Indiferencia, fue lo que notó Patricia Poleo en algunos colegas cuando hace cuatro años decidió exiliarse para escapar de lo que ya en ese momento consideraba el inicio de una persecución contra la disidencia, a la que los periodistas críticos no escaparían. Su padre, Rafael Poleo, corrió la misma suerte y no solo él ha tenido que emigrar a Miami, Estados Unidos, sino que -según Patricia Poleo- ya hay suficientes periodistas venezolanos en la Florida como para montar un periódico.
“Yo traté en ese momento de hacer entender que no era algo contra mi sino una política de Estado, ya hoy en día nos estamos dando cuenta que no era contra mi. Quizá yo fui la primera, pero esto es una política de Estado. Chávez necesita someter a los medios de comunicación para él avanzar en lo que él quiere, y lo que quiere es el poder indefinidamente y quienes lo hemos frenado hemos sido los medios de comunicación”.
Patricia Poleo asegura que el sistema de justicia se ha utilizado en Venezuela como el paredón de fusilamiento que se usó en Cuba contra la disidencia. Sostiene que esta ha sido la forma que ha escogido el presidenta Hugo Chávez para sacar a la disidencia y acabar con los detractores. “En realidad no hay sistema de justicia en Venezuela y eso determina que tampoco hay democracia porque cuando una decisión depende del poder central ya eso no es justicia. Hay que recordar que los dictadores pasan y los periodistas quedamos”.
Acoso judicial
A Patricia Poleo la acusó el Ministerio Público de homicidio calificado por el caso del fiscal Danilo Anderson; a su padre, Rafael Poleo, director del diario El Nuevo País, se le imputó el delito de instigación a delinquir por haber opinado que el presidente Chávez terminaría como el dictador italiano Benito Mussolini, “con la cabeza para abajo”.
“A mi no me están sacando del país por la frase que dije, así como a RCTV no lo cerraron por los argumentos formales que dieron”, señaló Rafael Poleo en conversación telefónica con La Verdad, quien coincidió con su hija de que la persecución a la prensa libre es una política de Estado.
El director del diario El Nuevo País recuerda que esto no es nuevo para él. Ya durante el segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez debió recurrir al exilio por razones políticas. Señala que aunque obtendría el asilo “con mucha facilidad” no lo solicitara y buscará con sus abogados la manera de resolver su situación de inmigrante en Estados Unidos.
El destino de los medios de comunicación que tiene en el país no le quita el sueño. Advierte que con las amenazas no se la suele llevar muy bien y su norte es seguir haciendo el periodismo que ha hecho siempre, sin chantajes, y cuéstele lo que le cueste.
“Sobre Zeta y el Nuevo País, ellos (Gobierno) pensaban que iban a lograr que estos medios se plegaran a su línea para que yo de alguna manera negociara mi regreso, pero no hay negociación, si quieren que los cierren pero Zeta y el Nuevo País están en manos de periodistas muy responsables con quienes yo siempre he estado más como un asesor que como un jefe y ellos seguirán haciendo el periodismo que han hecho siempre”.
Prohibido investigar
El caso más reciente de exilio periodístico, por así llamarlo, es el de Freddy Machado, corresponsal de Globovisión en el estado Táchira, a quien se le abrió una causa por retención ilegal de documento oficial. Su delito fue hacer periodismo de investigación. El comunicador social dijo a este rotativo vía telefónica desde la Florida, que había decidido huir del país en vista de la persecución que se había iniciado en su contra, que pasaba por una medida privativa de libertad de la que había sido alertado.
Por la misma causa se encuentra detenido en la cárcel de Santa Ana, estado Táchira, su colega Gustavo Azocar. Se trata de un delito previsto en el artículo 78 de la ley Contra la Corrupción que pena con prisión de tres a siete años el ocultamiento, inutilización, alteración o destrucción total o parcial de un libro o documento que curse ante cualquier órgano o ente público.
“Con este artículo 78 de la ley Contra la Corrupción, se cercena el periodismo de investigación, se acaba con él, pero en la realidad nosotros hemos desarrollado en Venezuela unos sistemas de investigación que están al nivel del mejor periodismo del mundo. Esta ley trata de impedir que eso se desarrolle públicamente pero en la realidad estamos mejor preparados que hace 10 años cuando comenzó este Gobierno”.
Patricia Poleo destaca que una de las características de los gobierno dictatoriales es no dar acceso a los periodistas a la fuente oficial para hacer más difícil verificar cuando hay hechos de corrupción. Aclara que también ha ocurrido en Latinoamérica con gobiernos que no son dictatoriales pero sí son corruptos y les impiden a los medios de comunicación el acceso a la fuente.
“El periodismo de investigación en América Latina se ha desarrollado en Gobiernos como el que tenemos nosotros, fíjate que en Perú el periodismo de investigación se desarrollo y se hizo importante en la época de Fujimori, porque es cuando el periodista necesita herramientas más sofisticadas para investigar precisamente porque te encuentras con el bloqueo oficial y hay persecución y el periodista tiene que hacerse más estratégico. También ha pasado en Colombia cuando el narcotráfico era más fuerte. Eso es lo que ha pasado en Venezuela, aunque siempre ha existido el periodismo de investigación lo hemos desarrollado es precisamente por este tipo de Gobierno que tenemos”.
Aprobado el asilo
Después de cuatro años en trámite, finalmente fue aprobado hace unas tres semanas el asilo a Patricia Poleo en Estados Unidos, donde logró permanecer con una medida especial durante el proceso. “Yo tengo la idea de que mi asilo duro tanto porque era un caso muy emblemático y el Gobierno de George W. Bush no quiso meterse en problemas con Chávez. En esta nueva administración ahora sí hay una política de proteger a los venezolanos perseguidos”.
José Gregorio Martínez
La Verdad
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