El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo hoy que cumplirá con la palabra dada a su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, y extraditará a ese país al empresario y presunto narcotraficante Walid Makled.
“Le di mi palabra a Chávez de que, una vez se surtan los trámites jurídicos, entregaremos a las autoridades venezolanas (a Makled)”, afirmó Santos en una rueda de prensa en la Casa de Nariño (sede del Gobierno), convocada para hacer balance de sus primeros 100 días de gestión.
Makled, venezolano de origen sirio y uno de los tres narcotraficantes más buscados del mundo, fue detenido en agosto pasado en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, en un operativo policial que contó con la colaboración de la Dirección Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés).
Chávez ha insistido a Colombia en diferentes ocasiones sobre la importancia de extraditar a Makled a Venezuela lo antes posible.
“Siempre he creído que la palabra hay que cumplirla y la voy a cumplir”, reiteró hoy Santos al detallar que su Gobierno aguarda un fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que puede demorarse entre seis y 18 meses, para extraditar a Makled.
También recordó que la solicitud de Venezuela sobre la extradición de Makled llegó “mucho antes” que la de EE.UU., donde es reclamado por delitos de narcotráfico.
En Venezuela, además de narcotráfico, a Makled se le acusa de lavado de activos y de varios homicidios, entre ellos el del narcotraficante y paramilitar colombiano Wilber Alirio Varela (“Jabón”), asesinado en enero de 2008 cuando era uno de los capos más buscados en su país.
En septiembre pasado Makled reveló desde la cárcel colombiana en la que está recluido que aportó “por lo menos dos millones de dólares” en 2007 a la campaña del fallido referendo promovido por Chávez para aprobar la reelección indefinida.
Según la historia criminal facilitada por las autoridades, Makled logró establecer “una de las más poderosas organizaciones mafiosas en Suramérica”.
La “Mafia del Puerto”, por el venezolano Puerto Cabello, liderada por él, tenía nexos con el principal cartel de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la que entregaba armas a cambio de cocaína.
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