http://www.analitica.com
Enrique Prieto Silva
Miércoles, 9 de noviembre de 2011
Donde mas fulgura la idolatría es en los entes públicos de la FAN. Pareciera que en ellos compitieran mandos entre si, para cual mejor “jalada” pudiera servir al anhelo de un ascenso, una condecoración o una remunerante posición con excedentarios beneficios económicos.
Es vergonzoso, a más de destructivo del fin institucional de la
FAN, la estúpida e infantil idolatría desarrollada hacia el militarista
presidente de la República, quien como el mejor “narciso” ha abierto un
coloso y morboso culto a su personalidad, que nos ha llevado a quienes
en el pasado reciente logramos transformar la montonera en una
institución plena de un culto anhelo de patria y civilidad, a sentirnos
culpables de la herencia militar que dejamos, sórdidamente destruida por
un sin sentido y sin razón ciudadano, que confundió el mando militar
como la catapulta para ejercer el gobierno y apoderarse del país, de los
símbolos de la patria y adueñarse de mentecatos que respiran y viven
como seres humanos, pero que perdieron la personalidad de hombres
libres, para ejercer un timorato y rastrero servicio público, con la
gravedad, que ostentan en su mayoría doctos títulos universitarios,
rebajados hasta donde les llega la cerviz reverenciaría.
Da asco pasearse por los centros de servicio público regidos por
idólatras de Chávez, donde el aire que se respira es de una sumisa
ignorancia servil y se siente el ácido efecto del odio, amparado por el
misterio y una suerte de desconfianza hacia los que cívicamente quieren
hacer valer sus derechos, al extremos de vanagloriarse con una
amenazante identificación de “camarada”, que no deja dudas sobre el
“poder” que los ampara. Pero donde mas fulgura la idolatría es en los
entes públicos de la FAN. Pareciera que en ellos compitieran mandos
entre si, para cual mejor “jalada” pudiera servir al anhelo de un
ascenso, una condecoración o una remunerante posición con excedentarios
beneficios económicos. Es soez el acaramelamiento que se escapa de la
rutinaria relación disciplinaria, para convertirse en una vulgar balada,
que nada tiene que ver con el servicio militar.
Es imposible ver unidades militares en orden abierto o cerrado, los
cuarteles se aprecian vacios y todo está en construcción como el
“socialismo”. Ya no se habla de muerte sino de “independencia y patria
socialista”, y el gasto en pintura y artes gráficas es desmesurado, para
mantener al día el “new look” del “comandante en jefe”, quien por su
desgracia se mantiene uniformado, ya que luce imposible que pueda
mantener amoldada su vestimenta de paisano.
Quisiera que este mensaje llegara a los oficiales institucionalistas
de la FAN, que sabemos no están de acuerdo con esta idolatría, y a
quienes lo están, para que entiendan, que pasado este período de
gobierno, que como se ve está a punto de terminar, tienen que ponerse
del lado del verdadero sentido de la Institución, que no es otro que el
contenido en los artículos 328, 329 y 330 de la Constitución, fuente
única del juramento que hicieron ante Dios y la Patria, ya que de no
hacerlo estarán traicionándolo, sin que puedan alegar cumplimiento de
órdenes superiores, tal como lo establece el artículo 25 de la misma
CRBV. Deben saber, porque no son ignaros, que los mandos militares
actuales, que se han subyugado a este pérfida “revolución”, tienen su
límite de mando hasta el día que el soberano mediante el voto de por
concluido este mandato inculto y despreciable, que ha llegado al
escarnio de violentar inmisericordemente, sin tapujos y hasta la
bastedad a la propia Constitución con la inclusión de normar que chocan
con su espíritu, propósito y razón, valiéndose del engaño y de leyes
irritas habilitantes, propiciadas por una ilegal mayoría de la Asamblea
Nacional, que como borregos se han arrodillado a su “comandante en
jefe”, amparados por el también sórdido TSJ, cuya presidenta y la
mayoría de sus magistrados, requieren volver a las aulas universitarias
para sellar sus títulos, que han quedado en tela de juicio cuando se
invocan los principios del derecho que se aprenden en los primeros años
de estudio.
Quien escribe, oficial en situación de retiro, que ostenta el grado
máximo que existió hasta la inconstitucional reforma de la LOFAN, quien
además es abogado y profesor graduado en la especialidad docente, hoy
universitario, consciente del pasado, el presente y el visionado futuro
de esta FAN que nos pertenece a todos, sabe muy bien, que concluido este
mandado del Tc. Chávez, que tanto daño le ha hecho al país y en
especial a la FAN, inmediatamente, sin requerirse acción legislativa
alguna, solo con la decisión ejecutiva del nuevo presidente, se dejarán
sin efecto de inmediato todas las normas evidentemente
inconstitucionales, que en la FAN incorporan nuevas unidades, cambios
organizacionales, grados militares inconvenientes y muchos otros
aspectos innecesarios de nombrar tanto en lo organizativo, como en lo
operacional, obviamente dejando a salvo los derechos adquiridos que
requieren una acción jurídica posterior, donde se harán valer la
legalidad y la constitucionalidad de dichos actos administrativos.
Posteriormente, en el corto plazo será necesario revisar algunas
normas que evidentemente puedan justificarse por su beneficio o
actualización. No es de sabio dejar de observar la actitud ejecutiva del
presidente peruano Ollanta Umala, quien dejó sin efecto la constitución
vigente, asumiendo como válida la anteriormente derogada.
