 | Rocío San Miguel TalCual / ND |
Agosto 26, 2010
El incidente del Fuerte Tiuna es un campanazo sobre la situación militar en el país, y lo es por varias razones: 1. Ningún superior da la cara al país frente a la lamentable situación de oficiales asesinados. 2) Un individuo asesina 2 oficiales en la principal guarnición militar del país, impacta a 9 militares más entre oficiales y tropa y sale tranquilamente por la alcabala número 3 de Fuerte Tiuna. Todo esto, al día siguiente de que el Comandante Estratégico Operacional, mayor general Henry Rangel Silva, denunciara que la Fuerza Armada Nacional estaba involucrada, a través de la Policía Militar, en labores de seguridad ciudadana, otro destino mas.
Todas las conjeturas frente al incidente de Fuerte Tiuna son posibles, cuando nadie da la cara, incluso la de preguntarnos, por qué un soldado, después de tan horrendo crimen, busca declarar en Globovisión, según ha sido reseñado el hecho.
Lamentable situación. Incluso ocurre que, a pesar de las especulaciones que hay sobre el tema en los propios cuarteles, tampoco hay pronunciamiento del alto mando militar, lo cual hace suponer cualquier cosa respecto al incidente, especialmente por continuar aplicándose aún en la Fuerza Armada Nacional el Reglamento de Castigos Disciplinarios numero 6, a discreción de algunos comandantes, no sólo cometiéndose abusos, sino violándose disposiciones constitucionales del debido proceso y el derecho a la defensa.
Un ministro de la Defensa, a raíz de los sucesos de los soldados quemados en Fuerte Mara y ante la presunción de haberse aplicado la referida norma, señaló que cumpliría con el deber de iniciar los trámites para la derogatoria formal del Reglamento de marras, ante el Presidente de la Republica. Ni el ministro cumplió su palabra, ni el Presidente, que se hace llamar “soldado”, ha preparado el decreto correspondiente que sólo necesita de su firma y la publicación en Gaceta Oficial para derogar formalmente esta norma, que al parecer ha generado suficientes muertos en la FAN, todos subalternos o soldados.
En un país donde funcionara el mínimo mecanismo de independencia de poderes públicos y ante un hecho que impacta una institución de todos lo venezolanos como lo es la FAN, un alto mando responsable a esta hora hubiese dado una explicación.
El soldado a esta hora es un desertor, el Ministerio Publico ha iniciado los trámites de investigación judicial, conjuntamente con el Cicpc. Esperemos que este no sea otro crimen de los muchos que han ocurrido en la FAN en los últimos años, y donde nunca aparecieron culpables.
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