Factores de poder-Patricia Poleo

 ****En los próximos días se definirá si existe un acuerdo entre los gobiernos de Hugo Chávez y Rodríguez Zapatero que favorezca al terrorismo.

Varios hechos relevantes y definitivamente interconectados ocurren simultáneamente en Venezuela y España, que podrían demostrar si existe complicidad entre ambos gobiernos que perjudiquen la lucha antiterrorista.

El etarra Arturo Cubillas se presentó ayer bien temprano ante el Ministerio Público en Venezuela, para que Luisa Ortega Díaz le lave la cara con un informe que enviará a España junto con la negativa de extradición de Cubillas, porque éste tiene nacionalidad venezolana y el Estado debe protegerlo, usando por cierto las mismas herramientas con las que persiguió a venezolanos de verdad verdad por el hecho de pensar diferente al Régimen y expresarlo.

Al mismo tiempo Venezuela envía a España una solicitud de extradición contra el general Néstor González González, quien está prestando declaraciones en el mismo caso donde aparece Cubillas, y en el que se han presentado evidencias del entrenamiento de ETA por miembros de la FARC, en territorio venezolano con apoyo del Gobierno. Si alguien tiene pruebas de la relación del Régimen chavista con la guerrilla colombiana ese es Néstor González González.

En medio de esto, la Ministra de Relaciones Exteriores del Gobierno español, Trinidad Jiménez, ha declarado sin prurito ante el senado de su país, que en Venezuela no hay presos políticos. Esto, como si la Jiménez no estuviera al tanto por ejemplo, de que el lunes de ésta misma semana, un tribunal español decidió dejar en libertad al ciudadano venezolano Mario Rocco, quien semanas atrás había sido detenido por Interpol en su trabajo en las Islas Canarias, debido a una requisitoria de Venezuela. Rocco, cuyo delito es haber sido escolta del presidente Carlos Andrés Pérez en el 92 cuando Hugo Chávez intentó un golpe de Estado, pudo demostrar que la causa judicial en su contra, tiene orígenes en la persecución política. Y de todo esto estaba al tanto Trinidad Jiménez cuando emitió el martes su declaración en el parlamento.

Aunque aún no está claro si González González está físicamente en España, su proceso de extradición no podrá ser decidido a “dedo” por la complaciente Trinidad Jiménez, sino que esto pasaría a través del filtro de la justicia española que hasta ahora ha demostrado que no está manejada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, y que es precisamente la que lleva adelante el juicio que incrimina a Cubillas. Y es posible que pocas personas puedan aportar tanta información como la que hasta ahora se ha reservado el general González González.

Con su declaración, Trinidad Jiménez ha mostrado de forma adelantada que cree en la transparencia e independencia del Poder Judicial en Venezuela, pues al desconocer la realidad de la persecución política en Venezuela, descarta que el Régimen utiliza a la justicia como su brazo ejecutor y bajo sus intereses. Y vaya que al Gobierno de Hugo Chávez no le interesa que Cubillas sea interrogado y juzgado por un tribunal independiente español. Cuando a Trinidad Jiménez en su calidad de Ministra del Interior le llegue el informe suscrito por Luisa Ortega Díaz asegurando que Cubillas es un santo varón…¿Responderá con la misma línea que asumió al negar la realidad de la persecución política en Venezuela?

Pero Trinidad Jiménez va a tener que moverse muy bien e hilar muy fino para que no se le vean las costuras y que el parlamento español no ataje que puede haber un acuerdo entre el gobierno de Hugo Chávez y el de Zapatero para impedir una investigación que es básica en un punto crítico y medular en España: La lucha contra el terrorismo. En los próximos días veremos…