Por Luis Manuel Aguana
Ni en los sueños más
alucinados de estudiantes de computación de los años 70 habría cabido que un importante
vocero y dirigente político "explicara" en la televisión a los venezolanos
- casi en cadena nacional-, lo que significa un BIOS. Nunca fue más patética la
explicación de un político tratando de cuadrar un círculo indescifrable, no
solo de cómo una cosa incomprensible para él podía funcionar, sino a la vez
justificar que "eso" que "habían descubierto los técnicos
opositores" era trivial y no constituía algo más que un desliz que podía
ser corregido cambiando las claves y sancionando al funcionario involucrado.
Y para agravar aún más el
cuadro, tratando de tapar que esa pendejadita no significaba, no solo la prueba
más irrefutable del fraude electrónico que he visto y que hemos denunciado
miles de veces con argumentos técnicos, sino el insulto más asombroso a la
inteligencia del venezolano. Si no fuera patético daría risa.
De mis buenos años mozos recuerdo que el BIOS
era el primer programita que jurungábamos cuando nos llegaba una máquina nueva
al laboratorio de electrónica de la Escuela de Física y Computación de la UCV,
en mi siempre recordada Facultad de Ciencias. Recuérdese que a mediados de los
70`s no había salido la primera máquina PC al mercado como la conocemos ahora.
Eso ocurrió a principios de los 80’s. Las máquinas de escritorio previas a eso
funcionaban como las de ahora, con unas tarjetas madres que traían su
microprocresador de Intel, Motorola o cualquier otra de las marcas de empresas
fabricantes de semiconductores, pero eran muy básicas –un rack feísimo y grande
con tarjetas, y casi que teníamos que programarlas a unos y ceros.
Esas máquinas no tenían un Sistema Operativo
tipo Windows sofisticado, sino una versión primitiva que permitía que se
programara el aparato en el lenguaje básico (assembler) del microprocesador de
la tarjeta madre. La manera que teníamos para interactuar inicialmente con la
máquina era entrarle al programa que el fabricante colocaba en un chip de la
tarjeta madre, el ahora famoso BIOS (Basic Input/Output System), para indicarle
desde donde se cargaría el Sistema Operativo (para ese entonces DOS-Disk
Operating System o cualquier otro semejante), que usualmente venía en un
diskette. El BIOS es un programa que
está asociado directamente con el hardware de la máquina ya que él sabe la
configuración que el fabricante le ha dado a su equipo y su electrónica
particular.
La pantalla del BIOS era lo primero que te
salía al armar el equipo cuando le pegabas un monitor estándar. Allí le decías
desde donde cargar el sistema operativo, desde qué enchufe (conector) de la
máquina pegar la impresora y otros periféricos, fecha y hora, qué tipo de video
tenías, tamaño de la memoria, y un montón de detalles técnicos sin los cuales
la maquina no sabría como funcionar.
Una vez configurado el BIOS, se encendía la
maquina otra vez, ella cargaba el DOS desde el diskette y desde allí la máquina
era operativa para programarla en cualquier lenguaje que el fabricante
incluyera en su menú de oferta técnica. Para más detalles pueden ir a Wikipedia
(ver BIOS en http://es.wikipedia.org/wiki/BIOS).
El esquema técnico en toda máquina, a pesar de
los violentos cambios tecnológicos en velocidad, sistemas operativos,
microprocesadores, modelos, etc, etc, etc., sigue siendo el mismo. Toda máquina
trae un BIOS que es necesario configurar para que funcione correctamente. Ahora
se le incorpora una clave de acceso para que no todo el mundo le meta la mano,
pero la razón por la cual está allí sigue siendo la misma: arrancar
adecuadamente el sistema operativo de la máquina y desde donde iniciarlo.
De esta corta explicación se deduce que el
BIOS no es ningún programa pendejo de fecha y hora como lo explicó ayer nuestro
político de marras en televisión nacional.
Si por ejemplo, queremos que un sistema
paralelo, completamente diferente al “auditado” por la oposición, se cargue
cuando se inicie la maquina, desde una localización distinta, se entra al BIOS
y se le indica. O por ejemplo, decirle a la máquina si existe una red desde
donde realizar cambios remotos, o cargar el sistema desde allí. ¿Vamos
entendiendo ahora la función del programa cuya clave tenía el PSUV?
El martes 2 de Abril tuve el honor de ser
ponente en un interesante Foro en El Nacional denominado “¿Habrá Fraude Electoral el 14A?”
Allí, conjuntamente con varios expertos, expusimos nuestro punto de vista en
relación al fraude que nos tiene preparado el gobierno para eternizarse en el
poder, con la anuencia de los técnicos de la oposición que, como se dijo ayer por
televisión, “estaban sacrificándose por el país” mientras nosotros nos
bañábamos en la playa en Semana Santa. Aquellos interesados pueden bajar mi
ponencia “Construcción de un Fraude
Técnico en 10 Pasos” (bajar desde https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDZERrOXh1WkdzV3M/edit?usp=sharing). Allí expongo una teoría posible de cómo se
puede hacer un fraude a los ojos de todos y sin darnos cuenta, que pasa
precisamente porque los técnicos del CNE que manejan las máquinas de los
centros pueden cambiar cosas, desde donde cargar el sistema-de acuerdo a esta
denuncia del BIOS- o poner un programa diferente a funcionar en lugar del
“auditado” por la oposición.
Pero más allá de esa
“denuncia”-que resulta muy sospechosa-, porque reivindica equivocadamente a los
técnicos opositores, quiero destacar algo que me sorprendió muchísimo. En lugar
de denunciar y solicitar una profunda investigación (que por cierto debió
realizarse ante el CICPC y no ante CNE) para conocer de donde obtuvo el técnico
del PSUV la famosa clave del BIOS, y además si tienen otras claves de mayor
importancia que no conocemos-por ejemplo el del secreto del voto-, para que no
se vuelva a repetir el hecho, y llevar ante los tribunales a todos los delincuentes
(que pueden ser de la oposición, del CNE, del PSUV o de SmartMatic), la
oposición solamente solicitó al CNE que se cambiaran las claves y se sancionara
al pobre técnico. ¿Qué tal? Pidieron que le botaran el sofá a la mujer infiel… ¿Será
que Aveledo no conoce el cuento? El gobierno tiene mucho real, no solo para
comprar una llave (Key o clave en inglés), sino el llavero completo. Cuidado
con eso…
El estamento opositor,
en lugar de felicitar a los “expertos” que trabajaron en Semana Santa mientras
el resto de los venezolanos “nos bañábamos en la playa” y que “descubrieron” a
ese técnico con la clave, debieron haberlos botado a todos de entrada ya que si
esa clave la tenían ahora ¿porque no la pudieron tener años antes y para el
resto de los procesos electorales que hubo después del 2004? ¡Debieron haberlo
descubierto desde el año 2004 y no el
2013! ¡Partida de incompetentes es lo que son!
En todo caso, a estas alturas no tenemos ni
que decir que el venezolano común está convencido que el gobierno hará trampa
el 14A, no solo las “triquiñuelas” ventajistas del 7-O. Hay un fraude
electrónico masivo a las puertas del país. Sin embargo, podemos decir que al
parecer al final estamos en sintonía con el candidato.
En ese sentido, debo hacerle el
correspondiente reconocimiento a Henrique Capriles por haber tomado finalmente una
postura frente al fraude del gobierno, sea como sea que lo llamen (ver http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/159386/capriles-alerta-que-el-gobierno-esta-preparando-el-plan-stalin-para-no-aceptar-los-resultados-el-14-a/).
La denuncia del Plan Stalin pone a la oposición en el terreno correcto. Si el
gobierno va con todo, como lo hemos denunciado, a robarse los votos de la
gente, entonces nosotros debemos ir con todo, no solo en la denuncia, sino en
la de exigir que no se nos impida votar libremente; que votemos sin
captahuellas y sin máquinas a la entrada de los centros, exigiendo que se
cuenten libremente todos los votos,
porque todos los venezolanos, no solamente el 54%, tenemos el derecho de ver y
contar nuestra elección, sin coacción y sin milicias.
Entonces ahora si vale la pena jugárselas por
el candidato y votar masivamente el 14A para el logro de un cambio radical de
las cosas. Ya Florentino esta retando al Diablo y cuando eso sucede los santos de
la oración inigualable del lance de Alberto Arvelo Torrealba, “Virgen de la Soledá, / Virgen del Carmen
bendita,/ sagrada Virgen del Real/,
tierna Virgen del Socorro,/ dulce Virgen de la Paz,/ Virgen de la Coromoto,/
Virgen de Chiquinquirá,/ piadosa Virgen del Valle,/ santa Virgen del Pilar,/
Fiel Madre de los Dolores/ dáme el fulgor que tú das./ ¡San Miguel! dame tu
escudo,/ tu rejón y tu puñal,/ Niño de Atocha bendito,/ Santísima Trinidá…”,
velarán por él.
Caracas, 4 de Abril de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana
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