El Gobierno tomó todas las sucursales de la empresa española. (Foto Orlando Nader)
Franlia Rodríguez H.
Maracay, (REDACTA).- Productores que hacen vida en Portuguesa y Aragua, entidades de amplia producción agrícola, temen que ante la expropiación de Agroisleña merme el suministro de insumos, maquinarias y apoyo crediticio que por años ofreció la empresa.
Tomando como referencia la estandarización de grandes emporios que se ha concretado en los últimos diez años, los trabajadores del agro consideran que en un lapso de seis meses o, quizás en menos tiempo, los efectos de la toma forzosa de las empresas del Grupo Fraga comenzarán a generar efectos.
De acuerdo con las reflexiones del director nacional de Fedeagro, Tony Pestana, si el trabajo que venía realizado Agroisleña durante más de cinco décadas desmejora en cualquiera de sus vertientes, los más afectados serán los consumidores.
Expresó que de acuerdo con la irregular actividad económica que se está presentando en el país, los mas importante es sumar esfuerzos, fortalecer los eslabones de la cadena alimenticia y ampliar la superficie de siembra, para que así sea garantizada la soberanía alimentaria.
Temor y zozobra
Ante las medidas de expropiación y "recuperación" de tierras que ha ordenado el Ejecutivo nacional, los trabajadores del campo temen exponer ante la opinión pública su objeción, pues manifiestan estar en constante zozobra por las decisiones improvisadas del Gobierno.
Pese a la lamentable situación, agricultores asociados a Asoportuguesa estiman que los efectos negativos de la expropiación de Agroisleña podrán verse reflejados en la producción de alimentos de los próximos seis meses.
En el área crediticia aseguran que se ha dado un golpe a un pulmón de la economía venezolana. En comparación con el sector gubernamental, coinciden en que además de que los créditos que ofrece la banca pública son muy engorrosos, no cuentan con la asistencia técnica y el suministro de insumos adecuados para el desarrollo de cada rubro.
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