Mario Andrés Londoño estaba en Venezuela, con su padre, Wilton Londoño y Alejandro, su hermano gemelo, desde abril pasado. Vendía ropa, mientras que su hermano repartía agua.
Ana Ruth Bermúdez, abuela de colombiano asesinado en Venezuela, pide agilizar la repatriación de su nieto “A mi hijo lo mató Chávez. Yo espero que él (Hugo Chávez) se refiera a la muerte de mi hijo en una de tantas alocuciones que hace y acepte que el fue el que lo mató”, dice Esperanza Bustamante, madre del joven de 23 años que vivía en el estado de Merida.
“Seguramente se dio cuenta de que en ese lugar vivía una familia de colombianos y quiso asesinar a uno para que los demás se fueran del lugar y tuvieran miedo, por eso espero que todos los que viven en Venezuela se vengan ya porque no le deseo esto que estoy sufriendo a nadie”, agregó.
Bustamante cuenta que sus hijos y su esposo “se fueron para Venezuela a buscar trabajo. Los dos muchachos habían estado allá el año pasado, duraron 11 meses trabajando con un señor que tenía una fábrica de muebles y les fue bien, por eso, vinieron acá y se llevaron al papá. Los tres tenían muchas ilusiones”, cuenta la madre.
El miércoles pasado Mario Andrés estuvo jugando fútbol con su hermano, su padre y unos amigos.
“Me dice mi esposo que llegaron a la casa y él se entró con mi otro hijo. Mario Andrés se quedó abajo hablando con unos amigos, cuando ellos sintieron los disparos”, relata la señora.
Según las versiones que ha recibido por teléfono, al joven, con dos impactos de bala en la cabeza, lo alcanzaron a subir a una ambulancia, pues en Vigía, donde fue el ataque, no hay hospital.
“La idea era llevarlo a Mérida, pero no alcanzó a llegar con vida”, dice la madre.
Piden investigación
Esperanza comenta que su hijo no tenía enemigos y por lo que le ha dicho su esposo, sabe que los disparos que acabaron con su vida, los hicieron desde una camioneta con vidrios polarizados.
“A mi hijo lo mató Chavez”, asegura la mujer.
“Yo a ese señor lo odio porque él fue el que mandó a matar a mi hijo. Lo mató porque nos odia a todos los colombianos y a todos los que viven en su país. A costa de cualquier cosa él quiere que todos salgan de ahí y ha afirmado que se hace lo que él diga y estos son los medios que utiliza”, explicó la madre.
La principal angustia de esta mujer es que no han podido sacar el cuerpo del hospital, porque no tienen los dos millones de bolívares que vale el trámite.
“Después viene lo de la repatriación, nos han dicho que vale como 25 millones de pesos, y nosotros de dónde vamos a sacar ese dinero. No tenemos con qué, por eso necesitamos ayuda de la Defensoría del Pueblo”, manifiesta.
En su dolor, a Esperanza la acompaña su hijo menor, de 17 años.
“Mire cómo quedamos. Necesitamos ayuda y que se investigue. Nos han dicho que de pronto, con la ayuda de los amigos allá, pueden reunir lo de sacar el cuerpo. Si es así lo entregarían mañana (hoy) a las 11:00 de la mañana”, asegura.
La familia cuenta con un seguro exequial, por lo que han averiguado, tendrían que poner el cadáver en Cucuta, para que la funeraria lo recoja allí y emprender un viaje, de 23 horas, por tierra, para que Mario Andrés pueda ser sepultado en Armenia, en donde su madre lo espera para darle el último adiós.
ARMENIA
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