VIVA VENEZUELA LIBRE!!!!!!

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EL FUTURO EN LA CALLE!

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En homenaje a nuestros héroes caídos y a nuestros presos políticos!!!

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Vuela alto hijo mío!!!...

A quien dió todo por su amor a Venezuela!!

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" "VENEZUELA EXIGE LA LIBERTAD DE NUESTROS PRESOS POLITICOS!!!"....

domingo, 10 de abril de 2011

Alfredo García Deffendini / LA PROPIEDAD, asunto de vida y muerte

 
Las contradicciones son una constante durante los ciclos de la historia en
los cuales el hombre ha experimentado angustias y dudas, tanto sobre la
vida como acerca de la muerte. La propiedad despierta esos sentimientos,
ella forma parte indisoluble de su realismo mágico, en el tránsito de
la vida a la muerte.

Al inicio de la historia del hombre, lo primero que posee es lo que come,
viene a reflejar el sentimiento de propiedad sobre lo que caza ó
recolecta, a lo cual se van agregando aquellos objetos para dar
explicación de la vida. Comienza el mundo mágico para tratar de entender
el nacimiento y la muerte. De tal manera, que la propiedad de las
cosas, viene a convertirse en el sentimiento a la vida. 
 
Con el tiempo la tierra y la familia se convierten en su eje principal. 
 
Posteriormente es el Monarca, el propietario de la mayoría de las tierras, éste asigna y se reparte entre notables civiles, militares y religiosos. De esta
forma, la tierra, se comparte entre el monopolio del Monarca y el
oligopolio de varios.
 
En 1690, el filosofo británico John Locke, expresa que por propiedad
deberá de entenderse el derecho propio que los hombres tienen sobre su
persona y sobre sus bienes. Más tarde en 1748, Charles-Louis de Secondat
Montesquieu, considera que la propiedad puede ser limitada por el
Estado y en 1758, Jean Baptiste Rousseau, señala: “El Derecho de
propiedad es el más sagrado de todos los derechos ciudadanos y más
importante, en ciertos aspectos, que la libertad misma. La propiedad es
el verdadero fundamento de la sociedad civil”.
 
Los redactores de la Constitución Norteamericana (1787), consideran, que un
buen gobierno debe limitarse a ayudar a cada uno y dedicarse a la
defensa de sus intereses y a proteger la propiedad privada. En Francia
(1789), en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, se
dice: “que la propiedad es un derecho natural imprescriptible,
inviolable y sagrado, y nadie puede ser privado de ello, sino por
necesidad pública ratificada por una ley, y mediante una indemnización
previa y justa”.    
           .
En  contra de éstos principios, se declaraba Maximillien Robespierre, quien
implantó el sistema del terror durante la revolución francesa
(1793-1794) y quien fue guillotinado sin proceso previo, afirmaba: “Todo
lo que es indispensable para conservar la vida, es una propiedad común a
la sociedad entera”.  Pero en 1821, pasando de la insensatez a la
racionalidad e inteligencia se promulga en Francia, el Código Civil,
definiendo a la propiedad como “el derecho de disfrutar y disponer de
las cosas de la manera más absoluta”. Esos fueron días que parecieron
siglos.


En el siglo XIX, se presenta el proyecto socialista y sus pensadores,
comparten la idea de una propiedad colectiva al lado del sector privado,
se habla del cooperativismo. Karl Marx, expone sus ideas para abolir la
propiedad burguesa, señalando “que lo que caracteriza al comunismo no
es la abolición de toda especie de propiedad, sino la abolición de la
sociedad burguesa”. En tanto que Engels, señala, “que el proletariado
conquista el poder del Estado y transforma los medios de producción en
propiedad del Estado”. En el siglo XX, en la Rusia de 1917, un decreto
nacionaliza sin indemnización la gran propiedad rural de los particulares y de la Iglesia. Todas las tierras son declaradas propiedad nacional y son mágicamente entregadas al proletariado. 
 
Mágicamente, ya que el proletariado lo que obtendría es el usufructo de la tierra (esta figura del usufructo la conseguiremos 45 años después con la revolución
cubana).
 
Después de la segunda guerra mundial (1945), el Estado se hace menos
intervencionista y comienza a florecer un sin número de empresas
privadas, iniciándose la privatización de empresas públicas. En el caso
particular de Venezuela, es a finales de los años 80 cuando se comenzó
el proceso de privatización de empresas públicas, paralizándose en 1999,
por el nuevo gobierno, por considerarlo contrario al interés público,
convirtiéndose nuevamente en un Estado paternalista e interventor. 