Es necesario que se entienda, que la apoliticidad de la FAN no es que
ésta participe o no en partido del gobierno, que de hecho es una
morbosidad ética y moral, sino que accionar con la militancia impuesta
por el presidente, es de hecho una violación a la norma constitucional.
Más grave aún, que el presidente morbosamente use un uniforme militar e
involucre en actos de proselitismo a jóvenes militares que creen
realmente que su actuación es válida en el ejercicio del mando superior y
subalterno, que solo se ve en Estados donde rigen gobiernos
dictatoriales militares, que es innecesario ejemplarizar.
Es oportuno abrir los ojos de los hermanos militares, para que
analicen hechos que han venido ocurriendo en el mundo, donde a las
claras se ve el interés universal en establecer regímenes democráticos,
totalmente incompatibles con los gobiernos militaristas. Así hemos visto
el renacer de la llamada “Primavera africana”, la muerte de Gadafi de
manos de sus propios nacionales, a quienes obligó a idolatrarlo, los
cambios a trasfondo que está haciendo el gobierno de Raúl Castro en
Cuba, obligado por la ancestral crisis económica generada por la
“revolución” madre de la chavista, que quieren maquillar para no denotar
la derrota; la muerte del jefe guerrillero Alfonso Cano en Colombia,
antiguo amigo del gobierno venezolano.
También de gravedad la reciente “ley de la venganza”, que quiere
hacer ver el enjuiciamiento de oficiales de las FAN venezolanas que
patrióticamente impidieron la implantación del comunismo ordenado por
Fidel Castro, derrotando a sicarios de éste, quienes declararon la
guerra de guerrillas, donde hubo muertos de parte y parte, haciendo la
salvedad, que la actuación de las FAN fue para evitar las masacres que
desde un principio iniciaron los “bandoleros” que se internaron en en
nuestras montañas, y que además, masacraron cobardemente a policías y
miembros de las FAN en combates urbanos. (les invitamos a leer las tres
entregas sobre el caso, escritas por el General Julio Peñaloza en el
diario “Nuevo País” publicadas en los días 5, 6 y 7 del mes en curso)
Es necesario que los magistrados del TSJ y todos los miembros del
Poder Judicial entiendan, que en esa época los guerrilleros morían en
combate, igual que hoy aún ocurre en Colombia y toda la acción militar
se hizo apegada a la ley vigente para el momento. Es monstruoso que se
quiera hoy hacer valer y aplicar una retroactividad insensata de la
justicia, para complacer a los ex guerrilleros que participan en el
contubernio de PSUV y del gobierno, valiéndose de subterfugios y de la
ignorancia de los poderes públicos, para vengar una derrota “bélica”.
Igualmente con lo que ocurre con el caso del “caracazo”, donde se
está demostrando la participación de gobierno cubano, que no ha
cambiado, en los hechos, tratando de enjuiciar a quienes participaron en
la restauración del orden como lo ordenaba la normativa de seguridad
vigente. Es triste ver a “dolientes” de los muertos en combate de los
60’, que quieran utilizar la justicia (estimamos que la militar) para
parodiar la desvergüenza de la sanguinaria lucha no inventada ni
iniciada por las FAN. Es un hecho que debe ser analizado y razonado por
la actual FAN, en su mayoría jóvenes que no vivieron esa desgracia
nacional, que hoy quieren hacerla ver como un heroico acto de
patriotismo.
También deben analizar lo contradictorio de querer exaltar los hechos
del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, como “valiosos aporte a
esta pírrica revolución bonita” y nos imaginamos que también se abrirán
los juicios de estos casos, ya que mutatis mutandi, los bondadosos
indultos dados a los protagonistas, hoy gobernantes, no dejan por fuera
los delitos que se cometieron, y que entran en el lapso de la ley de
1989 a 1999. Es aberrante la ruptura del tiempo histórico, cuando fueron
enjuiciados y sentenciados sin la comprobación de los delitos a los
comisarios Simonovis, Forero y Vivas, dejando por fuera los hechos de
Puente Llaguno y otros del 11 de abril de 2002.
Porque sabemos que muchos militares abogados y algunos doctos
juristas han hecho circular la especie de que un nuevo gobierno de
oposición tendría dificultades para gobernar con los poderes
enfrentados, debemos aclararle que el fundamento del ejercicio del poder
del Estado democrático es cumplir y hacer cumplir la Constitución y en
tal sentido, dejar de cumplir leyes inconstitucionales es el único
fundamento de actos que no se marginen de ella. No hay ningún otro poder
que pueda obligar al Ejecutivo a cumplir adefesios inconstitucionales.
La doctrina es clara y precisa, “las instituciones no deben justificarse
porque existen, sino que deben existir si se justifican”. El TSJ,
cuando se aparta de la Constitución para aprobar leyes
inconstitucionales írritamente aprobadas, esta también violentándola, lo
que da fuerza al SOBERANO que ha elegido al nuevo presidente, para que
junto con él haga efectiva la norma del artículo 350. ¿No han dicho los
sigüies que con Chávez manda el pueblo? Es esta la razón por la que el
nuevo gobierno, elegido para reemplazar el derrotado presidente, mandará
y gobernará, inclusive contra la voluntad de la Asamblea Nacional y del
TSJ, si fuere el caso que quisieran impugnar las decisiones del nuevo
presidente. No existe poder alguno para que esto pueda ocurrir. No
olvidemos que la ejecución de las leyes es obligación del Poder
Ejecutivo. De eso se trata, hacer cumplir la Constitución que está por
encima de la ley, para ello, si es necesario, hay que dejar de cumplir
la ley, cuando sus normas son violatorias de la Constitución.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario