Muy buenas tardes. Ante todo quiero
darles las gracias a los aquí presente, así como aquellos que no
pudieron asistir, pero que de una u otra manera han participado en este
evento.
Hace dos días me tope con un guajiro
amigo mío de Potrerillo, Las Villas, me dijo –todo lo que el ser humano
hace es buscar su felicidad. El problema es que algunos necesitan mucho
para ser felices y otros con muy poco lo logran. Cuando yo vivía en mi
bohío en mi pueblito, en mi Cuba libre, me dijo el guajiro, yo era muy
feliz, pero muy feliz. Sólo necesitaba dos cosas: una vieja y una mula,
“pero que la mula no fuera muy vieja y que la vieja no fuera muy
mula”.
Hoy primero de Julio del 2012,
celebramos nuestro tradicional Acto de Fraternidad Médica-Los Lobos-
1954. Celebramos 58 años de graduados y si a eso le sumamos los 7 años
en la Escuela de Medicina, hace 65 años que estamos todos relacionados
de una manera u otra. 65 años que se nos fueron en un abir y cerrar de
ojo. Pero no dejan de ser 65 razones para celebrar.
Pero este año es diferente, nuestra
tradicional reunión tiene un segundo objetivo- rendirle tributo a un
héroe de nuestras propias filas- Alberto Fibla González. El joven que
sacrificó su libertad, su juventud, su familia, su carrera, su porvenir,
lo sacrificó todo por la libertad de su patria.
Conspiró, fracasó y fue detenido la
madrugada del jueves 12 de septiembre de 1962, en su casa en presencia
de su esposa Olga Madrigal (RIP) y sus tres hijos menores: Aurorita,
Alberto e Ileana. Fue enjuiciado (si es que a eso se le puede llamar
juicio) Causa # 455 y condenado a muerte, más tarde.
Su condena fue conmutada a 30 años de
cárcel. A su entrada en el Presidio Modelo, en isla de Pinos, se
convirtió en el preso No. 32332, Cuba no acepta presos políticos ni
presos de conciencia, todos son presos comunes.
Cumplió más de un cuarto de siglo en
prisión, para ser más exacto 9,377 días con 9,376 noches . Visitó todas
las cárceles de máxima seguridad en Cuba desde el Príncipe, La Cabaña,
Combinado del Este e Isla de Pinos en La Habana hasta Boniato y su hija
bastarda Boniatico en Oriente, para mencionar algunas. Perteneció al
glorioso y famoso grupo llamado Los Plantados.
Cuando fue liberado se convirtió en el
médico preso político que más larga condena ha cumplido en la historia,
no sólo de Cuba, sino de la humanidad.
“Médico de las galeras cubanas”
Pero
este tributo que sus colegas de curso que hoy le rinden a Alberto, no es
sólo por sus sacrificios (en realidad sería suficiente) sino también
por esa extraordinaria labor humanitaria y compasiva que llevó a cabo
durante ese largo cautiverio. Testigo de eso están los testimonios de
los expresos políticos. Tuve la oportunidad de leer las cartas o
fragmentos de cartas de 43 ex presos políticos hablando de la obra de
Alberto en las cárceles cubanas. Por eso se ganó el título del “médico
de las galeras cubanas”
Médico
En la cárcel, ejerció la
medicina en condiciones muy precarias, una medicina clandestina, llena
de frustraciones al saber que lo necesitaba para aliviar o curar a sus
hermanos estaba allí, pero se negaban a dárselas. En ocasiones inventaba
sus propios instrumentos; tenazas para sacar muelas, clavos con la
punta afilada en la pared, auto vacunas, sí vacunas que a veces
trabajaban. Las medicinas muchas veces había que hurtarlas, medicinas
que eran para ellos mismos, pero se las negaban. Abría abscesos con una
navajita de afeitar rusa, usada ciento de veces. Esterilizaba sus
instrumentos en una lata oxidada.
Creó lo que los presos le llamaron La
Clínica El Desamparo, que tuvo su origen estando Alberto en la cárcel de
Guanajay, según nos relata otro preso político. En el patio de la misma
había una Ceiba, a los pie de la cual Alberto consultaba a sus hermanos
(para evitar eso más tarde la cortaron) la mayor de las veces sin
medicinas, a veces los calmaba con un chiste, como aquel que vino a
verlo porque estaba estreñido, Alberto al no tener nada para remediar su
problema, con la parsimonia y calma que siempre lo ha caracterizado le
dijo: Reza y piensa en el onceno mandamiento que dice “ Ya defecarás” y
el paciente siguiendo fielmente las órdenes de su médico, rezó, pensó y
defecó Más tarde la Clínica el Desamparo no era más que una bolsa de
nylon donde guardaba con mucho celo las pocas medicinas que poseía.
A él acudían buscando ayuda tanto física
como espiritual, no sólo los presos políticos, sino en muchas ocasiones
presos comunes y hasta los propios carceleros que no sólo ellos sino
llevaban a sus familiares; madres, padres, hijos, hermanos, sobrinos,
tíos. Confiaban más en él que en los propios médicos del régimen
comunista.
Pero no olvidemos una cosa sumamente
importante, Alberto era un preso y a él ¿quién le consolaba ese doble
dolor que padecía? El de él propio y el de sus hermanos. Como se lo
relata el Día del Médico, a su hijo en una carta (1986) “El médico vive
dos vidas, la suya y la de sus pacientes. Sufre dos penas, la propia y
la ajena” Y allí no había otro Alberto Fibla para consolarlo.
Un solo consuelo era cuando le había
sido posible ayudar a un hermano, entonces era tanto o más feliz que el
guajiro de Potrerillo en su Cuba libre.
Estando en la cárcel de Boniato, Oriente
como a mediados de los años 1970, vino un carcelero en la noche y le
dijo- Vístete bien, que esta misma noche partimos para La Habana en
auto. Alberto tenía sospechas acerca del viaje, su madre Cuca (mi
segunda madre en mi era estudiantil) estaba muy enferma. Efectivamente
cuando llegó a La Habana esposado durante ese largo viaje desde el norte
de Santiago de Cuba, apenas pudo asistir a los funerales de su madre,
ya el cadáver comenzaba a descomponerse. Terminado el funeral, de allí
al Príncipe, a la Cabaña y al día siguiente de nuevo a Boniato, por
supuesto esposado y sin derecho de despedirse de sus familiares.
Pero más cruel aún fue 5 años después,
cuando su hermana La Nena le envió un telegrama comunicándole la muerte
de su padre, y estos sátrapas degenerados le entregaron el telegrama 12
días después del fallecimiento de su padre.
Escritor
Y yo me pregunto. Porque
para mí me es inconcebible, inimaginable ¿Cómo este hombre con esos
antecedentes podía escribir? Es verdad nos dice- tenía el tiempo y tres
maestros extraordinarios: El hambre, la miseria y la inhumanidad.
Clandestinamente lograba extraer sus
escritos en pedazos de papel, usando la micro escritura. Hice famosa a
la pluma “Parker de punto fino”, me dijo un día. “Alberto aquí tengo una
pluma Parker de punto fino que te manda mi hijo John para que puedas
seguir escribiendo”.
A petición de él, sus escritos, bajo el
seudónimo de “El duque de Alby” fueron publicados por sus amigos,
durante su cautiverio- Cuentos de Alberto Fibla y El 84. En esos dos
libros nos narra la vida y muerte de los presos políticos en el Gulag
del Caribe. Asesinato en el Toronjal, Sangre en la Carretera, La causa
No. 622. El preso Justino Funden llevaba 25 días en huelga de hambre y
el carcelero llegó con un documento y le preguntó – tú eres la causa No.
622. Cuando Justino respondió si . ¿Cuántos años llevas preso? Siete
fue la respuesta. Ha habido un error se supone que tu pena fuera de un
solo año en prisión domiciliaria, estás libre. Venga a buscarme cuando
la huelga de hambre termine, entonces yo me iré si es que estoy vivo, le
replicó Faustino.
Fragmento de la carta al obispo Eduardo
Boza Masvidal, cuando lo visitó en la prisión: Mi paso por este presidio
ha sido como el de todos una constante agonía He sido en este presidio
como lo fue Lucas, tratando de aliviar los cuerpos, tratando de aliviar
las almas. Trato de semejarme a él (San Lucas) y soy dichoso así
Monseñor porque creo servir a Dios como lo hizo él.
Educador
Una de las cartas de un
expreso político, nos relata – Alberto además de médico fue también
Educador. El guajiro que no sabía leer o escribir, Alberto le enseñaba;
el que no sabía sumar y restar, allí estaba el profesor de matemáticas,
que era también profesor de geografía y otras ciencias. Por eso mis
queridos amigos y colegas le rendimos tributo a nuestro héroe.
Viernes trece de mayo de 1988, 11:09 AM.
Se abre la puerta principal de la prisión Combinado del Este en La
Habana. Alberto se convierte en ex preso político, ahora eres un hombre
libre le dice una voz, y él replica: Libre de qué. Después de un cuarto
de siglo en prisión, esas memorias se te quedan incrustadas en tu
cerebro como si fuera un tatuaje.
Desde la cárcel del Combinado del Este,
La Habana al aeropuerto José Martí. Por su puesto sin derecho a
despedirse de su familia y amigos. Llegó al exilio por segunda vez. El
primer exilio fue bajo el gobierno de Batista en 1957, estuvo con
nosotros (mi esposa y yo) Norlolk, V. A. Aunque por poco tiempo, pero el
suficiente para salvarle la vida a nuestra hijita de apenas dos años,
cuando en viaje a Virginia Beach, en un carro viejo, Alberto y nuestra
hija iban sentados atrás, cuando nuestra hijita se reclinó en la puerta
para ver para fuera, y de pronto la puerta se abrió y no sabemos cómo
Alberto la pudo rescatar sin que cayera al suelo, cuando su cuerpecito
estaba casi por completo fuera del auto.
A su llegada al Aeropuerto Internacional
de Miami en su segundo exilio, lo esperaban cientos de refugiados
políticos y amigos. Salió del aeropuerto alzado en hombros. Sus
primeras declaraciones fueron- “seguiré luchando por la libertad de la
patria y la de mis hermanos presos que allí dejé.
Cumplió con su palabra, su lucha
continuó en Ginebra, Los Angeles, Nueva Jersey, Puerto Rico, Miami
(LIBRE, Las Américas, Nuevo Herald, ideal y otros) su último artículo
“El Psicólogo” fue publicado en mayo del 2012.
Conocer al expreso político no es fácil,
tienes que haber estado allí, nos dice. El único entre nosotros que lo
puede comprender bien, es otro héroe de nuestras propias filas nuestro
compañero Dr. Ignacio Segurola que cumplió 10 años de cárcel en Cuba.
¿Quién mejor que otro ex preso político
para describirnos quien es Alberto? Así nos lo describe el poeta Jorge
Valls (ex preso político) de una manera bien sencilla- Un poco padre, un
poco hermano, un poco mago y mucho médico, por eso se ganó el título
del Médico de las Galeras Cubanas.
Una vez le pregunté- ¿Cuál es la
diferencia entre un expreso político y un hombre común y corriente? Su
contesta: el expreso percibe que la hierba es verde, que los patos se
zambullen en el agua del lago, que los niños juegan en la calle y hacen
bulla, que la mujer huele rico.
Tuvo sus momentos felices, recuerdo uno-
caminábamos a lo largo de la calle Ocho cerca del Versailles, cuando un
camión de la basura se aproxima, un hombre delgado y alto que venía
agarrado del costado del camión, saltó del mismo como si hubiera visto
al mismo Cristo, al tiempo que gritaba médico. El hombre al atravesar la
calle, por poco es atropellado por un auto, llegó y abrazó a Alberto
sin quitarse los guantes manchados de sabe Dios qué. Eso dos hombres se
abrazaron fraternalmente y el hombre lo único que decía era “el médico
me salvó la vida en Boniato” y sin más salió corriendo tras su camión de
basura. Ese día Alberto era más feliz que lo que pudiera haber sido el
guajiro de Potrerillo en su Cuba libre.
Tengo el honor de ser amigo de Alberto
desde la adolescencia, cuando ingresamos en el primer año de
bachillerato, curso 1942-1943, en el colegio de los Maristas de la
Víbora. Por cierto aquí hay dos más de aquella época: El abogado,
profesor universitario, escritor con más de 100 obras literarias a su
haber, creador de la Cuba Eterna- José Sánchez-Boudy, conocido en el
exilio como Pepito pero para nosotros “Polilla”.
Escribió en diario Las Américas un
artículo titulado Alberto Fibla-Fortaleza y Decoro. El otro, se trata de
otro Lobo, Federico Justiniani Longa, una de las lumbreras de la
medicina cubana.
Hoy tengo el orgullo, el privilegio y el
honor de entregarle este cheque, cortesía de sus colegas por valor de
$3,000.00 y esta placa en conmemoración de sus 50 años de su ejemplar
sacrificio por Cuba y por la libertad de sus hermanos, los presos
políticos.
Alberto quiero que cuando veas esta
placa, sepas que tus compañeros y amigos no se olvidan y que comparten
tu dolor. Esperamos que hoy en tú día, seas tanto o más feliz que en su
Cuba libre lo fue el “Guajiro de Potrerillo”.
En nombre de la Fraternidad Médica-Los Lobos-1954
Leopoldo E. Ladaga M. D. Surfside, Fl
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