Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
La negligencia, la falta de mantenimiento y un abandono
generalizado de la cultura de seguridad dentro de la estatal PDVSA
serían los causantes de la explosión de la refinería de Amuay en el
2012, accidente que dejó al menos 55 muertos y 156 heridos y ocasionó
pérdidas por más de $1,830 millones, concluyó un informe sobre el
siniestro en cuya elaboración participaron cerca de 30 expertos de la
industria.
El informe, preparado por una comisión del Centro en
Orientación en Energía (COENER), contradice la versión oficial del
régimen de Nicolás Maduro de que el peor siniestro en la historia
petrolera del país fue provocado por “actos directos de sabotaje” que
habrían sido orquestados por la oposición y Estados Unidos con fines
electorales.
La versión del gobierno “es como una falta de respeto
[a la capacidad intelectual]”, dijo desde Caracas Diego González,
presidente de COENER, un centro de investigación venezolano.
“El señor ministro [de Energía, Rafael Ramírez] incluso ha
involucrando al gobierno de Estados Unidos en actos de sabotaje, cuando
esas cosas simplemente no ocurren en una instalación petrolera. Los que
hemos trabajados en este tipo de instalaciones, ya sea de refinación, ya
sea de operaciones de producción, o terminales de embarque, sabemos que
esas cosas no ocurren, son muchos los controles, los mecanismos de
seguridad”, agregó González.
El experto petrolero se refería a
las acusaciones lanzadas por Ramírez y el propio Maduro, quienes han
insistido en que la terrible explosión de agosto del 2012 fue provocada
por la oposición para restarle votos al fallecido presidente Hugo Chávez
en las elecciones de octubre del año pasado.
“Esta derecha no
tiene escrúpulos para hacerle daño a la Patria” comentó Maduro hace unos
días. “Sectores desesperados, que creían que incendiando una refinería
le ganaban las elecciones a Chávez; y no sólo fue que se las ganaron,
sino que fueron coleteados por el pueblo”.
Ramírez, por su parte, respaldó la versión del máximo líder del chavismo.
“Hemos
podido detectar y detectamos en lo últimos eventos, sabotaje directo,
nuestros técnicos de algunos de los eventos que han ocurrido en Amuay
han detectado, y ya está comprobado, que no hubo falla ni nada, sino un
sabotaje directo sobre nuestras instalaciones”, aseguró el funcionario
en un programa de televisión.
El caso está bajo investigación de
las organizaciones policiales del chavismo, cuyos líderes han dejado
entrever que pronto podrían presentar cargos formales contra dirigentes
de la oposición.
No obstante, los expertos llegaron a conclusiones
muy distintas, ya que el informe delinea una cadena de fallas y de
incumplimientos en las normas de prevención y de seguridad dentro de la
refinería.
Según el informe, la explosión fue causada por la
ignición de una nube de gas creada por un escape incontrolado de
olefinas, componentes inflamables producidos en el proceso de
refinación.
La fuga –probablemente producida por el colapso de
algún sello mecánico- generó la peligrosa nube de gas que se acumuló en
la zona por la falta de viento.
“De acuerdo a
testimonios de vecinos de la zona, así como por mensajes y declaraciones
de trabajadores y responsables de una de las empresas privadas
afectadas por la explosión e incendio, se determinó la presencia de gas
en el ambiente varias horas antes de la explosión”, señaló el informe.
“Sin
embargo, no se activaron alarmas ni se tiene conocimiento de acción
alguna para llevar a cabo el desalojo de las áreas adyacentes”, indicó.
Las
únicas acciones que se tomaron consistieron en tratar de bloquear
válvulas y equipos en forma manual en el sitio de la fuga, resultando
todas ellas infructuosas dada la magnitud del escape y las altas
concentraciones de gas en el ambiente, explicó el estudio.
El
informe resalta que ésa no era la primera vez que en las instalaciones
de Amuay se producían escapes de gas e incendios en los equipos de
bombeo, y resaltó que uno de los reportes de la empresa aseguradora
australiana QBE documenta que la refinería había registrado cerca de 100
incendios el año anterior.
“Los indicadores de accidentalidad de
PDVSA durante los últimos años muestran una tendencia creciente, con
cifras significativamente altas y muy superiores a los promedios
internacionales”, resalta el informe.
“Esta situación evidencia
la pérdida de la Cultura de Seguridad, Salud y Ambiente necesaria para
operar, de manera responsable, instalaciones de la magnitud y
complejidad de la industria petrolera”, agregó.
Pero una vez detectado el peligro, los esfuerzos para tratar de evitar y contener el siniestro fueron ineficientes.
Hubo
un inadecuado manejo de la contingencia, con deficiencias en las
acciones y medidas tomadas en la zona -tanto por parte de PDVSA como por
los cuerpos de atención de emergencias- durante la operación.
Las
deficiencias se produjeron en el sistema que debía haber detectado la
fuga de gas antes de la explosión, el control y extinción del incendio, y
posterior atención de las personas afectadas.
Uno de los
problemas fue el uso de agua para tratar de extinguir el incendió ya que
el líquido diluyó y le restó eficacia a la espuma contra incendios que
estaba siendo usada simultáneamente.
Por otro lado, las fallas
detectadas en el plan de evacuación “probablemente hayan incidido en el
incremento del número de víctimas”, dijo el informe.
Más de 30
expertos de la industria petrolera participaron en la elaboración del
informe.
Algunos de ellos han sido directores de operaciones de
refinación en Venezuela y el exterior, dijo González.
“La
preocupante cantidad de incidentes y accidentes que se han reportado,
posteriores al 25 de agosto de 2012 [el día del siniestro], nos permiten
destacar que el irrespeto a las sanas prácticas operacionales centradas
en confiabilidad y seguridad, no ha cesado en el CRP [Complejo de
Refinación de Paraguaná, que incluye la refinería siniestrada]”,
advirtió el documento.
“De no producirse cambios importantes en
la estrategia operacional de PDVSA […] en nuestra opinión validado por
esta fatídica experiencia, se podría estar gestando otra tragedia
similar”, concluyó
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM.
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