Errores del pasado vuelven a repetirse. Comenzando 2007, el gobierno
nacional acelera su plan hegemónico y estatizador al expropiar la CANTV,
las empresas eléctricas e industrias básicas. Utiliza la excusa del
acaparamiento, que en muchos casos es provocado por el propio Estado
para intervenir chantajeando la cadena de producción alimentaría hasta
su distribución y expendio, que discrecionalmente el Estado quiera
expropiar y/o confiscar, vocablo este último “confiscación”, que es
necesario evaluar con mayor detenimiento en un futuro artículo, ya que
cuando se utiliza la vía de la expropiación como una extensión
ideológica ella se transforma en confiscación. Sumándole a esto la
amenaza de la no renovación de la concesión a RCTV, la compra por
personas interpuestas de diferentes medios de comunicación y la
posibilidad real de la estatización de la banca. Todo esto llevaría a
deducir a cualquiera con fino olfato que se está preparando para una
economía de guerra, más si todo lo anterior lo relacionamos con la
carrera armamentista del régimen.
 
Es necesario, que el país entienda que con lineamientos políticos y
económicos desacertados, con mensajes cargados de odios y de
resentimiento social, nunca logrará estar mañana mejor que ayer. 
 
Cuando nos referimos a la propiedad de la tierra, es en cuanto a que ésta
deberá ser, un derecho sagrado del hombre como lo es su libertad. Las
políticas populistas, siempre han sido un fracaso, el ejemplo lo tenemos
con las reparticiones de tierras en México, donde grandes extensiones
se dividieron para beneficiar a los sin tierras, terminando en una baja
producción agroalimentaria, en el deterioro de los suelos y con el
tiempo las parcelas fueron cedidas a terceras personas.
 
Recordemos que la mayoría de las veces “la lengua es el castigo del cuerpo”, en particular si esa lengua crea anarquía, inseguridad personal, jurídica y
económica, el odio de clases y el desaliento. Pareciera que la mayoría
de las veces, la intención del Presidente, es promover la anarquía. 

Recordemos que no hay mayor peligro para un pueblo, que jugar con su
libertad y su identidad. Creando el odio de clases, aupando la excusa
para delinquir – como lo hizo Jean Paúl Marat símbolo de los excesos en
la revolución francesa- lo cual está expresamente sancionado en el
Código Penal venezolano.
 
En Venezuela, nuestras numerosas Constituciones, comenzando con la de 1811
hasta 1999, se expresan sobre la propiedad y sus limitaciones.
Reproduciré solamente el Decreto Orgánico del Libertador de 1828, Art.
21: “Todas las propiedades son igualmente inviolables: y cuando el
interés público, por una necesidad manifiesta y urgente hiciere forzosa
el uso de alguna, siempre será con calidad de una justa indemnización”. 
 
Esta norma se reproduce en todas nuestras Constituciones y por ser
esencial en todas, la compararemos con la Constitución de la República
de Cuba en lo que se refiere a la propiedad y a la tierra. Es
conveniente hacerlo, porque en el acto de entrega de títulos de tierras
que el Presidente realizó en Santa Bárbara del Zulia, el 8 de septiembre
de 2003, estaba acompañado-entre otros- por el Embajador y la Ministra
de Producción Internacional y Cooperación de Cuba, evento que reflejo
las relaciones tan especiales y hermanadas a un proyecto político,
económico, social y militar continental.
 
CONSTITUCIÓN cubana: Art. 14. En la República de Cuba rige el sistema de economía basado en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios
fundamentales de producción y en la supresión de la explotación del
hombre por el hombre...
 
CÓDIGO CIVIL cubano: Art. 128.1. En la República de Cuba rige el sistema
socialista de economía basado en la propiedad socialista de todo el
pueblo sobre los medios e instrumentos de producción...Art. 140. El
Estado puede conceder derechos de usufructo o superficie sobre tierras
de propiedad estatal. 
 
Del estudio de la legislación cubana, observamos los mismos principios
marxistas de la extinguida Unión Soviética y a lo que nos señalaba tanto
Marx como Engels. Nos preguntamos, si el Presidente con sus actuaciones
arbitrarias, violentando las diferentes normas que rigen la materia,
señala un regreso al siglo XIX de Marx y Engels entre otros, y al mágico
ensayo de la extinguida Unión Soviética y de la Cuba actual.  

Entregándole al campesinado el usufructo y no la propiedad de las
tierras y convirtiendo al Estado en el único y gran terrateniente;
terminando sus gobernantes como los únicos beneficiarios por tener el
monopolio y el usufructo del poder.  
 
El  Gobierno Nacional, una vez que cierre el círculo pernicioso de las
leyes habilitantes se quitará el barniz democrático, para aplicar el
terror, a objeto de humillar y amedrentar a la población.
La pregunta es “si lo permitiremos. Vida o Muerte”.
 
 http://venezuelavetada.blogspot.com/2011/04/alfredo-garcia-deffendini-la-propiedad.html
 
 

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