Las verdades de Miguel

 

Mi comentario de la semana

La agenda Chávez. ¿De qué pata cojea la Mesa de la Unidad Democrática? Qué de cosas no nos dijeron cuando informamos que la oposición no obtendría más de 65 diputados en las elecciones del 26S. ¿Pero, es que ni siquiera con el escándalo de Pdval el Gobierno va a perder espacio en la AN?, era la pregunta obligada. ¡Estás loco Miguel! ¿Cuánto te pagó el Gobierno para que afirmes semejante barrabasada?, esas fueron las más suaves imprecaciones que me lanzaron. No, no estoy loco, la oposición como va no gana las elecciones del 26S; por una simple razón: porque baila al son que le toque Chávez. En el pasado, cada domingo los periodistas aguardaban frente a la casa de Gonzalo Barrios, esperando verlo salir para tomar nota de sus reflexiones dominicales; luego se iban presurosos a las redacciones a desplegar en los grandes titulares del día siguiente los monosílabos del “gurú” sobre la política criolla, provocando así la habladuría de la oposición. Ya Barrios no existe. Hoy tenemos nuevos protagonistas, ahora el hombre de la agenda de los domingos es Chávez. Cada Aló Presidente es el lugar donde Chávez le dicta la pauta a la oposición. Por eso la MUD tiene una pata coja. Sus voceros son repetitivos y carecen de creatividad. Disfrazan su falta de imaginación con la agenda de Chávez cada domingo. Desde hace bastante tiempo la oposición perdió su sintonía con el pueblo. Quiero referirme a los oportunistas, que abundan en la oposición como en el Gobierno. Esos que hacen del cinismo su tarjeta de presentación. Son improvisados y triunfalistas. Me pregunto en qué parte de la estratosfera vivirá la mayoría de los miembros de la MUD. Parten muy mal cuando se engañan a sí mismos. Están indefensos cuando es el propio Chávez quien los inspira. Se quedan en el discurso sin dejar de pensar en una vía expedita para llegar a Miraflores. Creen que convencen cuando aparecen como carmelitas descalzos. No tienen empacho en aceptar las exiguas presupuestarias que desde el poder les dejan colar. Mienten cuando se oponen a una reelección: pronto verán cómo todos sus gobernadores (ahora que pueden) se presentarán en busca de un nuevo mandato por los siglos de los siglos. Con esa perorata no pueden ganarle a Chávez. Ya dirán que me quiero congraciar con Miraflores, allá ellos. Yo sólo aspiro a que pongan los pies en la tierra. Son insensatos cuando toman a la CEV como cabecera de playa. Pienso que en la oposición no hay políticos buenos ni malos, parafraseando a Fernando Vallejo yo diría que hay peores. Se hacen que no quieren nada con el Gobierno y no pierden tiempo en espiarlo con admiración. No les duele el billete que se haya podido dilapidar en perjuicio del pueblo, lo que les molesta es que no sean ellos los protagonistas de la rebatiña. No tienen integridad para llamar a los demás ladrones. Ojalá y esta reflexión sirva para llamar la atención de las reservas morales que puedan estar opuestas a la gestión actual de Gobierno porque no le pueden seguir vendiendo espejitos al pueblo. No me siento dueño de la verdad, pero qué luminoso sería el futuro si contáramos con una oposición divorciada del Gobierno, una oposición revolucionaria. Así de sencillo, no hay que perder el tiempo buscándole la cuadratura al círculo.