El ex miembro de la Dirección Nacional del PSUV, Héctor Navarro, emitió
una carta pública en el portal Aporrea.org (borrada posteriormente) para
hacer consideraciones sobre la reciente carta del saliente ministro de
Planificación, Jorge Giordani.
Amigos socialistas: como ustedes saben normalmente no escribo en este
medio. Sin embargo me siento obligado por el tema que están tratando y
la persona de la cual se trata.
En primer lugar, me lo acaba de
confirmar Jorge Giordani, él NO HA ESCRITO NI VA A ESCRIBIR
ABSOLUTAMENTE NADA MÁS QUE SU CARTA que lo hizo con el objeto de elevar
ante el pueblo y vale decir, ante todos nosotros, la enorme preocupación
que lo ha asaltado desde HACE MAS DE UN AÑO, en relación distintas
situaciones que se venían produciendo y algunas de las cuales señala en
la famosa misiva.
Me constan los esfuerzos de Giordani
para lograr que el Presidente lo recibiera con el objeto de plantearle
muchos problemas y vías de acción. Algunos de tales problemas llegó a
plantearlos, con la solución propuesta, en un número importante de
puntos de cuenta que fueron simplemente devueltos, después de meses, por
el Presidente, con una firma y la marca “DIFERIDO” (todos con la misma
fecha de diferimiento), pero sin un comentario, recomendación,
observación…
El 14 de febrero de 2013 (nótese que
todavía no había fallecido el Comandante Chávez), Jorge Giordani estuvo
en la Dirección Nacional del PSUV y, de acuerdo a nuestros apuntes,
planteó allí varias de las cosas que ahora plantea en su carta;
resultado: Silencio absoluto. Allí surge la pregunta ¿cuál es el deber
de un revolucionario cuando agota todas las vías para alertar acerca de
problemas que están poniendo en peligro el propio curso de la revolución
y los que son responsables de escuchar y actuar no escuchan? ¿De verdad
puede ser calificado de traidor quien así actúa? Creo que en eso
debemos hacer un acto de reflexión profunda.
¿El traidor es Giordani porque, por
ejemplo, denunció la asignación de dólares a empresas de maletín y
propuso cursos de acción para impedir que eso siguiera ocurriendo? o
¿traidores son, aunque eso no se dice, los que asignaron los dólares que
hoy requieren los Hospitales, o necesarios para la producción y para
satisfacer las necesidades del pueblo? Creo que estamos desviando la
atención de lo verdaderamente importante:
¿Es que no va a haber respuesta a las
denuncias de Giordani? ¿Nos conformaremos con señalarlo como traidor y
en consecuencia no discutiremos la denuncia sobre la presencia del
“grupo francés” y lo que se estaba negociando a espaldas de los
intereses de la república?
Creo que nos corresponde exigir esas
respuestas así como la relacionada con la lista de las empresas que se
beneficiaron con la entrega de los dólares.
Por último una reflexión: ¿por qué será
que la derecha financiera, tanto nacional como internacional, que son a
la larga quienes se benefician cuando los países equivocan sus políticas
soberanas en materia económica, están aplaudiendo la salida de Jorge
Giordani?
Creo que nos corresponde discutir lo
sustantivo y creo que el Presidente debe, necesita, reflexionar frente a
todos nosotros, actuar de acuerdo a la responsabilidad de Estadista que
tiene y asumir ese enorme reto, que sería además de enorme nobleza, en
el sentido de reivindicar al Camarada Jorge Giordani, no en cuanto a su
nombre, que es bastante conocido, amado por el pueblo, recordado de
muchas situaciones difíciles que tuvo que enfrentar junto a Chávez sin
titubear, a diferencia de muchos otros a los cuales no sólo no se les ha
calificado de traidores sino que además se les ha premiado, sino
respondiendo a las múltiples interrogantes que surgen por la denuncia.
La Revolución se fortalece con la verdad, con la sinceridad, con la transparencia. Esas son cualidades de los revolucionarios.
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