Habla Sairam Rivas desde la cárcel
La líder
estudiantil Sairam Rivas lleva más de 100 días detenida en el Sebin. Es
una de las 74 personas que aún están presas por protestar en contra del
gobierno de Maduro. En declaraciones exclusivas a Runrun.es, habla de
puño y letra sobre sus planes cuando salga de la cárcel. Insiste en
continuar su lucha por la libertad
Lisseth Boon
Casi cuatro meses tras las rejas no han amainado el ímpetu inicial de
Sairam Rivas, el mismo que la llevó a convertirse en dirigente
estudiantil. “Por supuesto que continuaré (al salir en libertad). En
principio debo dedicarle unos días a mi familia, que atraviesa por una
situación delicada de salud. La injusticia nos hace más firmes y este
encierro nos forja nuestro carácter. Además, en las condiciones en que
se encuentra Venezuela, mientras miles de jóvenes y estudiantes sigan
presos, con procesos abiertos y régimen de presentación, y que además
nuestro futuro esté hipotecado, se debe seguir luchando por la libertad
de elegir a donde ir y vivir en condiciones dignas, con expectativas de
progreso y ascenso social. Donde las familias puedan tener la esperanza
de un futuro mejor”.
Como todos los miércoles, el 23 de agosto fue día de visita en el
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Pero la jornada
no transcurrió como otras en el Helicoide, no sólo por la lluvia
torrencial que colapsó Caracas. Los seis estudiantes que permanecen
detenidos desde hace casi cuatro meses no recibieron a los miembros de
la organización Provea, que se propusieron comprobar las denuncias de
maltratos. Los activistas de derechos humanos no lograron entrar porque
los uniformados se lo impidieron. No pudieron encontrarse con los
jóvenes presos, entre ellos Sairam Rivas, la líder estudiantil que fue
detenida la madrugada del 8 de mayo cuando la Guardia Nacional
Bolivariana desmontó el campamento en la plaza Alfredo Sadel de Las
Mercedes, en Caracas. Es una de las 74 personas que siguen privadas de
libertad desde que estallaron las protestas el pasado febrero, como
registra el Foro Penal.
A fuerza de estar más de 100 días tras las rejas, la presidenta del
Centro de Estudiantes de la Escuela de Trabajo Social (Ceets) de la
Universidad Central de Venezuela (UCV) se ha armado una rutina.
Inquieta, no puede dedicarse a las mismas actividades que hacía antes de
ser detenida –entre ellas, el modelaje-, pero no de detiene. “Leo y
escribo permanentemente en la habitación que comparto con mis compañeras
de los otros campamentos. Leemos libros en conjunto y los discutimos.
Luego de 50 días privada de libertad comencé a salir al sol 2 horas, dos
veces por semana. Igualmente, dos veces a la semana veo a mis
familiares y abogados. Aunque nuestros cuerpos están presos, nuestro
espíritu sigue libre. Sabemos que no cometimos ningún delito.
Aprovechamos el tiempo para la formación y la escritura que arraiga el
conocimiento”.
Tuvo que suspender sus estudios de Trabajo Social cuando fue
detenida. “Nunca dejé de estudiar. Estaba en cuarto año de mi carrera y
cursaba prácticas profesionales en conjunto con otras materias. Sin
embargo, en el Consejo de Escuela se aprobó elaborar un plan de estudios
especial para que no se vean perjudicados mis estudios”.
Ha escrito cartas a pulso a varias figuras públicas, no sólo en
Venezuela, sino en el extranjero, como el Papa Francisco. La única que
le ha contestado es la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha. También
respondió de puño y letra algunas preguntas a Runrun.es.
Asegura que su detención es injusta. “El hecho de estar apresada sin
pruebas que me incriminen, ya es una violación a mis derechos. Cuando
vemos la forma en que ha procedido todo el proceso jurídico es una
constante violación a nuestros derechos”.
A Sairam se le imputan tres cargos: Instigación a la desobediencia de
las leyes en grado de autor; agavillamiento, y uso de menores para
delinquir. “Pero luego de que el juez diera tiempo a los fiscales para
acomodar la acusación el pasado 23 de julio, es notable que hubo un
ensañamiento aún mayor contra mí ya que en los cargos me pusieron en
grado de autor. A otros de mis compañeros les imputan el delito de uso
de sustancias explosivas y sustancias ilícitas.
Claro, todo sembrado”.
¿Ese ensañamiento está relacionado con su victoria en las
elecciones del Cetts? ¿No le perdonan que haya ganado a la plancha de
gobierno como han dicho sus defensores?
-No hay otra explicación. Desde el día de la audiencia de presentación los fiscales prácticamente basaron su acusación en un informe del SEBIN que, en principio, señalaba que soy presidente del Ceetts por el movimiento Identidad Universitaria. Indicaba que he asistido a varias marchas y que soy militante de @Bandera_Roja. Ahora yo pregunto ¿eso es un delito? La única evidencia que pudiesen tener es sembrada, que es lo más repugnante. En esos días vi cómo a mis compañeros les sembraron drogas, armas y cualquier cantidad de cosas que deja mucho que decir de nuestra institucionalidad y Estado de Derecho. Ni siquiera soy reincidente, que pudiesen alegar que en otros momentos he estado detenida. Nunca lo he estado, hasta ahora. Nos despertaron mientras dormíamos con un fusil en la cara. Ninguno fue capturado en flagrancia. Además, te das cuenta del ensañamiento cuando todos somos detenidos en la misma situación y dejan en libertad condicional a varios compañeros mientras que a unos pocos, nos dejan detenidos recurriendo a un informe del SEBIN y a evidencias infundadas. Dicen que incito a la violencia, pero nunca especifican qué delito supuestamente instigué y tampoco para qué habría utilizado a un menor. Siempre hemos llamado a la manifestación pacífica y recurriendo a nuestro derecho de poder reunirnos públicamente o de forma probada libremente. Ojala se aplicará la justicia con aquellos jóvenes que dicen ser estudiantes de la universidad, de los cuales hay fotos incluso con armas, que han desnudado o golpeado estudiantes como les ha dado la gana, incluso a mí.
¿Qué piensa sobre las protestas que mermaron después del estallido?
-Las protestas tienen altos y bajos. Forma parte de los ciclos y procesos dialécticos, donde hay múltiples contradicciones propias de los movimientos políticos. Contradicciones que deben ser aprovechadas para solucionarlas y desarrollar más el movimiento. Además, la represión y la persecución han influido fuertemente. La cantidad de detenciones, heridos, allanamientos y personas que aún seguimos encarcelados injustamente han causado miedo en la población. Hay una gran cantidad de jóvenes en régimen de presentación, con medidas cautelares que les han prohibido participar en cualquier tipo de manifestación. El Gobierno se ha encargado de criminalizar la protesta e inmovilizar a quienes fueron detenidos injustamente. Debemos sumarle la prohibición a manifestar en Caracas y de supeditarlo a un permiso.
Sin embargo, Sairam considera que “el aumento de la gasolina que
propone el Gobierno puede desatar una confrontación social. Todas las
medidas que viene tomando el gobierno profundizan la crisis. Medidas
que, por cierto, no son la expresión de un gobierno socialista.
Están
inscritas dentro del liberalismo. Por esto, todos los líderes deben
organizar a la gente y a la construcción de la verdadera democracia;
basada en el poder del pueblo. Que no se restrinja a elegir gobernantes y
representantes ni se limite a que el pueblo haga política sólo si
milita en un partido. La oposición debe garantizar la unidad: ofrecerle a
la población un proyecto de país y debatirlo con toda la sociedad.
Construir desde el pueblo este proyecto basado en un nuevo poder que promueva una economía para el desarrollo, una sociedad de progreso y ascenso social.
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