VIVA VENEZUELA LIBRE!!!!!!

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EL FUTURO EN LA CALLE!

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En homenaje a nuestros héroes caídos y a nuestros presos políticos!!!

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Vuela alto hijo mío!!!...

A quien dió todo por su amor a Venezuela!!

A quien dió todo por su amor a Venezuela!!
" "VENEZUELA EXIGE LA LIBERTAD DE NUESTROS PRESOS POLITICOS!!!"....

viernes, 12 de marzo de 2010

MILITARES Y ESTUDIANTES: FRENTE A FRENTE COMO EN 1928

Desde 1810 Venezuela sufre de dos debilidades, en apariencia contradictorias, ha amado y encumbrado por igual a tiranos y estudiantes. Las tiranías venezolanas han sido de las más repetidas y algunas de ellas han figurado entre las más largas de la América Latina.

Aunque la casi totalidad de los tiranos han sido militares no han faltado algunos magistrados civiles que han caído en las tentaciones del absolutismo político.

La paciencia del país con los tiranos ha sido tan manifiesta, que mientras a ilustres venezolanos se les derrocó a pocos meses después de haber sido investidos con la Presidencia, a esos miserables sargentones se les mantuvo por decenios como si fueran genios tutelares de la nación.

En Venezuela la historia que escriben todos los profesionales de esa rama de la Ciencia Social tiene un acentuado sabor religioso. Lo mismo José Gil Fortoul, áulico de Juan Vicente Gómez, que Carlos Irazábal, historiador marxista, ponen un acento religioso en sus apreciaciones y el país, según ellos, se divide entre Bolívar el bueno y Gómez el malo.

Una división que nada tiene que ver con la Ciencia y sólo ha servido para denotar el grado de alienación que la clase dirigente ha creado en el país. Un país que se divide entre Jehová Bolívar, que como Dios es omnipotente y bondadoso, y Satanás Juan Vicente Gómez, malo en todo momento, no tiene el menor respeto por la verdad objetiva.

Esta manera mitológica y religiosa de ver la realidad es tan draconiana que los historiadores marxistas irrespetan a Carlos Marx cuando tratan de demostrar que el creador del socialismo científico no quiso escribir los conceptos con los cuales juzgó el pensamiento y la acción de Simón Bolívar y que sólo sucumbió al engaño perverso de unos intrigantes.

Los tiranos venezolanos desde Páez, abriendo la marcha, hasta Hugo Chávez, en cierto modo cerrándola, no ha tenido ninguno de ellos, calibre histórico. No ha habido en Venezuela un Diego Portales en el poder que hizo de Chile la República burguesa más ilustre del continente.

Aquí no ha llegado al poder un Facundo Quiroga, verdadero azote de Dios, pero genio guerrero de raras capacidades. No ha pasado por la Presidencia un García Moreno quien quiso convertir a Ecuador en un convento de clausura.

Después de Juan Vicente Gómez, que abusó con sus veinte y siete años, pero no suscitó otros movimientos de resistencia que los nacidos de la masa estudiantil, el tirano de más duración fue Marcos Pérez Jiménez, de una mediocridad completa, pero ante todo ignorante y nada valeroso.

Refiriéndose a él le oí decir a Carlos Delgado Chalbaud, en el despacho presidencial de Miraflores en 1947, que él mismo era el único vínculo que ligaba a los militares venezolanos con la civilización.
Venezuela con sus tiranos se parece a ciertas potrancas briosas y agilísimas que se aquietan hasta lo inimaginable cuando alguien les acaricia las ancas. El tirano de Venezuela, por el cual sintió y sigue sintiendo el país un respeto casi mítico, es prototipo, cauce y banderín de enganche.

Hugo Chávez no es un tirano clásico. Ha tolerado más que ninguno de sus predecesores la crítica de la opinión y sólo ha cometido atropellos que para colocarlos en el casillero correspondiente los calificaríamos de policiales. Molestar, importunar y pisotear tal vez sean sus arbitrariedades más salientes.

Pero esas características, que son lo más cercano a la verdad respecto del régimen bolivariano, ratifican sin más remedio la mediocridad de éste. Un gobierno, en efecto, que sólo molesta y no reprime a fondo, que estorba sin pasar del atropello policial, exhibe ante todo una medianía irreparable.

Desde el momento en que aparece en el horizonte un tirano o pseudo-tirano, empiezan a salir de los liceos y universidades los estudiantes que son el tándem histórico en nuestro país y escriben y leen la sentencia condenatoria al tirano de turno.

Los estudiantes como fuerza política nacieron un día de febrero de 1928 cuando un poeta tocuyano declaró, en el escenario del Teatro Municipal de Caracas, que tenía una novia llamada Libertad.

Aquellos versos inocentes que tenía más de declaración amorosa que de diatriba insurgente crearon en el apacible país de ese año tal crisis política que Juan Vicente Gómez tuvo que colocar en la Presidencia de la República a uno de sus protegidos, como concesión al clima forjado por los estudiantes.

Y, cuando los estudiantes marcharon de la esquina de San Francisco al Panteón Nacional a colocar una ofrenda floral a los fundadores de la nacionalidad, el aplauso ruidoso de las gentes que se arremolinaban en las aceras fue uno de los plebiscitos más elocuentes que haya visto la capital de Venezuela.

Desde entonces los estudiantes tienen, en el Olimpo republicano de nuestro país, el lugar más predilecto, la cúspide más sentimental y más alta. Ellos son, hasta hoy, la serena Cruz del Sur o la insustituible estrella Polar que dirige a toda una nación.

A Marcos Pérez Jiménez, que se le creía atornillado al poder, lo derrocó la incesante ola de pequeñas manifestaciones que salían desde el edificio de la vieja Universidad Central a manifestar con acciones relámpagos en el centro de Caracas.

Aquellos puñados de jóvenes que aparecían en las calles con gritos y pancartas desataron tal crisis que la tiranía de Pérez Jiménez se hizo inaceptable, ante todo, por anacrónica. Desde 1958 era más difícil conectar al movimiento estudiantil con los cuarteles, hoy no es necesario dar cacería a los militares para hacer contacto con ellos.

Los oficiales de las cuatro ramas de la FAN fueron, todos ellos sin excepción, estudiantes en los liceos de la República antes de cursar la carrera militar.

A las calles de nuestro país han regresado estudiantes y militares. El desenlace lo sabe esa mujercita fisgona que es la historia. Con frases entrecortadas la historia irá revelando lo que sólo ella conoce desde el principio.

Las dos debilidades de Venezuela están ahora en la calle.

Fuente: quintodia.com
Foto: Archivo

http://www.canaldenoticia.com/militares-y-estudiantes-frente-a-frente-como-en-1928

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