Entrada la noche del domingo 14 de abril, Henrique Capriles Radonski tomó el teléfono y pidió hablar con su contrincante político, Nicolás Maduro. La comunicación tardó un poco en establecerse, pero al final se logró. El candidato de la oposición lo abordó sin demasiados preámbulos. Le explicó que los números que la oposición manejaba eran superiores a los que se pretendían dar a conocer y le exigió que no ofreciera ningún boletín hasta que se hiciera el conteo de todas las cajas y todos los votos.
De acuerdo con una fuente interna del comando opositor, Maduro negó esta posibilidad de entrada. Dijo que transmitirían el boletín inmediatamente y la comunicación se cortó.
Sin embargo, en una entrevista a CNN, el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo,
aseguró que inicialmente Maduro le habría dicho que lo consultarían
antes de lanzar los resultados; pero minutos después aparecieron los
rectores del Consejo Nacional Electoral dando el primer boletín.
Tras conocer los resultados dados por la rectora del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena,
se anunció una declaración del candidato de la MUD. Antes de aparecer
en las pantallas de televisión, Capriles, generalmente amable y
conversador con los periodistas, llegó a la pequeña sala de prensa muy
serio. Sin saludar a nadie. Pidió una botella de agua y se la tomó de un
solo tirón. Miró fijamente al frente.
Preguntó si ya estaban listas las cámaras. Apenas le dijeron que sí, comenzó a hablar.
Se pronunció sobre la ilegitimidad de Maduro y mientras lo hacía,
gesticulaba con fuerza, fruncía el ceño y se le brotaba la vena del
cuello. Todos los políticos que lo acompañaban estaban muy serios y con
las manos cruzadas sobre el regazo.
Apenas terminó de hablar se fue. Ya habían advertido que no
habían preguntas ni respuestas, pero a pesar de esto un corresponsal
extranjero le hizo una consulta. Repitió brevemente lo que había dicho
minutos antes. Al salir, se quitó la gorra y se la dio a una periodista
que estaba parada en la puerta. La muchacha, al recibirla, hizo como que
se desmayaba.
Capriles Radonski subió al piso de arriba para reunirse con un petite comité hasta bien entrada la madrugada.
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