Los "radicales" no transan, no pactan con lo ilegal, no aceptan tampoco soluciones cosméticas a las violaciones jurídicas y de derechos, buscan la profundidad, la verdad, la prevalencia de la ley y la justicia.
No son pactistas, sino principistas, no flotan en la superficie, aspiran a bucear en las profundidades, razón por la que se han ganado un calificativo que debe ser más bien un orgullo, porque en la fila de los radicales están los hombres y mujeres que quieren servir a su país antes que acomodarse en el poder, que toleran ser amenazados, golpeados, perseguidos y hasta matados antes que callarse la boca y convertirse en cómplices del poder, como han aprendido a hacerlo algunos políticos que después de haberse hecho elegir por el pueblo portando supuestas ideas democráticas, opuestas a las pretensiones dictatoriales del partido de Morales, vuelcan la página, se buscan cualquier excusa y en nombre de la paz y la no violencia o algún embuste se convierten en aliados de la ilegalidad. Centa Reck. Los Radicales.
El mundo actual basado en superficialidades teme a los radicales pues los radicales siempre dicen la verdad, la lucha moderna es para someter a los espíritus al conformismo de una vida cómoda y esclava del placer. La política es actualmente una competencia para hacer pactos y conseguir el poder, por el simple hecho de tener el poder, ya no se usa para ordenar la sociedad si no para enriquecer los bolsillos de unos pocos y esos pocos hacen todo lo posible para mantener el poder hasta el final de sus días.
Frente a eso las personas radicales siempre oponen principios e ideas son portadoras de un estilo el cual los poetas nos han mencionado, cuando se va a la raíz de los problemas se consiguen verdaderas soluciones es por eso que los radicales pueden solucionar conflictos, pues, comprenden los problemas. Mientras los superficiales, los indecisos e indefinidos se andan por las ramas tratando de esquivar los problemas, el radical los enfrenta.
Ser radical, no es ser violento, extremista o fanático, ser radical es ser equilibrado pues al tener conocimientos profundos se puede juzgar los hechos por lo que realmente son y no por las apariencias, el equilibrio no es indecisión, al contrario es decidirse de forma mesurada, ecuánime y solo se puede ser ecuánime en una decisión cuando se va a la raíz del problema, los superficiales carecen de equilibrio al resolver una situación de peligro. Por eso nuestro mundo moderno esta desequilibrado.
En situaciones de crisis, los superficiales caen en pánico y buscan las soluciones más fáciles las que no pongan en peligro su comodidad, los radicales al contrario buscan la real solución sin importar los sacrificios, pues saben que el Sacrificio, es un oficio santo ya sea en el altar de Dios o en el altar de la Patria. Ser radical es amar la vida y estar dispuesto radicalmente a luchar por ella, comprender que dar la vida en aras de la justicia es mejor que vivir en la injusticia.
Un radical no teme a estar solo, pues el hace suyo lo que Nietzsche dijo: "El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme." Y que "Nada es más necesario que la verdad y, con relación a ella, todo lo demás no tiene más que un valor de segundo orden." Opongamos a la superficialidad de los cobardes que transan por el miedo al sacrificio, la Radicalidad de los guerreros y poetas que en detrimento de su propia vida están siempre dispuestos a luchar y cantar por la verdad. Seamos Radicales pues ser radicales es ser justos y equilibrados, es vivir por amor a la Verdad.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario