Diputados muertos, ministros con sida y cancer, Presidente muriendose, aviones destrozados, ferrys igual, linea de metro colapsada, choque de trenes y lo que falta
Bolívar viene... y viene...
THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 29 de septiembre de 2011 04:22 PM
Se
lo dijimos: "no abran ese sarcófago. Abrirlo no les va a traer cosas
buenas, es liberar fuerzas que desconocen". Pero ustedes, nunca hacen
caso, se creyeron los dueños del país y sus símbolos. De la manera que
el de Tutankamon amenazaba: "la muerte golpeará con su bieldo a quien
turbe el reposo del Faraón", al de Simón Bolívar el propio Andrés Eloy
Blanco, que además es su guardián en el Panteón, se encargó de advertir:
"no se osará perturbar estos sagrados restos, hasta que Venezuela sea
feliz y la América esté unida", "ya no habrá miedo de sacarlo, para ser
trasladado a una urna de cristal y de oro de El Callao y diamantes del
Caroní" (aplausos) "y de perlas de nuestro mar; que cada hombre
de Venezuela algún día pueda dar un bolívar para el sarcófago interior
de su Bolívar, que será del oro que su pueblo le labra y
le afiligrana para guardarle como el mayor tesoro de su corazón" (ANC 1946 Tomo 3).
Pero
nooooo. No solo profanaron el sarcófago, sino hasta el recuerdo de los
hombres que nos dieron la libertad. Ahora ya ven lo que pasó. Se lo
advertimos pero ignoraron por completo que al Libertador le rindieron
grandes honores a su llegada, que regresó escoltado por un buque de cada
nación, que asistieron delegaciones de varios países y cuando sus
restos tocaron tierra venezolana, sus generales y quienes habían
combatido a su lado, llegados de todos los rincones de Venezuela,
hincaron rodilla en tierra subyugados por esa fuerza irresistible.
Algunos de ellos llegaron incluso con los uniformes con los que habían
combatido a su lado en Carabobo y al ver los restos de El Libertador, el
"llanto más ardiente y expresivo" bañó los rostros severos de aquellos
hombres que le pedían perdón. Habían mandado a hacer un carruaje, tirado
por cuatro
caballos y cuando lo iban a trasladar, sus edecanes y más cercanos
amigos no lo permitieron, desataron los caballos y empujaron ellos
mismos el carro por kilómetros, mientras sus generales caminaron al lado
sosteniendo los cordones del carruaje. (Toro 1843) El deplorable sainete revolucionario, también profanó aquel hermoso momento.
Como
para los revolucionarios este país y sus asuntos son como un circo,
entonces decidieron que quien abriera y manipulara los restos fuera un
español. ¿No se les pasó por la mente que se trataba de El Libertador?
¿Ustedes saben, el que nos liberó de los españoles? ¿Qué sintieron
cuando el español le partió el hueso de la mano con el que empuñaba su
espada? ¿Vieron hacia qué parte del cuerpo apuntó ese dedo?
Pues
ahora la espada de Bolívar anda cortándole las cabezas a todos los
candidatos a tiranuelos. Se la dieron a Gadafi y a los pocos meses fue
derrocado, a Saddam lo mismo,
al sirio se le sublevaron y a la mayoría le tienen incendiado el país.
Le entregaron la espada a Ahmadinejad y a los pocos días se retiró por
una extraña enfermedad a la que definió como cansancio, se la entregaron
a Néstor Kirchner y ya sabemos que pasó, al presidente de Paraguay le
dio cáncer, a Mugabe también, se la obsequiaron a Fidel y meses más
tarde estaba fuera del poder con una rara enfermedad, justo donde apuntó
aquel dedo.
El resto a quienes les han regalado la espada,
deben estar aterrados con "el regalito" y viéndose las caras al ver que a
los tiranos la espada les ha cortado la cabeza. Les conviene brindarle
la libertad a sus pueblos, porque ya ven que no es la espada de Bolívar
la que camina por la América Latina, sino el propio Bolívar que ha
emprendido una segunda Campaña Admirable y por lo que se ve, es tan o
más Admirable que la primera. De hecho su fuerza es tan grande, que al
parecer nos libertará dos
veces.
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