Por: Luis José Semprum
Quienes plantean esperar hasta las próximas elecciones para comenzar a
resolver los problemas del país están dementes. ¿Acaso no ven que
Venezuela ya está estallando en pedazos?
Solamente hay que observar las colas y el desabastecimiento en los
anaqueles, ver las etiquetas con los altísimos precios de los productos,
y sentir el miedo colectivo por la inseguridad, para darse cuenta que
la situación no aguanta más. De aquí a diciembre todo va a empeorar, y
se corre el riesgo de una explosión social.
Además, las elecciones a la Asamblea no solucionarán la crisis
humanitaria; porque, aún si la oposición llega a derrotar el fraude y
hacerse con una mayoría simple, Maduro seguirá siendo presidente y el
TSJ seguirá dictando sentencias en favor suyo. La Fiscal, el Contralor
General, el Defensor del Pueblo y los rectores del CNE, continuarán
ejerciendo sus cargos. ¿Ya olvidaron que Maduro dijo que no respetará
los resultados si gana la oposición?
¿Qué hace falta para lograr un cambio de gobierno este mismo año?
Fomentar un gran acuerdo nacional, en el que participen todos los
sectores, y no solamente los partidos políticos. Hablarle claro al país
sobre la gravedad de la crisis, y exigir a los militares institucionales
cumplir con su deber de expulsar a los invasores cubanos, garantizar la
vigencia de la Constitución, y neutralizar a los colectivos armados.
Los militares deben entender que si no actúan ahora para rescatar la
democracia y salvar al país de la debacle, tendrán que enfrentar dentro
de poco un escenario mucho peor: una explosión social generalizada. ¿Qué
prefieren: salir de Maduro ahora, o masacrar al pueblo en la calle
después?
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario