ImpactoCNA.-
Por el Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina.-
Ya muerde el fondo de la mar hirviente del ancla el férreo diente; ya se acercan los botes desplegando al aire puro y blando
la enseña tricolor del pueblo mío. Vuelta a la Patria Juan Antonio Pérez Bonalde 1876.
Ya muerde el fondo de la mar hirviente del ancla el férreo diente; ya se acercan los botes desplegando al aire puro y blando
la enseña tricolor del pueblo mío. Vuelta a la Patria Juan Antonio Pérez Bonalde 1876.
Caracas; 6 de octubre de 2011 “Hubiera preferido la otra muerte”.
“Fue en 1992 que brotó la soterrada conspiración civil, que aprovechó
astutamente la conmoción producida por la felonía de los militares
golpistas”… “La misma conspiración de hoy que recurre a otros métodos,
porque se agotaron todos los demás, desde la metralla y el bombardeo
implacable hasta la muerte moral. Si no abrigara tanta convicción en la
transparencia de mi conducta que jamás manchará mi historia, y en la
seguridad del veredicto final de justicia, no tengo inconveniente en
confesar que hubiera preferido la otra muerte”. CAP 23 mayo 1993,
discurso de despedida como Presidente.
A título de introducción
Con el fallecimiento de Carlos Andrés Pérez se cierra un ciclo en el
sistema político venezolano y en la política nacional, período que ha
estado signado más de las veces por la violencia política y su efecto
pernicioso en la degradación sustantiva del modelo de gobierno
democrático, ello demuestra fehacientemente el costoso error que
comenten los ciudadanos al seguir ciega y obstinadamente a dirigentes
políticos auto definidos como luchadores sociales y políticos investidos
más de las veces con la filiación partidista o por ser solamente
miembros o simpatizantes de un partido, también, cuando en actos
desesperados buscan cobijo y respuesta a sus demandas sociales y mejores
gobiernos en militares asociados a corrientes civiles conocidas como
radicales y extremistas, (en Venezuela no hay militares de derecha como
se ha pretendido calificar a las Fuerzas Armadas) que a su vez, exhiban
ambiciones desmedidas y personalistas por el poder.
Esas sociedades organizadas o no, finalizan inexorablemente solas,
fragmentadas, errantes y comprometida seriamente su libertad; como
consecuencia directa de ello son despojados fácilmente de sus derechos
civiles, convertidos cifras o en masas humanas subsumidas al poder de
gobernantes y a sus camarillas inescrupulosas, corruptas, revanchistas y
profanas. Esa es la Venezuela de hoy.
Lo ocurrido a Carlos Andrés Pérez y a los venezolanos entre 1989 y
1993 constituye la puesta en escena de un complot cívico-militar que
germina y se articula desde 1983 capitaneado por los grupos radicales
castristas pacificados en 1972, que a su vez mutan larvariamente
inoculándose, una parte de ellas, en la Academia Militar de Venezuela,
desde donde, luego de 14 años de incubación, ejecutan la parte militar
de todo un entramado conspirativo puesto en ejecución el 3 de febrero
del 92. Carlos Andrés Pérez, solo y con la ayuda de muy pocos, derroca
la rebelión militar, un alevoso cuartelazo militar contra el sistema
democrático nacional manipulado y orquestado, con el antifaz de
demócratas por una serie de facciosos de cuello blanco.
Esta acción atribuida errática y mañosamente a los militares,
mintiendo, escondiendo y manipulando la información veraz, proyectada
desde entonces por los medios y otros recursos de difusión masiva,
constituye parte del complot cívico-militar continuado desde entonces
articulado contra la democracia y por consiguiente en contra de los
venezolanos. Lo acontecido no puede ser atribuido exclusivamente a la
institución militar venezolana, que contrariamente se mantuvo fiel al
precepto constitucional, de lo contrario el cuartelazo hubiese sido exitoso y otro fuera el escenario actual. Quien diga lo contrario es un banal embaucador.
Tampoco puede ser atribuido a título de “derechos reservados” a los militares rebeldes, políticos y empresarios ambiciosos de Poder o a estereotipados sempiternos venezolanos.
Considero además, que una de las fallas estratégicas de la oposición
política venezolana y quienes con ellos trabajan es precisamente NO
conocer exactamente el origen y desarrollo de los movimientos de
izquierda auto nombrados revolucionarios entre los cuales se encuentra
no solo nuestro país, que irrumpen en América Latina precisamente una
vez Carlos Andrés Pérez es vilmente derrocado, brindando en bandeja de
plata nuestros países a la “Internacional Rebelde”, que con la fachada
anti globalización, anti imperialista y el rótulo anárquico anti
neoliberal avanzan las rupturas sociales que exacerban la Lucha de
Clases.
Las agitaciones y destrozos promovidos por movimientos de izquierda
en Seattle (EE.UU., 1999), en Göteborg (Suecia, 2001), y más
recientemente en Génova (2001), por ocasión de la reunión de los Jefes
de Estado del G-8, atrajeron la atención de la opinión mundial hacia un
fenómeno que venía despuntando en los últimos tres años. Se trata de la
contestación – a veces violenta – contra la globalización y el actual
orden económico-social rotulado de “neoliberal”, llevada a cabo por
grupos aparentemente des conexos entre sí.
Aunque, bien observado el
fenómeno, se constata que esa lucha ha servido de pretexto para la
consolidación y entrelazamiento de tales grupos, que van así
constituyendo una nueva y peligrosa red internacional de izquierda, de
cuño claramente anarquista. Así, tanto las manifestaciones callejeras en
dichas ciudades, como la realización del I Fórum Social Mundial
(febrero de 2001) y el Fórum Mundial de Educación (septiembre de 2001),
prepara y delinean los contornos de un nuevo bloque anarco-comunista
mundial, ya en gestación.
Subyacente a las críticas hechas a la globalización, esas izquierdas se
lanzan de modo bastante violento contra el propio capitalismo, al que
atacan hasta en sus fundamentos legítimos, como la propiedad privada y
la libre iniciativa. Así, al decir de ellas mismas, el combate no es
dirigido contra cualquier globalización, pero sí contra la globalización
capitalista.
Los nuevos contestatarios quieren ellos también una globalización,
pero de tipo anarco-tribal, en la cual, en última instancia, sean
disueltas todas las naciones y abolidas las autoridades, favoreciendo
así el surgimiento de pequeñas comunidades autogestionarias, totalmente
igualitarias. López Vivanco y Ureta Antonio (2001)No podemos olvidar las
reacciones sociales montadas, promovidas, financiadas y ejecutadas por
el Foro de Sao Paulo en Argentina, Ecuador, México, Brasil, Bolivia y
Venezuela, en la década de los 90.
Hoy toda Venezuela conoce, con sobradas razones, la falaz argumentación que tanto rebeldes como sus tutores en estos últimos 19 años han tratado de enrostrar, como justificación de su tremendo error no cuantificado aún a Carlos Andrés Pérez y su gobierno (1989-1993).
Lo cierto es que con el derrocamiento de Carlos Andrés Pérez, se elimina
la fuerza social y política del último líder de los partidos
tradicionales y constructor de nuestra incipiente democracia, más aun,
se inicia la mutación de partidos de masas hacia el “chiripero” que como
enjambre vacían de partidarios y deja de lado a las organizaciones
políticas más influyente en Venezuela como AD y COPEI, sin liderazgo,
carisma y la auto destrucción.
El segmento que sigue explica, muy discretamente, la realidad y lo que subyace en su derrocamiento.
“Es como la rebelión de los náufragos políticos de las últimas cinco décadas. Los rezagos de la subversión de los años 60. Con nuevos reclutas. Los derrotados en las intentonas subversivas del 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992 se incorporan a la abigarrada legión de causahabientes.
Me siento orgulloso de lo que, acompañado por mis colaboradores a lo
largo de mí gobierno, y por la digna y leal conducta de las Fuerzas
Armadas, hemos logrado hacer para darle rumbo moderno y definitivo al
Estado venezolano”.
CAP mayo 1993, discurso de despedida como Presidente
Vuelta a la Patria
Con la vuelta a la Patria de los restos mortales, luego de un
inexplicable juicio o negocio por la patria potestad de sus restos, se
cierra un ciclo en la historia política contemporánea de Venezuela,
caracterizado por: a) larga transición democrática, b) desaparición del
liderazgo político, c) concupiscencia política, d) pase de facturas
personales a nombre del pueblo, f) ludismo y caradurismo, g) la traición
como trampolín para llegar al poder, h) concierto y complicidad con
militares para conspirar, i) violencia armada y guerrilla, y sin ser lo
último j) puesta en escena de un baile de disfraces (conjura) en el cual
aún asisten portando sus caretas desde la noche del 3 y madrugada de 4
feb 1992.
Esa fue la sumatoria de errores que acabaron con la democracia en
transición (1961-1993) que Carlos Andrés Pérez intentó corregir y
reorientar en su segunda administración, por supuesto, también
arrastraba errores como todos los humanos. (Jamás asociado a militares
para irrumpir al poder vendiendo sus valores democráticos por el poder u
otros resentimientos)
Alabado, combatido, apoyado y derrocado de cuya veracidad y certeza
histórica es mucho lo que se oculta, tergiversa y esconde. Pero que en
lo personal, considero, deja un vacío o duda sobre el presente y futuro
de Venezuela. Esto fue tema de conversación con Carlos Andrés Pérez en
referencia al talante ético, pulcritud y conciencia democrática de los
actores políticos que le sobreviven.
Bajo mi óptica militar y silencio apolítico, pude conocer una realidad,
cual es la hojarasca que se nutre bajo la ‘’Intimidad del Poder en
Venezuela’’, también como Carlós Andrés Pérez se movía entre tantos
intereses y desencuentros; muy pocos lograron entender los cambios que
presentaba, con su equipo económico, que considero necesarios para
Venezuela; las baterías de la destrucción, crítica insana y calumnias
fueron minando la credibilidad pública en las instituciones
democráticas.
Esto lo puedo certificar, por ser uno de los poquísimos ciudadanos entre
sus familiares más cercanos, los partidos de cualquier color e
ideología, amigos, actores sociopolíticos y militares, de contar con la
suerte y privilegio de conocer esa intrincada maraña que intentaba
secuestrar y obstaculizar, para sus intereses, al presidente. Fueron dos
intensos años mucho más productivos que toda mi vida al servicio naval,
atendiendo a una universidad o en algún postgrado.
Luego de 22 años pretenden enmendar u hacer olvidar su corta visión y
peor proceder; los escucho y rio de tristeza, muchos se expresan
mediante aproximaciones o locuciones cargadas de demagogia y falsedad
circunstancial.
Esta condición o privilegio, de ser El Jefe de su Casa Militar me
permitió comprobar, con bastante certeza, que quienes lo cuestionaban y
le obstaculizaban entonces, tenían y ahora mantienen, ‘’vacíos y
hendiduras muy profundas’’ de lo que significa hacer política, ser
líder, captar el voto masivo y gobernar… sobre todo gobernar. Esas
características y valores democráticos no la pueden defender quienes se
aliaron para conspirar en una conjura que arrastró a toda la nación, que
hoy se debate, por esa conducta entre libertad y esclavitud.
Por más que declaren, escriban o intenten esconder lo falaces que son,
Carlos Andrés Pérez con su legado y talante democrático será un ícono
para Venezuela y América latina en los tiempos por venir, de eso no
tengo la menor duda. (No es asunto de lealtad personal, o hablar
pendejadas como otros dicen, es asunto de la verdad que revienta en la
cara de quienes le derrocaron).
