Las aristas del embargo

Veneconomía
CARACAS (infoCIUDADANO)
04/Marzo/2011

El congresista republicano Connie Mack, presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, volvió a proponer que se incluya a Venezuela en la lista de los países que instigan al terrorismo y que se le aplique al país un “embargo pleno” por violar la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión contra Irán (CISADA, según sus siglas en inglés).

Tal vez muchos venezolanos tiendan a ver a la medida propuesta como algo positivo en la búsqueda de una salida a la crisis económica, política y social en la que ha sumido Hugo Chávez a Venezuela. Sin embargo, una medida como ésta tiene peligrosas aristas que podrían, contrario a lo que se piense, traer más mal que bien para el país.

Para comenzar, un embargo pleno, implicaría un bloqueo económico con serias repercusiones en cuanto a las restricciones al intercambio comercial de cualquier tipo, incluyendo bienes, productos y materias primas. Esto para un país como Venezuela, dependiente en alto grado de las importaciones de bienes y productos básicos para la subsistencia, causaría calamitosos estragos en su ya golpeada población. Agravado esto con el fuerte impacto que tendría para su economía el que EEUU, principal cliente del petróleo nacional, dejase de comprarle petróleo a Venezuela.

Lo peor, es que un embargo terminaría siendo una tabla de salvación para Chávez y su proyecto dictatorial. Éste le serviría al mandatario nacional como excusa para justificar el rotundo fracaso de sus políticas económicas, tal como lo ha sido para Fidel el embargo al que se ha sometido Cuba en estos más de 50 años de revolución castrista.

Incluso, algunos analistas piensan que una medida de esta naturaleza serviría para atornillar a Chávez en la silla presidencial, como lo ha hecho con Fidel Castro, Mahmoud Ahmadineyad y otros dictadores.

La otra arista de un embargo pleno, son las complicaciones que podrían traer para el ciudadano venezolano en cuanto a la posible congelación de cuentas bancarias; la tramitación de visas de negocios, estudiantiles o turismo e incluso, una eventual prohibición de entrar a Estados Unidos, entre otros.

Otro sería el cantar si el Congreso de los Estados Unidos y los países democráticos del globo aplicaran presiones efectivas de otro tipo contra el Gobierno de Chávez sin perjudicar al ciudadano. Medidas que le impidan a Chávez seguir con sus desmanes antidemocráticos y cercándole sus vínculos con las redes internacionales de gobiernos y organizaciones forajidas.

También sería otro el cantar, que la comunidad internacional exigiera al Gobierno venezolano retornar al curso constitucional, al respeto a los derechos humanos y al restablecimiento de las instituciones democráticas autónomas. Sólo así el país podrá volver a respetar los compromisos y tratados internacionales que ha suscrito.