El
general René Sanabria, exjefe antidrogas de Bolivia, fue condenado este
viernes a 14 años de cárcel por cargos de conspirar para traficar
cocaína a Estados Unidos, informó una fuente de una corte en Miami, que
también sentenció a nueve años a su cómplice, Marcelo Foronda.
Sanabria, zar antidrogas del gobierno del presidente Evo Morales
entre 2007 y 2008, fue detenido en febrero en Panamá y extraditado a
Miami. También fue condenado a cinco años de libertad vigilada tras
cumplir su pena de cárcel, informó la corte. La defensa del general
boliviano anunció que apelará.
La jueza Ursula Ungaro, de la corte de distrito sur de Florida, leyó
la sentencia ante los dos acusados que cumplirán su pena en una cárcel
de Miami, y poco después el general Sanabria pidió llorando a la
magistrada que le redujera la pena, contaron testigos que estuvieron en
la sala.
“Debo asumir mi responsabilidad por la ofensa a este país”, dijo
Sanabria, de 54 años y vestido de prisionero, afirmando que sus hijos lo
necesitaban, como último recurso de persuasión ante la jueza federal.
La abogada de Sanabria, Sabrina Puglisi, confirmó tras la sentencia
que apelará por considerar que su cliente no era organizador del delito
de narcotráfico y apoyándose en que el cargo por el que se declaró
culpable es de conspirar para importar drogas a Estados Unidos, sin
tener ningún registro criminal.
Sanabria y Foronda fueron extraditados de Panamá a Estados Unidos en
febrero pasado, tras una operación de la Administración Antidrogas
estadounidense (DEA), y en Miami la Fiscalía Federal y la agencia anti
narcóticos (DEA) lo acusaron de conspiración y tráfico de cocaína en
Estados Unidos.
Según la DEA, Foronda entró en contacto en 2010 con supuestos
narcotraficantes colombianos que querían distribuir la droga en Florida.
El general Sanabria, entonces jefe de la división de inteligencia
antinarcóticos de la Policía, accedió a dar cobertura al envío.
En septiembre de ese año un carga de 144 kilos de cocaína fue enviada
al puerto de Miami camuflada en un contenedor con zinc que había
transitado a través del puerto chileno de Arica.
Este incidente volvió a enturbiar las complicadas relaciones de Bolivia con Estados Unidos.
El sábado pasado el presidente Evo Morales advirtió incluso que el
caso de su exjefe antidrogas podía dar lugar a un complot en contra del
propio mandatario o de su gobierno y llamó a sus ministros a estar
preparados.
“¿Qué estará negociando para que su pena sea más corta?”, preguntó
Morales, un férreo enemigo de Estados Unidos, refiriéndose al general
René Sanabria.
Ante un eventual complot, “estamos preparados, nuestros cancilleres,
nuestro ministro de Gobierno (Interior), todos los ministros están
advertidos en el gabinete: ¡prepárense!, ¡qué no vendrá!, ¡qué no
habrá!, ¡qué estarán preparando!, (pero) estamos preparados”, dijo
Morales.
La oposición boliviana había advirtido que la confesión de
culpabilidad de Sanabria en Miami podría salpicar al gobierno del
presidente Morales.
El gobierno de Morales expulsó en 2008 a la DEA de su territorio en
medio de un conflicto que también implicó la expulsión del embajador
estadounidense en La Paz.
La cooperación norteamericana fue reducida de 20 millones en 2011 a
10 millones de dólares en 2012. Esa línea de ayuda viene disminuyendo
desde 2006, año en que asumió Morales.
En el primer año de gobierno de Morales, la ayuda estadounidense
rondaba los 80 millones de dólares, de los que 42 millones de dólares
iban directamente al combate contra las drogas.
Bolivia es el tercer productor mundial de hoja de coca con 30.900
hectáreas cultivadas, de las cuales 12.000 son para consumo legal.
Según cifras oficiales, en 2010 se erradicaron más de 8.200 hectáreas de cocaína.
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