Este gobierno degenerado no haya qué inventar para que el país se olvide de la putrefacción de los alimentos de Pdval. La indignación pica y se extiende con las denuncias de reempaque de leche vencida.
Chávez se pasó de la raya con el madrugonazo de la exhumación con los restos del Libertador, sin dedicar un responso por su descanso eterno. Bolívar, aunque era masón, fue educado en la religión católica.
Algún curita de reparto, de esos que repiten “socialismo o muerte”, debió ser invitado para elevar una oración. Como era de esperarse, los convidados fueron tres santeros, paleros o espiritistas cubanos vestidos de blanco, que se dedicaron a prácticas absolutamente incompatibles con la religión cristiana. El Gobierno busca con desespero la forma de tapar el escándalo de los alimentos con temas de gran impacto, pero fracasa en los intentos.
Desde 2008, el vicepresidente ejecutivo, Ramón Carrizález, que autorizó las órdenes de compra de los alimentos, tuvo serios problemas con la ex ministra de comercio de Cuba, Bárbara Castillo; a pesar de las graves divergencias, el Presidente se la impuso.
Desde ese momento, Carrizález, que también era ministro de la Defensa, pensó renunciar, hasta que llegó el comandante Ramiro Valdés para dirigir el plan de fusionar la Fuerza Armada Venezolana con la cubana y renunció de forma irrevocable.
El lío en la Fuerza Armada se le puede ir de las manos al Gobierno. El alto mando pidió una reunión esta semana con el Presidente para tratar dos temas: el asunto de los alimentos descompuestos para dar una explicación al país y la conveniencia de sacar a Rafael Ramírez de Pdvsa; el otro punto es la presencia guerrillera que denunciará el Gobierno colombiano ante la OEA. Le propondrán que entregue a algún jefe guerrillero para curarse en salud.
Tic tac
Al paredón:
fuentes militares indicaron que la rueda de prensa del ex vicepresidente Ramón Carrizález después de su renuncia no se realizó debido las amenazas con cárcel y un juicio similar al del general Baduel
fuentes militares indicaron que la rueda de prensa del ex vicepresidente Ramón Carrizález después de su renuncia no se realizó debido las amenazas con cárcel y un juicio similar al del general Baduel
Código rojo:
fuentes de inteligencia señalaron que Chávez Labarca es un delincuente común que desde hace tiempo había sido introducido por el Departamento América en el círculo de Posada Carriles. Sus tareas son similares a la de otros espías infiltrados por ese organismo en gobiernos, grupos guerrilleros y cuerpos de seguridad, incluida la inteligencia americana, y “cuando no sirven se les da de baja”.
En 1997 fue contratado para colocar una bomba en el hotel Copacabana de La Habana y responsabilizar a Posada Carriles.
Hizo “un trabajo limpio” porque en ese atentado no murió ningún cubano, sino un ciudadano de nacionalidad italiana. Agrega la fuente que Chávez Labarca fue contratado para tapar el escándalo de los alimentos descompuestos y no es la primera vez que trabaja para el Gobierno de Venezuela: en junio del año pasado sembró unos misiles en la pista del aeropuerto de El Salvador, donde aterrizaría el avión presidencial de Hugo Chávez, para alertar a las autoridades salvadoreñas y cancelar su asistencia a la toma de posesión del presidente Mauricio Funes, alegando que perpetrarían un magnicidio. La verdad es que Hugo Chávez conocía el discurso del nuevo presidente salvadoreño, en el que anunciaba que seguiría el modelo del brasilero Lula Da Silva y no le interesaba asistir.
Patrulla mixta:
los periodistas colombianos deportados pudieron perder la vida en El Nula, estado Apure.
Fuentes de inteligencia manifestaron que dos guerrilleros del FBLN vestidos con uniforme de la GN que integraban la patrulla militar pretendían desaparecerlos antes de ser llevados al Teatro de Operaciones en Guasdualito … Tic tac
Fuente: El Nacional
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