La magistrada del Tribunal Supremo de Justicia Blanca Mármol de León advirtió que el gobierno quiere acelerar la elección de ocho vacantes. “La independencia de los jueces está perdida, no son autónomos”, aseguró
La inminente renovación de la máxima instancia judicial encendió nuevamente el debate sobre la división de los poderes, en momentos en que crecen las quejas por considerar que el su funcionamiento se supedita a los intereses del chavismo.
En ese marco, la jueza Mármol de León alertó que el presidente Hugo Chávez intenta acelerar la elección de las al menos ocho puestos libres de jueces titulares de 32 que están vacantes, con el objetivo de controlar la corte antes de 2011, cuando ya no cuente con la mayoría en la Asamblea Nacional.
“Los jueces tienen miedo porque cuando deciden, pueden ser destituidos o detenidos. Y en un país donde ellos tienen miedo, los ciudadanos no pueden dormir tranquilos”, denunció la magistrada penal quien explicó que “con una Asamblea constituida de diferente forma podría suceder que no todos los magistrados fueran de la corriente política del gobierno, por eso la prisa en hacer las designaciones”.
El chavismo asegura que la renovación del TSJ sólo busca resolver nombramientos que están demorados, mientras sus detractores lo acusan de apresurarlo para evitar resoluciones e interpretaciones de leyes que pudieran perjudicarlo. “En el Tribunal se favorecen las políticas del gobierno”, aseguró Mármol de León quien afirmó que sólo ella y otros dos colegas se oponen a decisiones influenciadas por el poder ejecutivo.
Uno de los casos más resonantes de persecución de los magistrados es el de la jueza María Lourdes Afiuni, quien afronta un juicio por liberar a un empresario acusado de corrupción que tenía su juicio demorado por tres años. Su detención fue respuesta de la Fiscalía al pedido del propio mandatario venezolano que pidió, durante un acto, que la apresaran y la condenaran a 30 años de presión, tras afirmar que dos siglos antes la hubieran fusilado por presunta corrupción.
Con casi cuatro décadas de carrera judicial, la jueza reconoció que la administración de justicia en Venezuela ya era señalada como corrupta e ineficiente pero indicó que, desde la llegada de Hugo Chávez al poder, se debilitó aún más al bajar exigencias académicas, disciplinarias y de carrera para los aspirantes.
Para esta renovación del Tribunal Supremo se postularon 400 candidatos, incluyendo un ex vicepresidente y destacados miembros del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “Una vez designados, los magistrados se quedan ahí 12 años”, dijo Mármol al tiempo que aseveró que “la columna vertebral de la democracia es un Poder Judicial autónomo e independiente pero eso es lo estamos perdiendo aceleradamente”.
Esta será la tercera vez que se modifica la composición de la máxima instancia judicial. Con la primera, realizada luego de la aprobación de una nueva Constitución en 1999, Chávez logró diluir la influencia de los gobiernos anteriores y con la segunda amplió el número de magistrados para asegurarse el control. El próximo relevo en el TSJ será en el 2012, cuando finalice el período de varios magistrados; el mismo año en que el presidente venezolano buscará una nueva reelección.
Reuters
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