Carta al Cardenal Urosa y Obispado
“El Pastor debe oler a oveja” Papa Francisco
Me llama la atención que el Cardenal Urosa y la alta jerarquía de la Iglesia Católica no acompañen en el Hospital Militar al Comisario Simonovis y a su familia. Es su deber como pastores cristianos al menos intentarlo, aunque no los dejen pasar. En todo caso protestar en la puerta por una situación que ningún cristiano puede eludir.
Escribe el poeta Nobile que “no vinimos a la tierra para ver sino para actuar”. Pues es el momento en que el pastor debe confundirse con sus ovejas sufrientes y usar su poder frente a este régimen abusivo para torcer el brazo de los que tienen a ese pobre hombre en un calvario que tiene mucho en común con el de Cristo.
Viene a mi memoria que las autoridades de la Iglesia nada hicieron por Franklin Brito, quien se fue apagando como una vela, abandonado de todos. ¿Nos pasará lo mismo con Simonovis?
El entierro del Sr. Brito fue la demostración palmaria de nuestra inconsciencia como sociedad. Dejamos a las víctimas que se mueran solas y dejamos a los deudos que las entierren solos. No se puede negar que la presencia de un sacerdote impone, que de su persona emana el perfume que nace del mismo Dios, entonces son ellos a quienes les incumbe primeramente la suerte de sus fieles.
Mi ruego significa que no basta con un Comunicado de la Curia. Al Cardenal y a los obispos les toca sostener la mano de Simonovis, decirle “estamos a tu lado” y no te soltaremos aún por encima de todas las amenazas.
Tal vez una iniciativa así surta un efecto propagador de una voluntad de cambio que arrase con tanta injusticia y acabe con tanto dolor.
Helena Trías.
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