Por: Marta Colomina
Su contenido hubiera sido impensable hace 14 años, cuando Chávez
prometía freír la cabeza de los corruptos y convertir a Venezuela en un
paraíso de bonanza y seguridad. Lo imaginamos escrito por un jubilado, a
juzgar por cómo recuerda las cosas disfrutadas durante 40 años de
democracia y hoy aniquiladas a manos de quienes han dilapidado recursos
que duplican a los de todos los gobiernos de aquellos 40 años juntos. El
relato es mucho más impactante que la opinión de los articulistas de
oficio, economistas y políticos y cita logros que los partidos
tradicionales no se han atrevido a defender sobre los 40 años de
democracia y libertad económica.
Aquí dicho texto:
“Hoy quise escribir unas líneas para recordarle al pueblo la Venezuela que éramos y la que somos hoy: Recuerdo
cuando iba al supermercado y había 7 tipos de mayonesa (Kraft, Mavesa,
La Torre del Oro, Nelly, el Castillo de Oro, Hellmans, La Rika); ahora
apenas se consiguen 2 y una no es mayonesa, sino aderezo. Recuerdo que
conseguir papel higiénico no era ningún problema, el problema era
seleccionar la marca; también que podíamos llevar la cantidad de azúcar y
de harina que quisiéramos y no teníamos límites como ahora. Recuerdo
que quien poseía un carro se daba el lujo de echarle cualquiera de los 5
tipos de gasolina que existían (83, 87, 89, 91 o 95), hoy en día
tenemos dos tipos, pero solo se consigue uno. Entonces existían los
simpatizantes de AD y Copei en una familia y nunca se peleaban: hoy
somos opositores y chavistas y nos odiamos a muerte gracias a Chávez que
nos dividió como familia y como venezolanos. Recuerdo que por un millón
de bolívares de los viejos nos daban en Colombia 15 millones de pesos y
hoy en día nos dan por un millón de Bs. y que fuertes, 75 mil pesos. Si
queríamos ir a EEUU (o a cualquier otro lugar) no necesitábamos a
Cadivi para que nos dieran los dólares: los comprábamos en el banco,
ya que un dólar nos costaba 4,30 Bs. de los viejos. Entonces si querías
un carro de agencia, te dabas el lujo de escoger el modelo y el color
que tú quisieras, hoy en día no lo consigues ni siquiera chocado. Y así
muchos recuerdos más que, mientras vienen a mi mente, más nostalgia me
da. Han pasado 14 años de “revolución” y esto es lo que han dejado:
hambre, miseria, inseguridad, odio, escasez, etc. Quizás vivíamos en un
paraíso demócrata llamado Venezuela y lo cambiamos por un infierno y
desastre llamado ‘socialismo del siglo 21′! ¿Quién se atreve a decirme que esto es falso?”.
A lo dicho por nuestro “jubilado” sumemos que en 1998 hubo 4 mil
muertes violentas mientras que 2013 concluirá con 25 mil homicidios,
según calcula El Observatorio Venezolano de la Violencia. Nos matan
hasta en nuestra propia casa
Vamos barranco abajo. Los ahorros del país se gastaron en
corrupción y “regaladera”. La escasez crece porque el oficialismo
destruyó nuestra producción agrícola e industrial con sus “exprópiese” y
porque ahora no hay dólares para las importaciones. La inflación
anualizada
en alimentos fue de 60,8% hasta julio y la devaluación de
Maduro y las subastas han depreciado en 150% el bolívar. En 14 años
destruyeron la herencia de infraestructura dejada por 40 años de
democracia: En carreteras y autopistas sin mantenimiento mueren por
accidentes de tránsito miles de venezolanos; acabaron con el sistema
eléctrico, con escuelas, hospitales y obras deportivas. El caos en la
salud pública se cobra la vida de los más pobres. Su ineficiencia y corrupción son tales, que quebraron hasta Pdvsa y empresas básicas.
Maduro decreta ahora “una emergencia nacional contra la
corrupción” que ha convertido en una cacería contra la dirigencia
opositora, mientras se hace el loco con el nepotismo de la 1ra
combatiente en la AN, los $ 20 mil millones de sobreprecio en plantas
eléctricas; los $ mil millones en “sanear” el Guaire; los $ robados en
Ferrominera que “darían para 1.400 maletas como la de Antonini”; las
denuncias de Makled que acusan a generales, ministros y diputados rojos;
o la de “ojitos lindos”, calificado por Capriles como “el mayor
corrupto del país”.
Pero el pueblo no es ciego: una encuesta del Sistema de Medios
del Gobierno (Sibci) revela que 82% de chavistas, 96% opositores y 89%
independientes consideran que en Venezuela hay “mucha corrupción” “y la
identifican como del Gobierno, no la inventada contra la oposición. Así
que el guión cubano de acusar a PJ de “narcotráfico, narcolavado y
prostitución” solo demuestra la podredumbre y el desquiciamiento mental
de la pandilla que llegó fraudulentamente al poder.Comentario Editorial de ImpactoCNA.
En la vilipendiada Cuarta Republica muchos de los más ilustres
intelectuales, ensayistas políticos, empresarios de éxito y buena parte
de la prensa escrita, en una proterva asociación con la izquierda
golpista y militarista, no descansaron hasta descalabrar aquella
democracia cuarentona. Era y sigue siendo frecuente el uso de la
expresión “partidos políticos agotados” y “sistema políticamente
moribundo” para solo mencionar algunas de aquellas expresiones que
estigmatizaron los gobiernos democráticos.
Comentario Editorial.
La democracia en su esencia garantiza la búsqueda de su propia
perfectibilidad. La alternabilidad en el ejercicio del poder, el control
del poder público y fundamentalmente, la independencia del sistema
judicial. El propio Ramón Guillermo Aveledo, hoy hipotecado al espejismo
de un dialogo inútil con el usurpador, escribió un valioso ensayo en el
que contrasta las ejecutorias de aquella democracia con el desastre del
autoritarismo chavista. En aquella denostada democracia era posible
alternarse en el poder cada cinco anos y, reiniciar periodos de gestión
pública para ser sometidos al escrutinio y decisión del electorado.
Hoy, después de 15 anos de atropellada gestión de gobierno, no hay
indicios serios de alternabilidad institucional.
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