¡Qué pesado fardo pesa sobre los ciudadanos una vez ocurrida su partida!
Cómo llegué a trabajar con Carlos Andrés Pérez, El Presidente
En mayo de 1990, fui llamado para informarme de mi selección para ocupar
la Jefatura de la Casa Militar por el General de División Ministro de
la Defensa Filmo López Uzcátegui y por el Comandante de la Armada
Vicealmirante Héctor Jurado Toro; a ambos le manifesté enfáticamente que
no deseaba trabajar con el Presidente. Mi argumentación, sesgada,
estuvo influida por la opinión pública de entonces, que le endilgaba a
Carlos Andrés Pérez una gran cantidad de fallas como gobernante, que sin
conocerlas exactamente, asumía como ciertas. (No conocía la erosiva y
alevosa actividad política y menos los grupos de interés nacionales).
Ambos sorprendidos de mi negativa, me dijeron, “bueno almirante Carratú,
eso se lo dice Ud. al Presidente.”
El 10 de Julio del 1990 comparecí ante el Presidente, me dijo” Almirante
he pensado en Ud., luego de ver su expediente y desempeño profesional,
para que me acompañe el resto de mi administración como presidente,
añadiendo, “consúltelo con su esposa, familia y mañana me da su
respuesta”.
Mi respuesta inmediata fue: “Presidente acepto el cargo, es mi actividad
profesional y no considero sea necesaria la consulta familiar”. El día
siguiente era juramentado como jefe de su Casa Militar.
Una vez cumplida la ceremonia y protocolo me indicó: “quiero se ocupe
muy especialmente de mi familia, ambas familias, con excepción de la
señora Cecilia Matos”.
Mi respuesta fue: “Así será Presidente, déjeme decirle algo también:
acepté el cargo, debo manifestarle igualmente que vengo a trabajar, no
vine a buscar un ascenso y si Ud. observa una actitud impropia o defecto
de mi parte, déjeme saberlo, que yo mismo le solicitaré mí reemplazo”.
En mayo del 1991 le solicité formalmente mi cambio de la Casa Militar,
por juzgar que el Presidente no atendía los argumentos e información que
yo le presentaba específicamente en lo referente a la situación
militar, y otros asuntos relativos a sus familias.
Esta solicitud no fue consentida. La historia nos tenía una cita
pendiente a ambos, sin embargo, los interesados entre ellos los
conjurados opinan, escriben y comentan de manera premeditada y atorrante
intentado borrar mi participación en la defensa de nuestras vidas y de
la democracia. Quien realmente cumplió su misión militar fue mi persona,
mientras otros se escondían, asilaban y hacían silencio cómplice, mi
persona, prácticamente solo armó el plan de evacuación y condujo a
Carlos Andrés Pérez a sitio seguro en una aparatosa y arriesgada
retirada estratégica. ¿Si no fui Yo, díganme quien fue?
A este punto considero conveniente acotar y enfatizar, La Casa Militar y
mi persona en lo particular no era responsable de los desencuentros y
problemas entre el presidente y su ambiente familiar. Lamento esos
problemas acarreados por familias disfuncionales. Fue un pesado lastre
durante mi desempeño y aún ahora como ciudadano. Considero desde
entonces que los errores de las partes, razonables o no, no pueden ser
resueltos sino ante los tribunales correspondientes o mediante la
comunión de las partes en litigio, entre ellos la pareja Presidencial.
Ese era un asunto privado… y no de terceros.
En mi caso, mantuve una posición indistinta por lo delicado de la
situación. El presidente me dijo siempre que ese era su problema y le
correspondía manejarlo. De todas maneras tengo suficiente información
para poner en su puesto, a persona o grupos, ante cualquier señalamiento
hacia la Casa Militar o a mi persona. Manejé con total discreción y
reserva incluso con pruebas de conductas no apropiadas.
La falacia y complicidades
Se escudan en mentiras y actuaciones de las cuales soy el único testigo,
he sostenido y divulgado, sin temor y de frente desde 1993, quiénes
eran parte de la conjura y de la traición a los venezolanos, por
ejemplo: a) La doble conjura de notables e izquierda por separado para
tomar el Poder, b) La inexplicable movilización de más de 12.000
efectivos en las 7 guarniciones del país, c) La ausencia de apoyo
político al presidente, d) La posición radical e inflexible de quienes
conformaban el Consejo Consultivo, e) La negación, pobre apoyo y
desconocimiento del gabinete social y económico del presidente, f) Las
manipulaciones de los medios de comunicación social y las aviesas
actuaciones de sus dueños, g) Incapacidad y participación de generales y
almirantes en la rebelión, h) deslealtad de los Generales Fdo. Ochoa
Antich, Carlos J. Peñaloza, Santiago Ramírez, Rangel Rojas y Santeliz
Ruiz… muchos más; amigos y conspiradores desde 1983 y parte activa de la
conjura cívico-militar. No es asunto de discutir o debatir, es asunto
de mando militar y responsabilidades.
Hago una particular consideración, la falacia y mentiras son inmensas,
como explicar que la conspiración se inicia en 1983, (los notables en el
ejército, que se reunían en el Circulo Militar y en la Academia
Militar) que luego como máximas autoridades castrenses y piezas del alto
mando militar, no tengan respuesta y responsabilidades de la cabeza y
conexiones civiles de la rebelión militar. Debieron ser destituidos y
pasados a juicio para determinar su incapacidad y también su filiación a
la conjura, me pregunto:
¿Qué logran escribiendo semanalmente explicando y señalando a terceros,
si bajo sus órdenes, con mando y poder militar infiltraron al ejército,
lo insubordinaron y casi se pierde la democracia?
¿Eran estos los generales a quienes Carlos Andrés Pérez ascendió y
asignó cargos de primer orden para la Seguridad y Defensa de la Nación y
de los Ciudadanos?, ¿Qué clase de militares eran profesionales o
políticos?
¿Cómo explicar a los Venezolanos lo que ha ocurrido en la Institución
Militar bajo su mando, convertida en partido político y guardia
pretoriana del dictador?,
¿Será que la conspiración ya estaba institucionalizada en el ejército
con complicidades internas y directrices externas y además, hubo
arreglos para el silencio?
Aquí funcionó el Fraude del Buenismo Criollo y la insuficiencia del principio democrático de Rendición de Cuentas
También es necesario abordar la conducta y complicidad de importantes y
reputados ciudadanos en la conjura, entonces respetables y de
credibilidad, algunos ya fallecidos y otros todavía en la fiesta de
disfraces, evitando ser identificados, es esta quizás una actitud mucho
más dañina y delicada, ¿Por qué? Me explico;
Para el ciudadano confundido, amenazado y desorientado es
importantísimo, y por demás necesario, retomar su confianza y
credibilidad social en los hombres públicos, quienes siguen ocultando y
desfigurando la verdad de los hechos, desde 1990 hasta el presente,
ayudan al gobierno y hunden cada vez más al ciudadano en su continua
búsqueda en quién creer.
Por el contario, como las ardillas saltan de rama en rama para seguir la
farsa, la complicidad de antes y la de ahora, los que estaban en la
conjura se auto protegen y esconden, hay muchos ejemplos y nombres.
Los Notables e intelectuales, se nombran y señalan, entre otros: Ernesto Mayz Vallenilla, José Antonio Cova, Manuel Quijada, Miguel Ángel Burelli Rivas, Pablo Medina, Jorge Olavarría, y Domingo Maza Zabala. Muchos soportes públicos y partícipes del chavismo en las primeras horas de la mentira.
Hombres de medios y sus empresas, se nombran: Marcel Granier (RCTV)
Ibsen Martínez, Miguel Enrique Otero, Alfredo Peña, director y
columnista de El Nacional, Rafael Poleo desde el Nuevo País y la revista
Zeta, Teodoro Petkoff, José Vicente Rangel, (televen, 2001) además
muchos periodistas de filiación radical que fueron sistemáticamente
penetrando de manera nociva la credibilidad de los ciudadanos en las
instituciones y en los partidos. (Hoy auto protegidos, denunciando y
rechazando la anti política que ellos mismos desataron el ciudadano)
Hombres de partidos, luchadores por la democracia, también entraron en
una onda de destrucción expansiva obstaculizando la labor del Gobierno
en el adelanto del proceso de transformación económica; presencié y
escuché conductas, epítetos, ofensas, amenazas y agresiones al
Presidentes en los CEN (Comité Ejecutivo Nacional de AD) que era
convocados todos los lunes en La Casona, no me podía explicar tanta
inquina y odio que envolvía el ambiente en este tipo de reuniones, para
mí de hombres respetables y con relativa credibilidad, entre ellos y
testigos: Luis Alfaro Ucero, Gonzalo Barrios, Carlos Canache Mata,
Octavio Lepage, Humberto Celli, David Morales Bello, Luis Piñerúa Ordaz,
Antonio Ledezma, Héctor Alonso López, Claudio Fermín, Ramos Allup y
Carmelo Lauria.
Todos los otros partidos y su dirigencia también hacían lo propio, sobre
todos quienes poseían un liderazgo colectivo; Rafael Caldera, MAS,
Causa R, Bandera Roja, Tercer Camino, URD, Frente Patriótico, Movimiento
Pro Patria etc.
Nunca conocí que desde su partido (AD), empresarios amigos,
colaboradores o de sus adversarios políticos una posición valiente y
frontal en su defensa para el momento que era llevado al “circo
jurídico” armado en su contra. ¿Había intereses ayer… diferentes a los
de hoy?
Los integrantes del “Consejo Consultivo” (Pedro Pablo Aguilar, Pedro
Palma, Ruth de Krivoy, Pedro Rincón Gutiérrez, Domingo Maza Zavala,
Julio Sosa Rodríguez, José Melich Orsini y Ramón J Velásquez) en carta
dirigida al presidente el 1 de abril de 1992, presentan una lista de 6
puntos como desiderátum para salvar la democracia; aspectos válidos ayer
y olvidados hoy, que no fueron abordados por Rafael Caldera (1994-1998)
y mucho menos por Hugo Chávez Frías desde 1999. Pregunto: ¿Será que ese
no era el objetivo asumido por los contertulios de Rafael Caldera en
ese consejo??
En el libro “La Rebelión de los Náufragos” de la periodista Mirtha
Rivero, la autora, arroja dudas y deja sombras sobre mi actuación como
Jefe de la Casa Militar, me confunde o asocia discretamente con los
conjurados civiles y militares. (Capítulo 16). Me pregunto: ¿será
protección o inconsistencia histórica?, al no recurrir a la única fuente
válida después de Carlos Andrés Pérez????. Olvidan todos, que sin mi
presencia esa noche en Miraflores en funciones de mi deber y lealtad al
presidente, la historia hubiese sido otra, podrán inventar coartadas,
tapar o mentir, todos los informes que poseo de los efectivos militares
presentes lo certifican.
Esa noche las cuevas y otros escondrijos se saturaron o se hicieron
escasos ante la estampida de terror, léase bien, de militares y civiles
de alta denominación. Quien pretende hacer historia para las nuevas
generaciones no puede escribir sin investigar exhaustivamente los
hechos, con el aporte de los principales protagonistas, (soy uno de
ellos) solo así, gozaría de credibilidad la obra y credibilidad el
autor. ¿Verdad?
Carlos Andrés Pérez; El Presidente.
Hay muchos mitos y comentarios sobre la actividad de gobierno de Carlos
Andrés Pérez, en mi caso, solo puedo afirmar, negar u opinar en el
espacio de tiempo que trabajé con él, pero suficiente para conocer y
entender cómo se manejaba en el difícil arte de gobernar. Inclusive que
consumía drogas, que se escapaba de noche, que era de muy mal genio e
irrespetuoso. Me preguntaba ¿cuál era la razón de tan inquina?
Entre las cosas que observé, fue el manejo positivo de los conflictos de
intereses y presiones que se generan en una sociedad y en un país como
Venezuela, donde el Estado es subsumido por los partidos y mucho más por
el partido de gobierno. De muchos eventos fui testigo presencial, de
otros los conocí por referencias de esclarecidos hombres, ministros,
empresarios y otros como Losada Rondón, (f) Laura Robles, su sempiterna
secretaria privada y, los más, del propio Carlós Andrés Pérez, sobre
todo en los meses que transcurren desde julio de 1991 y la noche del 3
de febrero de 1992 hasta mi última visita y despedida en su residencia
en Miami, Fla en mayo de 2010.
Me despedí de él, estaba bastante disminuido, en persona, tomándonos una copa, viéndole a la cara y su mirada a veces ida en el horizonte, seguramente cavilando sobre Venezuela, su derrocamiento y sobre tantos traidores… así le deje vivo aún. Es esa la imagen que preservo del Demócrata y Valiente Carlos Andrés Pérez…
A continuación un apretado resumen de mis observaciones como Jefe de La Casa Militar:
• Situación política:
1. Ruptura casi irreconciliable con la dirigencia del Partido Acción
Democrática, factores de liderazgo compartido, los de Jaime Lusinchi vs.
los de Carlos Andrés Pérez (gobierno y líder de las bases adecas),
situación agravada por el nombramiento de ministros y otros cargos
ejecutivos no aprobados por el CEN, o sea, no se había liberado al
compañero Carlos Andrés Pérez de la fanfarroneada disciplina partidista.
Fue expulsado en 1993 del partido y nuevamente reincorporado a las
filas partidistas. Sorprende quienes lo expulsaron, le rinden honores
hoy. (su repatriación podría hacer el milagro reunificador)
2. Graves problemas económicos por insuficiencia financiera de la
Nación. La política económica y gastos en el gobierno de Jaime Lusinchi
había dejado un importante déficit fiscal, de reservas internacionales y
la peor crisis de la balanza de pagos en toda la historia del país,
peor que la ocurrida durante el gobierno de Cipriano Castro en cuanto a
las reservas efectivas, que se encontraban para marzo de 1989 en una
cifra por debajo de los 300 millones de dólares, (Dr. Miguel Rodríguez
Ministro de Cordiplan) lo que significaba un país en bancarrota. Los
problemas económicos en la administración de un Estado, no se evidencian
en un mes o menos, estos eran una consecuencia de las erráticas
decisiones económicas desde 1983.
3. Excesiva presión del sector empresarial solicitando auxilios
financieros para cubrir sus compromisos heredados de gobiernos
anteriores. En una oportunidad escuché con sorpresa una petición por
dólares a 4.30, cuando la paridad cambiaria para el momento era de 60 bs
x 1$. Otro, diciéndole a un ministro que si se impulsaba la reforma
económica, tumbaría al gobierno.
4. Fuertes cuestionamientos y amenazas de rupturas por la política de
descentralización (concepto político del Federalismo) para la elección
de gobernadores y alcaldes, lo que acabaría con las designaciones a
dedos desde la presidencia o a instancias de los grupos de interés,
entre ellos, los financistas. (No solo la descentralización de recursos
financieros)
5. Incongruencias manifiestas de algunos gobernadores de acción
democrática al decretarse la descentralización de puertos y aeropuertos
por considerar que se privilegiaba a COPEI; los estados Zulia, Falcón y
Carabobo eran dirigidos ejecutivamente y electos por sus seguidores en
regiones por dirigentes opuestos políticamente a AD. También hubo en
algunos estados gobernados por miembros de AD una puntual
obstaculización de la acción social del presidente (hubo invasiones en
varias oportunidades, ordenadas por autoridades ejecutivas locales,
previas a la entrega de títulos por parte del presidente, con el claro
objetivo de afectar su liderazgo social regional).
6. Habían factores importantes de Acción Democrática que conocían y
otros que participaban en la conspiración. El 4 de febrero de 1992, en
el patio interior de Miraflores me encontré con el Jefe de la Fracción
Parlamentaria de AD Senador Ramos Allup, le dije: “!Uds. están tumbando a
Pérez, pero igualmente van a joder a la democracia!”. Y no es paja como
dicen por allí.
7. Estallido social denominado El Caracazo, (29 feb 1989) atribuido a
una respuesta de la sociedad ante el paquete económico del nuevo
gobierno, cuando la realidad fue otra: a) desabastecimiento generalizado
los últimos 18 meses del gobierno de Jaime Lusinchi y b) ejecución de
una rebelión civil como parte de una conspiración adelantada por los
partidos y simpatizantes de la izquierda, que no aceptaban un segundo
gobierno de Carlos Andrés Pérez, esto último, era conocido y analizado
por los cuerpos de seguridad y mandos militares hasta que José Vicente
Rangel fue designado por Hugo Chávez Ministro de la Defensa (febrero
2002 mayo 2002). Se informó en Miraflores que Chávez, en persona y otros
radicales y militares hacían pintas en Catia, Coche y 23 de enero.
8. Filtración, desestabilización e insubordinación de la Policía
Metropolitana lideradas por Freddy Bernal con el objetivo de evitar que
la naciente administración presidencial pudiese de manera eficiente
controlar o disuadir lo planificado por agentes de la izquierda radical
en la alteración del orden público, con ello, violentar la paz social y
quebrantar la gobernabilidad.
9. Grandes presiones por los grupos financieros nacionales, para obtener
privilegios en los programas sociales del gobierno y reconocimiento de
sus pasivos o diferenciales derivados de la paridad cambiaria.
10. Obstaculización en el Congreso de la República de los proyectos de
leyes sociales para hacer amigable el paquete de transformación
económica del país. Es importante destacar, que la bancada adeca
mantenía mayoría en las cámaras.
11. Fuertes presiones del cuerpo de generales del ejército por la
designación como Ministro de la Defensa del VA Héctor Jurado Toro. Para
enero de 1991, se inicia una brutal y nada ética disputa entre los
generales de división Santiago Ramírez y Fernando Ochoa Antich quienes
aspiraban a ser designados para ese elevado cargo. Esta situación abrió
una importante brecha en la disciplina a nivel de la alta jerarquía,
además del pésimo ejemplo hacia la oficialidad media y baja de esa
fuerza.
12. Durante mi permanencia como jefe de la Casa Militar, se me “negó
todo tipo de información de inteligencia” ni el Ministro, ni la
Dirección de la DIM, ni los organismos de inteligencia policial. Solo y
después de la expresión rebelde del 3 feb 1992 la DISIP comenzó a
pasarme cierta información… todos sabían que la información de
inteligencia atinente a la seguridad del Presidente, debía estar en
conocimiento oportunamente del Jefe de la Casa Militar: ¿Cómo explicar
esta actitud del Alto Mando Militar?, ¿Qué escondían o qué temían?,
¿Cuál podría ser la explicación operacional y de alta confidencialidad
para que no se informara al Jefe de la Casa Militar?
13. Las cuentas que presentaba el Ministro de la Defensa, las leía a
posteriori en el archivo del presidente, me interesé mucho en cómo se
informaba al presidente y de algunas situaciones extrañas. Evitaban que
me enterase de algo en progreso? No puede ser militar el hombre ambiguo,
soterrado, carente de transparencia y baja mirada.
14. Precaria y poco fluida la relación civil-militar, errático control
civil de la estructura militar, si bien el presidente era respetado y
aceptado, no así otros funcionarios públicos nacionales.
15. Ha sido dicho hasta la saciedad, ayer y hoy se continúa señalando,
que el presidente fue informado de la conspiración, de sus actores y que
éste no tomó ninguna decisión, nada más infundado. A finales de agosto
de 1991, me negué a recibir un oficial para el cargo de comandante del
batallón de custodia en la Casona, mucho me sorprendió que intercedieran
por ese oficial ante el Presidente los generales Carlos Julio Peñaloza
ex comandante del Ejército, Fernando Ochoa Antich y la primera Dama,
posteriormente se pudo comprobar la relación de ese oficial con Hugo
Chávez mientras asistían ambos al curso de Estado Mayor del Ejército. La
noche del asalto rebelde a La Casona, este oficial, conminaba a la Sra.
Blanca de Pérez a entregar La Casona, (¿cómplices o ingenuos los arriba
mencionados generales?)
16. Inexplicable pero cierto, el teniente coronel Hugo Chávez fue
graduado en el curso por orden del general Carlos Julio Peñaloza,
entonces Comandante del ejército, cómo es eso, que el cuerpo de
generales conocía la conspiración y entonces el GD Carlos Julio Peñaloza
explica y reitera que él le informó al Presidente sobre la
conspiración. ¿Qué hacia el alto mando del ejército? ¿Cuántos informes
de inteligencia y consejos de investigación se ordenaron? Me pregunto,
dice y reafirma que él sabía que Chávez conspiraba, que lo retó a golpes
(¿?) y luego lo promueve para ascenso…? Y de los otros 700
profesionales rebeldes de donde salieron? ¿les conocía también? Que poca
seriedad de un general notable.
17. Posteriormente el ministro de la defensa, GD Fernando Ochoa Antich,
le reasigna cargo como comandante de unidades élites del Ejército junto a
los involucrados en la conspiración militar.
¿Cuál razón privó para que
el Ministro de la Defensa enviase a buscar a su sobrino, teniente
rebelde y alzado en Maracaibo, en contra del Comandante de la Guarnición
del Zulia GD Lara Estraño?
18. Es propuesto Hugo Chávez para ascenso al grado de teniente coronel
en julio de 1991 por el GD Carlos Julio Peñaloza, Comandante del
Ejército.
19. En mayo de 1991 se produjo una situación irregular de
desconocimiento del general Carlos Julio Peñaloza de la autoridad del
Ministro de la Defensa, VA Héctor Jurado Toro, ante una denuncia que
este general estimaba debía hacer ante el congreso sin el previo permiso
del Presidente. El GD Peñaloza fue recibido por el Senador Henry Ramos
Allup quien comunicó la situación al Presidente, esa fue la causa para
aligerar la entrega de su cargo como Comandante del Ejército. Le
recomendé al Presidente su destitución de inmediato. No lo hizo.
20. En una conversación privada entre el presidente y mi persona, me
dice: “cómo le parece almirante, el general Peñaloza me dice que hay una
conspiración en el ejército, pero no me trae sustanciado ningún
expediente relativo a este hecho con nombres y causas, además, tampoco
nada aparece en las cuentas que he recibido del Ministro VA H. Jurado
Toro. En el ejército pretenden que sea yo el duro, ellos deben traerme y
se los hice saber, una cuenta pormenorizada y sustanciada con el
expediente respectivo. Lo contrario presumo la existencia, como casi
siempre, de chismes e intrigas entre jefes militares y sus amigos.”
21. En mayo de 1991se presentan a Miraflores los GD Carlos julio
Peñaloza, Fernando Ochoa Antich junto al GB Santeliz Ruíz con el objeto
de interrumpir el nombramiento del GB José de la Cruz Pineda como nuevo
Director de la DIM. Esto fue rechazado con mucho carácter por el
presidente.
22. Disputas y desencuentros entre los miembros del Alto Mando Militar, lo que condujo al Presidente a tomar medidas y definir la permanencia en el cargo de algunos de ellos.
23. Graves problemas de habitabilidad y de residencias en guarnición
especialmente para la oficialidad media y baja, así como también para
los sub oficiales y sargentos, situación que fue aprovechada para nutrir
el complot cívico-militar que se operaba y enlazarlo con el caracazo,
aún cuando el Presidente ya había otorgado una partida de unos 3000
millones de bolívares para tal fin.
24. Inusitada presión mediática para crear una matriz de opinión anti
militar y obligar al gobierno a transferir más unidades a la frontera de
las acantonadas en la guarnición de Caracas, entre ellos José Vicente
Rangel, Alfredo Peña y otros conocidos periodistas de opinión.
25. La planificada puesta en escena de la novela “Por estas Calles” por
Radio Caracas Televisión (RCTV) de los connotados y prestigiosos
novelistas José Ignacio Cabrujas (+) e Ibsen Martínez, cuya trama y
personajes lograron insuflar en el colectivo nacional el rechazo a las
instituciones, partidos políticos, autoridades nacionales, fuerzas
armadas y otros funcionarios públicos, quebrando de esta manera la
aceptabilidad, credibilidad y respeto a todo aquel en funciones
oficiales y públicas. Era el preámbulo o fase previa para romper la
sustentación social de la democracia.
26. Pobre investigación y ausencia de responsables civiles y militares
en los eventos violatorios de la constitución y leyes de la república,
la investigación fue obstaculizada, los responsables (comandantes
militares) no fueron sancionados bajo el espíritu de la leyes, como
consecuencia la conspiración militar, esta fue protegida y sus
cabecillas no fueron detenidos. Esto demuestra que era algo estructurado
y planificado mucho antes de llegar a ser gobierno el presidente Carlos
Andrés Pérez
a) La Noche de los Tanques 26 octubre 1988
b) El Caracazo 27 de febrero 1989
c) Rebelión Militar del 3 de febrero 1992
d) Rebelión Militar del 27 de noviembre 1992
b) El Caracazo 27 de febrero 1989
c) Rebelión Militar del 3 de febrero 1992
d) Rebelión Militar del 27 de noviembre 1992
27. Empeño inexplicable y cuestionable del Ministro de la Defensa
General de Div Fernando Ochoa Antich una vez asumido el cargo los
primeros días del mes de julio de 1991 de inhabilitar el comando y el
control del regimiento de la Guardia de Honor al jefe de la Casa
Militar, con la pobre argumentación y vacío profesional, que eran muchos
efectivos y no había justificación. A esta intención me opuse
ásperamente ante el ministro e informé igualmente al presidente sobre mi
negativa con mis argumentos; el presidente al aceptar mi posición y sin
percatarse, obstaculizaba un paso más del complot contra Venezuela y su
gobierno. (En ese momento si me persuadí de que algo se estaba
tramando)
28. Inusitado interés del nuevo ministro de la defensa y de algunos
miembros del Alto Mando Militar por conocer en detalles las agenda
presidencial, reuniones y otras actividades privadas del primer
mandatario.
29. Entrevista semanal en privado, muy temprana y con extrema reserva
entre el presidente Carlos Andrés Pérez y José Vicente Rangel, en una
oportunidad le dije muy respetuosamente al presidente que tenía una
creciente sospecha del interés de JVR (conociendo su satrapía) en esas
entrevistas, que además de lo político, para mí lo que buscaba era hacer
inteligencia y comprobar su capacidad en el manejo de la situación
política y la intervención maquiavélica de otros interesados en la
afectada gobernabilidad, sobre todo por aquello de que trashumante y
conspirador casi nunca se moraliza. Este cetrino individuo era un activo
guerrillero urbano durante los años de la lucha armada (60 al 72)
utilizaba su inmunidad parlamentaria (una vez fue detenido su vehículo
oficial transportando armas para la guerrilla en las proximidades de El
Bachiller. Por ello, consideré prudente hacerle saber esta reflexión al
Presidente.
Sorprende
Muchas cosas de ayer y actuaciones de hoy me sorprenden
Sorprende en lo personal las declaraciones, discursos de campaña, de
borrón y cuenta nueva, porque conviví junto a Carlos Andrés Pérez uno de
los momentos más aciagos, confusos y traicioneros que hayan “sufrido” y
presenciado los venezolanos desde el nacimiento concreto de nuestra
democracia en 1958, hubo otros anteriores, pero ninguno como esta
conjura..
Sorprende igualmente la capacidad fraudulenta y conducta anti ética de
quienes hace poco menos de 28 años (civiles y militares
institucionalistas, conspiradores, guerrilleros y otros inescrupulosos)
se confabularon y actuaron mimetizados en las sombras para que en una
suerte de “revoltillo conspirativo” articularan una “impolítica conjura”
cuyo ropaje esconde aún a quienes de manera sinvergüenza nos
arrastrarían a la ingrata y terminal situación que transita Venezuela.
Hoy los veo haciendo campañas políticas y proselitismo partidista cuando
la realidad fue y es otra, fueron parte de los traidores adecos al
presidente desde que asumió el poder en febrero de 1989.
Eso nadie lo
podrá ocultar y menos con condecoraciones póstumas, discursos y
expresiones de reconocimiento sobre todo de quienes las he escuchado
estos últimos días y en los venideros. La puesta en escena continuará
por varias semanas.
Pero mucho más me pilla y sorprende que muchos de los actores
intelectuales, no fallecidos, de aquella conjura se hayan combinado con
su familia caraqueña (posee también hija en el exterior) para hacerle un
homenaje póstumo a quien precisamente ellos habían derrocado, (no
generalizo, pero afirmo, por su cara y acción los conoceréis) por esa
razón titulo esta nota póstuma con su impactante y lacónica frase,
quizás premonitoria de lo que eventualmente, podría ser el final de sus
días en un azaroso, insensible y trágico acontecer.
Nadie más que yo, testigo de los eventos desde julio de 1990 como Jefe
de su Casa Militar, cargo por cierto muy ambicionado y utilizado por
otros intereses, quiérase o no reconocer de su vida, no podrán ocultar,
silenciar, mediatizar o borrar mi trabajo, misión y respuesta a tiempo,
además exitosa como Jefe de la Casa Militar ante la expresión militar
rebelde, protegida y aceptada por los mandos del ejército venezolano.
Mis funciones como Jefe de la Casa Militar finalizaron en julio de 1992,
pero desde entonces todos los años compartíamos detalles de esa
experiencia y otros aspectos de su vida política, así fue
invariablemente hasta mayo del 2010, cuando por última vez le visité en
su residencia, le acompañaba Cecilia Matos, allí estuve 4 días, me
despedí conversando brevemente lo poco que aún recordaba, me repitió
como siempre: “Carratú deseo regresar a Venezuela… pero solo, cuando
hayamos salido de la dictadura y Venezuela se libre”. (Huelgan los
comentarios acerca de su deseo póstumo).
Debo aclarar, sin embargo, que no pretendo inmiscuirme o calificar la
decisión tomada sobre su repatriación, no es mi asunto y mucho menos hoy
que considero el legado, memoria, trayectoria política y vida pública
de Carlos Andrés Pérez es patrimonio de los venezolanos. Ello no me
inhibe de conocer y expresar mi experiencia e intensidad de esos días y
del origen de todo lo actuado para derrocarle: obstáculos, traiciones en
AD y en la oposición, saboteos y mentiras por los medios de
comunicación sobre su gestión de gobierno, creando un ambiente y
escenario de ruptura de políticos, empresarios, medios de comunicación,
periodistas tarifados, generales, almirantes, intelectuales
autocalificados de notables y miembros de los poderes del Estado
susceptibles a la ambición y al chantaje político.
Crearon así un ambiente miserable, pernicioso, marrullero, traicionero
específicamente dirigido a la ruptura de la cohesión social sustento de
la democracia, de la estructura institucional del Estado.
En ese estado estamos y a él nos trajeron, solo los ciudadanos podremos marcar la ruta hacia la libertad.
No obstante todo lo acontecido, del homenaje póstumo ofrendado por sus admiradores y seguidores, adecos todos de corazón y, de muchos venezolanos reconocen la trampa urdida y tracción sistemática, la figura y legado político de Carlos Andrés Pérez constituye un símbolo de la democracia no solo en Venezuela, también para América Latina.
Quedan en el aire varias preguntas para quienes organizaron su Vuelta a la Patria.
¿Hubo negociación entre las entre partes interesadas en este triste litigio, y bajo que términos?
¿Sera cierto que Carlos Andrés Pérez pidió a AD su reincorporación al partido que lo defenestro y ahora resulta que ninguno fue?
¿Habrá detrás de la repatriación de sus restos, un interés politiquero y electoralista?
¿Sera que los discursos ofrecidos en cuerpo presente constituyen un
postrer “mea culpa” (yo confieso) por el daño causado a Venezuela y a
Carlos Andrés Pérez?
Dos comentarios finales…
a) Un pequeño comentario, de lógica terrenal, “Los hombres de genio como
lo fue Carlos Andrés Pérez al igual que otros tantos ilustres
venezolanos de pasadas generaciones, nunca descansan, su legado es
insalvable y se eterniza, no importa donde sean situados sus restos
mortales y quienes le despidan”.
b) “Lo cierto es que vendrán mejores y más seguros tiempos para los
venezolanos, si y solo si, cuando nos decidamos a asumir nuestra tarea
ciudadana, romper con el mito revolucionario sin esperar a halagadores e
impertinentes mesías, como hasta ahora ha ocurrido. No puede Venezuela,
nunca más, ser gobernada por incapaces, mercantilistas y facinerosos…
¡Viva Venezuela!…”
Paz a su alma.
NOTA: Como Jefe de su Casa Militar (1990-1992) testigo como ninguno,
por la amistad y cariño con que siempre me distinguió y la alimento. En
afirmación póstuma y reconocimiento a su trabajo por Venezuela, por su
respeto al militar profesional, por su visión moderna del país que
merecíamos, sin rencores, por su amistad personal y comprensión, pero
por encima de todo, por conocer quiénes y cómo fue la traición a
Venezuela y a los venezolanos. Fueron 24 intensos meses que me asienten
expresarme de esta manera en oportunidad de su Vuelta a la Patria e
inhumación a 10 meses de su fallecimiento acaecido, durante su
destierro, en la ciudad de Miami el 26 de diciembre de 2010.
Mario Iván Carratú molina
Caracas 06 de octubre de 2011
correo: ivanc45@gmail.com
Twitter @MICarratu
Cel 0414 2620262
Observación: Puede ser considerada muy larga esta Carta a los
Ciudadanos XIX, considero que el tema no puede ser agotado en dos o tres
cuartillas, es preciso conocer la verdad y rechazar la artera
manipulación y falsedades.
Referencias:
Carta a los ciudadanos XVII; del 31 diciembre de 2010
Archivo personal de Mario Iván Carratú Molina)
Gregorio Vivanco L y José A Ureta, (2001) ‘’Renace la Lucha de Clases’’
Recomendaciones del Consejo Consultivo al Presidente de la República
Carta a los ciudadanos XVII; del 31 diciembre de 2010
Archivo personal de Mario Iván Carratú Molina)
Gregorio Vivanco L y José A Ureta, (2001) ‘’Renace la Lucha de Clases’’
Recomendaciones del Consejo Consultivo al Presidente de la República
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