo mejoras salariales para el gremio. Treinta días en los cuales la protesta ha ido creciendo: en todo el país hay cerca de 50 trabajadores de la salud en ayuno; los enfermeros han realizado protestas y paros en los hospitales; otros se han cosido sus labios; y hasta han extraído sangre de su cuerpo.
Llega Semana Santa, y ya son casi 30 días desde que un grupo de enfermeros y enfermeras decidieron apostarse en huelga de hambre frente a la Embajada de Brasil en Caracas, exigiendo mejoras salariales para el gremio. Treinta días en los cuales la protesta ha ido creciendo: en todo el país hay cerca de 50 trabajadores de la salud en ayuno; los enfermeros han realizado protestas y paros en los hospitales; otros se han cosido sus labios; y hasta han extraído sangre de su cuerpo.
Llega Semana Santa, y el gobierno no se conduele de estos padres y madres sostén de hogar, a quienes no les alcanzan los paupérrimos 1.200 bolívares que cobran mensualmente, para mantener a sus familias.
Llega Semana Santa, y Xiomara Vallenilla, una de las enfermeras del hospital Domingo Luciani en huelga, recibe la visita de sus nietas. “Abuela te estamos cuidando tu cuarto” dice la mayor, mientras que la niña más pequeña la hala por la mano: “ven abuela que te voy a hacer un dibujo”. Quizás ellas no entiendan mucho lo que pasa, pero sí saben que están orgullosas de su abuela.
Xiomara está allí, frente a la Embajada de Brasil junto con otros 10 enfermeros, en huelga de hambre por mejoras para los trabajadores de la salud, que son mejoras para la salud de los venezolanos. Una huelga por la vida, ¡por el futuro!
Llega Semana Santa, y es la fecha propicia para que los venezolanos demostremos nuestra solidaridad con estos venezolanos que están dando su vida por la vida de todos nosotros.
Llega Semana Santa, y Xiomara Vallenilla, una de las enfermeras del hospital Domingo Luciani en huelga, recibe la visita de sus nietas. “Abuela te estamos cuidando tu cuarto” dice la mayor, mientras que la niña más pequeña la hala por la mano: “ven abuela que te voy a hacer un dibujo”. Quizás ellas no entiendan mucho lo que pasa, pero sí saben que están orgullosas de su abuela.
Xiomara está allí, frente a la Embajada de Brasil junto con otros 10 enfermeros, en huelga de hambre por mejoras para los trabajadores de la salud, que son mejoras para la salud de los venezolanos. Una huelga por la vida, ¡por el futuro!
Llega Semana Santa, y es la fecha propicia para que los venezolanos demostremos nuestra solidaridad con estos venezolanos que están dando su vida por la vida de todos nosotros.
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