Me encuentro,como ustedes saben,injustamente detenido en el Centro Nacional de Procesados Militares Ramo Verde,estado Miranda,un día más de este mes de Febrero, como todos los días desde que fui electo Diputado el pasado 26 de Septiembre,estoy esperando que se haga cumplir mi derecho a la INMUNIDAD PARLAMENTARIA, que contempla la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de manera muy específica en el Artículo 200, y confío ser puesto en libertad tal como lo estipula para seguir trabajando por mi país,muy a pesar que según la interpretación del Tribunal Supremo de Justicia,la inmunidad parlamentaria no aplica desde el momento de la proclamación sino desde la juramentación,y estando preso no se me ha permitido asistir a la sede de la Asamblea Nacional para tal fin.
Soy un preso inocente que observa cómo la voluntad de un pueblo,mi querido y añorado Maracaibo estado Zulia, ha sido trastocada por quienes hoy detentan el poder político en las altas esferas del gobierno nacional. Si la soberanía reside en el pueblo como sabiamente señala nuestra Carta Magna,y el pueblo en ejercicio de su derecho me eligió Diputado otorgándome por ende la prerrogativa de la inmunidad a través del voto ¿Cómo es posible que algunos Poderes Públicos se consideren superiores a la soberanía de ese pueblo y al mandato constitucional violando flagrantemente mi inmunidad parlamentaria manteniendo las medidas restrictivas de la libertad,acelerando así mismo, un juicio que se llevó a cabo en nueve días,después de estar tres años y 23 días encarcelado esperando a ser juzgado,comenzando intempestivamente un proceso viciado,malévolo e irrito el cual genero una condena absurda (por ser y no por hacer) por un crimen que jamás cometí y en el que hasta este momento no existe un autor material.
Soy un preso inocente,a pesar de los alegatos y las pruebas de mi inocencia que fueron presentadas por la defensa fui condenado injustamente a 19 años de prisión por la Jueza suplente Fabiola Vezga Medina,toda vez que recusaron y separaron ilegalmente en mi juicio a los Escabinos: Norka Valero y Humberto Primera; suprimieron a la mayoría de los testigos que la defensa presentaría y admitieron como válidas las declaraciones de un testigo sin identidad,y peor aun,encapuchado,lo que no permite la legislación venezolana por tanto el proceso que se me llevo a cabo es nulo de nulidad absoluta en todas sus dimensiones,y al mismo tiempo violando mi derecho a ser juzgado de forma transparente y con un juicio debido,he sido condenado a prisión,como medida de retaliación por haber sido el Secretario de Defensa y Seguridad Ciudadana de la Gobernación del Zulia,que tenía a la cabeza a uno de los adversarios político de oposición,Manuel Rosales,hoy en el exilio.
Soy un preso inocente,al igual que otros tantos que durante estos doce años han sido injustamente condenados por este gobierno que en el fondo desconoce la soberanía popular y termina quebrantando el principio de la División de Poderes Públicos, para llevar adelante sus pretensiones políticas.
Soy un preso inocente,a pesar que me asiste la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 200, que fui electo por el pueblo soberano a través del voto popular,que fui proclamado por el Consejo Nacional Electoral CNE como Diputado,que el propio Tribunal Supremo de Justicia reconoce que gozo de inmunidad parlamentaria y ha consultado a la Asamblea Nacional si debe continuar el proceso que se lleva ilegalmente en mi contra. Para lo cual designó una comisión parlamentaria y que de ella se desprendió,de acuerdo a noticias obtenidas,un informe cuyo contenido estableció para su discusión,que no gozaba de inmunidad parlamentaria porque no había sido juramentado.
Soy un preso inocente que hoy solicita a la Organización de Estados Americanos (OEA) que escuche el clamor de los jóvenes universitarios quienes gallardamente emprendieron una huelga de hambre encadenados a las puertas de la sede de la OEA en nuestro país,por la defensa de la Constitución y las leyes,por el rescate y defensa de la soberanía del pueblo y por la liberación de los presos políticos;estudiantes a quienes agradezco infinitamente el arrojo y el amor a la patria libre que los llena de ímpetu al iniciar una acción tan arriesgada para su propia vida. Estoy convencido que Dios les acompaña, les bendice y les protege porque son poseedores de un corazón bondadoso y lleno de amor a Venezuela.
Soy un preso inocente que solicita respetuosamente a la Organización de Estados Americanos OEA que honre el compromiso adquirido hace dos años con los estudiantes,y se apersone al país previa coordinación y autorización del gobierno venezolano,así como lo ha hecho en otros países.
Soy un preso inocente que en mi condición de venezolano y Diputado de la República manifiesto mis sentimientos de solidaridad y apoyo con todas las familias que hoy viven el drama de tener un preso político,un exiliado o un perseguido político. Espero fervientemente que se haga justicia,que se haga cumplir la Constitución y las leyes; y que en mi caso en particular,así como en el de los Diputados Biagio Pirieli y Freddy Curupe,se respete la voluntad de un pueblo soberano y se nos ponga en libertad,en el rescate y cumplimiento del principio de inmunidad parlamentaria.
Envío mi aliento para que todos los venezolanos de bien no desmayemos en la lucha, para que no abandonemos el espíritu libertador que nos hace merecedores de las gloriosas notas del Himno Nacional: Gloria al Bravo Pueblo.
Porque estamos atribulados en todo,mas no angustiados;en apuros,mas no desesperados;perseguidos;mas no desamparados;derribados,pero no destruidos.
Dios esta con nosotros,sigamos adelante,el cambio se aproxima.
Atentamente
Diputado José Sánchez Mazuco
08 de Febrero del 2011
Diputado José Sánchez Mazuco
08 de Febrero del 2011



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