Lucio Quincio Cincinato fue un general romano que en par de ocasiones salvó a la república en momentos de guerra y conmoción social. Fue un hombre digno, admirado por su humildad, imparcialidad y patriotismo. Ya retirado de la vida militar, en par de ocasiones fue convidado por el senado romano a tomar las riendas de la república asumiendo poderes supra-constitucionales por un periodo de 6 meses. En ambas ocasiones Lucio Quincio Cincinato aceptó y entregó el poder de nuevo al senado después de haber cumplido su misión patriótica.
Quise comenzar la columna haciendo esa reseña histórica porque cada día las reuniones entre oficiales activos y retirados de las Fuerzas Armadas Nacionales son más frecuentes y recurrentes. Existen militares retirados con gran ascendencia en el estamento castrense que trabajan conjuntamente con patriotas activos de los diferentes componentes armados, diseñando una transición cívico-militar que será inevitable, y por los vientos que soplan, se llevará a cabo en el 2010 ó principios del 2011.
Existen 4 grupos bien definidos en el seno de las FAN: los chavistas de convicción (10%), los chavistas por interés (20%), los famosos institucionales (50%) y los radicales anticomunistas (20%). Los militares institucionales y los radicales anticomunistas, conforman el 70% de las FAN. Es decir, de cada 10 militares, 7 son antichavistas y repudian el uso de la Fuerza Armada como partido político y/o guardia pretoriana. Hoy en día la mayoría anda de bajo perfil esperando el momento preciso para actuar.
No es encaramado en una tarima o vociferando en una plaza donde se derroca a un dictador, creo que la lección ya fue aprendida.
El régimen tiene ubicados a algunos patriotas que en los últimos días han decidido irse a la clandestinidad por seguridad propia y familiar. Muchos de ellos han tenido reuniones de alto nivel con el Departamento de Estado norteamericano y con el propio embajador “gringo” en Venezuela, esto lo sabe el dictador y no hay nada que pueda hacer al respecto. La logística de la transición cívico-militar está siendo planificada y sólo faltan algunos detalles significativos.
Entro esos detalles, el más importante y el que ha causado mayor fricción entre los militares patriotas, es quién será la cabeza de la junta cívico-militar transitoria.
Algunos proponen nombres de figuras emblemáticas de la sociedad civil y otros proponen nombres de militares retirados con carreras incólumes y una hoja de servicio intachable. Otra corriente propone a un “outsider”, una persona sin conexiones políticas pero con conocimientos suficientes para poder llevar el barco a puerto seguro, rodeado de mentes brillantes y asesores de alto calibre.
La disyuntiva que existe actualmente en el seno de la RESISTENCIA PATRIOTA es natural, y la precipitación de los acontecimientos se encargará de solventar esas interrogantes en pleno desarrollo. El otro detalle que existe, es el momento preciso para actuar, algunos recomiendan actuar inmediatamente y otros creen necesario esperar hasta que el dictador se desgaste todavía más, o cometa un fraude electoral masivo.
El respaldo del pueblo es esencial y será determinante.
La tercera opción sería una revuelta popular espontánea que contagie a todo el país y les coloque la cabeza de la bestia colorada en bandeja de plata. Sea como sea, el plan está armado y Chávez será derrocado. Obviamente sería más fácil y menos traumático si la gente se vuelca a la calle y exige la renuncia del dictador en forma masiva, pero todavía pareciese que faltase un poco más para llegar a esos extremos.
Hasta ahora la falta de un liderazgo opositor “cojonudo” y certero ha ido en detrimento de la democracia y a favor de la dictadura, pero a partir del día pautado y decretado por la providencia emancipadora, su proceder habrá cesado y tendrán que rendir cuentas al igual que el monarca caribeño y su harén de focas ideológicamente prostituidas.
El dictador ha entrado en una encrucijada de vida o muerte, así lo decidió y su peor pesadilla se hará realidad. No es lo mismo llamar al demonio que verlo llegar. Si su mente enfermiza y trastocada pensó alguna vez poder adueñarse de todo un pueblo noble y dicharachero, la realidad le ha demostrado lo contrario. Su personalidad megalómana y mesiánica le nubló el juicio y el asesoramiento cubano lo llevó a la ruina.
El pueblo anda “arrecho” y no se conformará mucho tiempo más con trapitos húmedos ni políticos pendencieros. El 26 de septiembre es el punto de quiebre. Este adefesio criminal bautizado por el tirano como socialismo del siglo XXI ha llegado a su fin. Con fraude o sin fraude será derrocado. Y como dijo Oswaldo Álvarez Paz hace unos días atrás: lo volveremos polvo cósmico.
No será venganza ni revanchismo, será justicia a su máxima expresión.
La unión cívico-militar se encargará de pulverizar a la peste chavista y al tirano traidor. En el corazón de la patria y aunque muchos todavía no lo vean, soplan aires nobles y emancipadores de libertad, justicia y paz.
Tengan Fe, Chávez será derrocado; ya se pueden oír los pasos de Lucio Quincio Cincinato entrando a Miraflores.
“La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no se pueden expresar los propios pensamientos y en el que los hijos denuncian a sus padres, un estado semejante no puede durar mucho tiempo”
Winston Churchill
¡Patria, Democracia y Libertad!
Roberto Carlo Olivares
robertocarlo14@hotmail.com
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