La nueva oligarquía chavista

Una de las consejas del chavismo que le sirve de línea existencial, entre muchas otras, es "Con Chávez todo, sin Chávez nada". Y tienen toda la razón. Ahí, entre militares y civiles arrimados no hay más que puros bates quebrados. De hecho ninguno de ellos hubiera salido de un cuartel, de la jubilación universitaria o de los programas sociales de la cuarta que siempre sirvieron para que los izquierdistas de cerveza y palos de 12 años pudieran ir a hablar paja a Sabana Grande o a echarse un viajecito de vez en cuando para renovar sus barbas intelectuales en foros de comunistas también desvencijados.

Pero el militar golpista los sacó del mundo en el que se desenvolvían y todo con el cuento del golpe contra los partidos corruptos y la democracia falsa. Puede que la motivación haya sido relativamente cierta, pero estos militares nunca tuvieron la intención de arreglar nada. El verdadero fin de todo este cuento que llaman revolución, fue y sigue siendo, sacar a la vieja oligarquía y sus puestos de mando, para crear una nueva en la que ellos son protagonistas fundamentales. Y es lo que estamos viendo. Nuevos ricos, nuevos protagonistas. Malos, es verdad, pero nuevos. Otra carátula.

Pero los golpistas saben que para poder mantenerse en el poder, seguir chupando real y seguirse apoderando del país, sus riquezas y las empresas creadas por otros, es necesario que el jefe de la pandilla siga en la silla. Sin él no somos nada, decía Diosdado casi con lágrimas en los ojos y algunos moquitos a flor de nariz. Para hacer la demolición y posterior sustitución se han valido de todo. Desde pasarse por el bolsillo a la Constitución, como en el caso de RCTV, hasta crear y financiar socios para destruir a empresas de tradición y sólidas, como fue el caso de Ricardo Fernández Barruecos, un monstruo económico y financiero, nacido de las mismas botas que manejan al país, engordado compartiendo riquezas y aventuras con militares con ganas de chequera nueva y civiles con ganas de matar viejas hambres, con la sola idea de acabar y quebrar a Polar. ¿Cómo lo harían? Fácil. Competencia desleal. Usando todos los recursos del Estado para importar a bajos costos, incluso a pérdida, quitar del medio a todo el que moleste, pagando comisiones y coimas, dejando que un rico se hiciera más rico con tal de que cumpliera el trabajo sucio encargado y tarifado como un mercenario cualquiera. Esa era la misión de Fernández Barruecos. Pero, a pesar de todo lo sucio, fracasaron. Y hasta ahora han fracasado, salvo que el insustituible siga en la silla más allá del 2012. Ahí si es verdad que lo que todavía está medio en pie irá a parar a los bolsillos de los próceres de esta cosa mampara que llaman revolución.

Así han hecho con todo. Cemex, Rctv, Agroisleña, Cantv, Pdvsa, Banco de Venezuela, por solo mencionar algunas a título ilustrativo. Esas empresas no son del Estado. Eso, por la forma en que lo manejan, es de Chávez, su familia, amigos y sus lugartenientes, todo manejado a título personal aunque disfrazada de acto oficial y justiciero. La Huerta, por ejemplo. Una nueva oligarquía nació amparada bajo la forma de Gobierno. Igual que en Cuba o la extinta Unión Soviética.

Y para continuar es necesario hacer valer el trato "Con Chávez todo, sin Chávez nada".

Y la estafa es continuada.

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http://blogs.eluniversal.com/2011/06/04/la-nueva-oligarquia-chavista.shtml