Funcionarios de la administración de Barack Obama, al igual que congresistas y analistas, vienen insistiendo en que Colombia no debe ceder ante las presiones del presidente Venezolano Hugo Chávez – que también solicitó la extradición de Makled- y que sería un “grave error” si se le envía a Caracas.
En público, el Departamento de Estado solo se atrevió a decirle a ELTIEMPO.COM que suelen no comentar sobre solicitudes de extradición y que las preguntas deben ser referidas al gobierno Colombiano. Sin embargo, es otro el ambiente en privado.
Fuentes en el departamento de Justicia dicen que el venezolano de origen sirio es un “blanco prioritario” y están ansiosos por que sea extraditado a EE. UU. y exponga a los miembros del gobierno de Chávez que supuestamente colaboraron en sus actividades de narcotráfico.
De hecho, la semana pasada la directora asignada de la DEA, Michele Leonhart, dejó claro el interés que hay en su país. “Gracias al gran trabajo con nuestro socios en Colombia, Makled está tras las rejas y esperando su extradición a EE. UU. Había construido un enorme emporio de narcotráfico. Su arresto impactará la oferta mundial de drogas y estamos comprometidos ahora en asegurarnos que enfrente la Justicia de EE .UU.”, dijo la funcionaria.
Makled fue arrestado en Cúcuta el pasado 18 de agosto tras una solicitud de arresto con fines de extradición emitida por Washington un día antes, según consta en nota diplomática enviada por la embajada de Estados Unidos en Bogotá.
“La embajada de Estados Unidos en Bogotá… tiene en el honor de pedir la captura y detención con fines de extradición de Walid Makled”, dice la nota que está radicada con el numeral 1.000 y fechada el 17 de agosto.
En esa misma nota, Estados Unidos dice que el pedido es de “carácter urgente” y que una “solicitud formal” de extradición sería enviada 10 días después de su arresto anexando toda la documentación requerida.
Desde su captura, el venezolano ha dado varias entrevistas en las que ha salpicado a altos militares en el vecino país.
Chávez, que hizo llegar su solicitud formal de extradición pocos días después de la captura, ha dicho que Estados Unidos quiere la extradición de Makled para desacreditarlo, y anunció que el presidente Juan Manuel Santos se había comprometido personalmente a enviarlo a Venezuela.
Algo que admitió el propio Santos hoy: “Yo le di mi palabra y una vez se surtan los trámites jurídicos se hará la extradición a Venezuela”, aseguró el mandatario.
Según Santos, la solicitud de Venezuela es anterior a la estadounidense pero no es claro si se refiere a pedido oficial, o si se tuvo en cuenta la orden de detención que envió EE. UU. un día antes de la captura.
En declaraciones a ELTIEMPO.COM este domingo, funcionarios de la Casa de Nariño admitieron que el caso es toda una “papa caliente”.
Chávez, prácticamente, lo está usando para medir el compromiso de la administración Santos en esta nueva etapa de las relaciones. Y su extradición a Estados Unidos, no hay duda, podría echar por la borda todo lo avanzado.
En EE. UU. tampoco sería comprensible que su aliado de años, y a quien ha dado más de 7.000 millones de dólares en la lucha contra el narcotráfico, se inclinará por Caracas. Sobre todo pues fueron ellos los que pidieron su arresto y en una operación en la que la DEA puso su cuota.
El tema, además, ya ha llegado al Congreso, donde los republicanos -muy críticos de Chávez-, han ganado relevancia tras su victoria en las legislativas del pasado 2 de noviembre.
En una entrevista con el Miami Herald, Connie Mack, representante a la Cámara por el estado de Florida, le pidió al Departamento de Estado que diera la pelea por la extradición de Makled, no sin antes criticarlo por no estar moviéndose con vigor para asegurarla.
“Parecería como si la posición de la administración Obama con Chávez es la de rendirse, extenderle una mano. Como si eso nos beneficiara en algo. Si podemos traer a Makled, nos aportaría mucha evidencia sobre el rol del gobierno de Venezuela en el narcotráfico”, dijo el legislador, republicano de más alto rango en el Subcomité para el Hemisferio Occidental.
De igual parecer es Ileana Ross- Lehtinen, que a partir del año entrante será la presidenta del Comité de Relaciones Internacionales en la Cámara.
Joel Hirst, del prestigioso centro de pensamiento Consejo para las Relaciones Internacionales, dice que el caso Makled es “la primera amenaza para el romance Chávez- Santos”.
Según Hirst, si bien Santos está en una “posición muy difícil”, es del interés de ambos países que Makled sea juzgado en Nueva York.
“Santos -dice Hirst- podría estar inclinado a enviar a Makled a Venezuela para preservar el deshielo de las relaciones. Eso no sería sabio. La administración Obama debe, con firmeza y resolución, demandar que Makled sea enviado a EE. UU. Una nueva Cámara con mayoría republicana puede recordarle a Santos que la aprobación del TLC puede estar cerca, pero solo si Santos evita que las políticas regionales interfieran con su compromiso de acabar con el tráfico de drogas”.
Roger Noriega, ex subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, menciona también que Colombia debe tener en cuenta que es signatario de la Convención contra la Tortura y debe considerar esto a la hora de extraditar a Makled a Venezuela.
Fuentes del gobierno estadounidense aclararon, no obstante, que las leyes de extradición son complejas y que no siempre el orden de llegada de una solicitud, es lo que indica las preferencias. Cosas, por ejemplo, como el origen de la persona -en esta caso Makled es venezolano- y el tipo de crimen por el que se le pide -tiene cargos por asesinato en Caracas- pueden ser factores de más peso a la hora de decidir a dónde se extradita.
El Tiempo
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