Posibles consecuencias de la
ideologización de la seguridad
Por Carlos Ponce
Fuente: El Salvadoreño
Narco Oficiales Incluidos Lista OFAC |
No es secreto que el gabinete de
Gobierno está repartido entre funcionarios del presidente y funcionarios del
partido oficial. Está claro que el ramo de seguridad, como lo han afirmado
altos dirigentes efemelenistas, está bajo la responsabilidad de personas que
tienen fuertes vínculos con el instituto político de izquierda. Tanto el
ministro de Justicia y Seguridad Pública como el director de Policía, por
ejemplo, participaron en el conflicto armado, combatiendo en las filas del
Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) y la Resistencia
Nacional (RN), respectivamente. El primero incluso ha sido señalado como uno de
los mandos guerrilleros que planificó la ejecución del acto terrorista
perpetrado en década de los ochenta, conocido como "la masacre de la Zona
Rosa".
La historia demuestra que uno de
los primeros componentes estratégicos que los regímenes totalitarios de
izquierda extrema invariablemente buscan controlar son los cuerpos de
seguridad, ya que a través de ellos reprimen, persiguen y encarcelan a sus
opositores políticos. Empiezan por la "purificación" de las
instituciones, limpiándolas de todos aquellos elementos que no consideran
"leales" y asegurándose que estén dominadas por personas
ideológicamente identificadas con el Gobierno. Paralelamente, se montan
aparatos de inteligencia y seguridad secretos, encargados de desarrollar
actividades más grises y delicadas.
En la ruta hacia el cambio en la
que el FMLN asegura se encuentra El Salvador, como lo he mencionado en otras
ocasiones, se detectan señales que evidencian que la extrema izquierda
salvadoreña ya empezó el proceso antes descrito. Existen claros indicios que
sugieren que ya funciona un aparataje clandestino de inteligencia ligado a la
izquierda radical y que progresivamente se está tratando de transformar a las
instituciones del gabinete seguridad en entes que respondan a exigencias,
directrices y esquemas ideológicos de corte izquierdista.
La historia también ha demostrado
que los regímenes totalitarios de izquierda extrema, debido al diseño y
funcionamiento del aparato gubernamental, sucumben ante la codicia de sus
funcionarios y la consecuente epidemia de corrupción que se desata. En la
antigua Unión Soviética, por ejemplo, este fue uno de los elementos que
posibilitó el crecimiento de la mafia roja o crimen organizado ruso, que ahora
es una de las estructuras delictivas transnacionales más peligrosas y temidas
del mundo.
Más recientemente, se pueden
citar varios ejemplos en los países que forman parte de la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA) impulsada por Hugo Chávez: el general René
Sanabria, ex jefe antinarcóticos boliviano sentenciado a catorce años de
prisión en Estados Unidos por coordinar la seguridad de un cargamento de 140
kilos de cocaína; los generales Henry Rangel Silva, Cliver Alcalá y Hugo
Carvajal, altos jefes militares venezolanos, cuyas cuentas han sido congeladas
en Estados Unidos por orden del Departamento del Tesoro y que han sido
señalados como figuras claves del narcotráfico suramericano por Walid Makled,
capo de drogas venezolano capturado hace poco.
Recientemente, este periódico
publicó un plan en el que se detalla un cambio de estructura organizacional
dentro de la Policía. En el reportaje se cita a fuentes policiales que aseguran
que existen dos objetivos detrás de esta iniciativa: (1) homologar la
organización de la Policía salvadoreña con la nicaragüense; (2) crear nuevas
jefaturas para repartirlas entre oficiales afines a la izquierda radical.
El segundo objetivo es un
elemento preocupante, considerando los tristes antecedentes experimentados en
otros países antes mencionados en donde el apetito financiero de los jefes
policiales propicia su involucramiento en corrupción y/o patrones criminales.
Es necesario desideologizar el aparato de seguridad gubernamental y asegurarse
que esté compuesto y dirigido por gente técnicamente competente, de lo
contrario nos arriesgamos a terminar como uno de los ejemplos antes citados.
*Máster en Criminología y
Ciencias Policíacas. Columnista de El Diario de Hoy.
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