El cáncer que padece el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir
Padrino López, recientemente intervenido quirúrgicamente en Cuba, dio
pie a una serie de maniobras entre distintas facciones del régimen de
Nicolás Maduro para ver quién controlará el crucial puesto, en un
delicado juego de ajedrez donde compiten algunos de los funcionarios
investigados por narcotráfico en Estados Unidos.
Fuentes cercanas a la situación dijeron que la intervención quirúrgica
en Cuba fue exitosa y que Padrino López actualmente se encuentra en
estado de recuperación.
Pero advirtieron que el lugar donde se encontraba el tumor, que apareció
dos años después de que el general fuese operado de un cáncer de
próstata, genera muchas dudas sobre su capacidad de permanecer a la
jefatura del Ministerio de la Defensa.
“Lo habían operado hace dos años de un cáncer de próstata y parecía que
la enfermedad estaba bajo control. Pero este nuevo que le salió es mucho
más grave. [Después que lo operaron], lo mandaron a descansar”, dijo
una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
La fuente agregó que Maduro quiere que Padrino López siga en el cargo,
sabiendo que la decisión de escoger a su remplazo podría terminar siendo
una caja de Pandora, pero al final todo dependerá de la condición
médica del militar.
No obstante, dos de los hombres más fuertes del chavismo han mostrado
poca disposición para esperar y desde ya han comenzado a medir sus
fuerzas para ver quién obtiene el control de la crucial posición, en una
pugna que enfrenta al número dos del chavismo, el presidente de la
Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con quien probablemente ocupa la
tercera posición, el gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami,
dijeron la fuentes.
Ambos están siendo investigados por fiscales federales de Estados Unidos
bajo sospecha que encabezan dos de las más poderosas organizaciones del
narcotráfico en Venezuela.
Padrino López, pese a su fuerte mano represora durante las
manifestaciones de protesta, es visto como el líder de un pequeño pero
influyente grupo de oficiales que han resistido los esfuerzos de Cabello
y El Aissami por terminar de ejercer total control sobre las Fuerzas
Armadas.
Presintiendo que éste es el momento de hacer precisamente eso, Cabello
está tratando de colocar al actual comandante del Ejército, el mayor
general Juan de Jesús García Toussaintt, un oficial poco querido dentro
de las propias Fuerzas Armadas pero que se ha vuelto sumamente rico bajo
la sombra del chavismo, dijeron las fuentes.
García Toussaintt, es de la total confianza de Cabello y es muy cercano
al ex jefe de Inteligencia Militar, Hugo Carvajal, quien ya fue acusado
formalmente por la Fiscalía Federal en el sur de la Florida de ser una
de las piezas clave del denominado Cartel de los Soles, organización de
narcotraficantes operada por altos oficiales y por funcionarios del
régimen de Maduro.
Del otro lado de la pugna, se encuentra el comandante de la Guardia
Nacional, Néstor Reverol, quien está siendo promocionado por El Aissami.
En la pulsada, Cabello pareciera contar con las mejores probabilidades de triunfo, pero aún no tiene la batallada ganada.
El ex secretario de Estado Adjunto para Asuntos Hemisféricos, Roger
Noriega, quien ha estado muy atento a los acontecimientos en Venezuela,
dijo que la última jugada del presidente de la Asamblea Nacional forma
parte de una serie de pasos que ha tomado recientemente para consolidar
su poder dentro de un régimen en crisis.
“Cabello se está imponiendo con más fuerza, directamente y
encubiertamente, posiblemente porque no quiere colocar su destino en las
manos de Nicolás Maduro. Quizás está buscando la manera de bajarse del
autobús”, comentó Noriega desde Washington.
En ese juego, asumir el control del ministro de Defensa podría terminar siendo una jugada importante.
García Toussaintt, sin embargo, es una figura problemática.
“Mis fuentes señalan que las autoridades de Estados Unidos están muy al
tanto de su participación en el narcotráfico, sus cercanos vínculos con
Carvajal, y su participación en actividades ilícitas”, señaló Noriega.
“Su designación [como ministro] estaría reforzando el carácter criminal
del gobierno de Maduro […] se estaría afianzando aún más ese carácter si
colocan a otro alto oficial que también está involucrado en el
narcotráfico”, advirtió.
El que Cabello lo esté promocionando, no es gran sorpresa para José
Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos
Políticos en el Exterior (Veppex), quien mantiene contacto con oficiales
activos en el país sudamericano.
“Este general forma parte de la cofradía de corruptos que Diosdado
Cabello ha conformado a su alrededor. Es una ficha suya y de su absoluta
lealtad”, señaló Colina en Miami.
“Diosdado podría estar pensando que su nombramiento le garantiza un
cierto control del Ejército, pero no creo que eso está garantizado
porque es un oficial que no tiene liderazgo dentro del Ejército”,
señaló.
Pero si García Toussaintt es visto como una mala elección para sustituir
a Padrino López, la posible designación de Néstor Reverol genera aún
menores simpatías, ya que ha sido identificado desde hace tiempo como un
de los actores clave en las operaciones del narcotráfico en Venezuela.
Para el ex comisario del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional,
Johan Peña, la historia de Reverol es una de las mayores tragedias en la
lucha contra el tráfico de drogas en Venezuela, ya que fue quizá uno de
los funcionarios que mayor entrenamiento recibió y que incluso tomó
cursos de especialización en el exterior.
“Fue Jefe de la ONA [Oficina Nacional Antidrogas], pero se terminó corrompiendo”, manifestó Peña.
Su designación como ministro, sin embargo, podría terminar siendo un
hueso difícil de roer, incluso para El Aissami, quien no solo se ha
convertido en uno de los hombres más cercanos a Maduro, sino que también
es uno de los más ricos y poderosos.
“El Ejército no va a aceptar que un general de la Guardia Nacional,
cuerpo que ni siquiera consideran un componente de las Fuerzas Armadas,
vaya a ser ministro de Defensa. Eso nunca ha pasado antes, y es muy
difícil que lo hagan ahora”, dijo Peña.
Colina coincidió.
“Eso crearía un cataclismo. Eso incomodaría muchísimo al Ejército”, afirmó.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario