En la Fuerza Armada también se habla de la transición que saca de quicio a Hugo Chávez.
El Presidente ordenó identificar al grupo de contrainteligencia,
constituido por oficiales descontentos con el proceso revolucionario,
por la presencia cubana y los altos niveles de corrupción producidos con
los negocios del oro, la gasolina y las drogas, que enriquecen
obscenamente a generales resteados con la revolución bolivariana. Ese
grupo de contrainteligencia dio el pitazo sobre la cocaína que salió de
La Carlota hacia el estado Falcón y están a punto de tumbar una
operación en colaboración con el servicio secreto panameño de un oro
que están vendiendo en Panamá. Más que una piedra en el zapato, el grupo
es como una roca en las botas de los generales que se sirven de la
revolución para traficar. La contrainteligencia venezolana viene
trabajando en operaciones encubiertas con militares colombianos,
cubanos, dominicanos, panameños y, por supuesto, con militares
estadounidenses. Afirman que controlan al menos 50% de la Fuerza Aérea,
60% del Ejército, 75% de la Armada y 90% de la Guardia Nacional.
Aseguran haber reclutado a la mayoría de
comandantes de batallones. También dicen tener infiltrados a distintos
grupos que se disputan el poder en el PSUV
y a quienes aspiran a suceder al comandante, monitorean los partidos
políticos de oposición y aspiran a arrimar para su causa a algunas
autoridades eclesiásticas para lograr una transición pacífica. No
quieren nada con pactos ni arreglos con el chavismo, le tienen
desconfianza al liderazgo político opositor, no quieren coexistir con
los cubanos, ni con los oficiales que se prestaron para destruir y
degradar a la Fuerza Armada. Explican que harán una limpieza, arrestarán
a los corruptos y los juzgarán. En cuanto a los cubanos, los expulsarán
antes de que pidan asilo. El Gobierno debería agradecer que la Mesa de la Unidad Democrática haya propuesto un oportuno proyecto de Ley de Transición
para regular el traspaso de mando, antes de que esos grupos, que no
creen ni en sus madres, armen la de San Quintín y pongan en peligro el
inminente futuro democrático que nos espera.
Tic tac
La ruta: la cocaína
incautada en Paraguaná, en una avioneta procedente de la base aérea de
La Carlota, tenía como destino a Santo Domingo y no Honduras. Según
agentes de contrainteligencia, el país centroamericano está más vigilado
y monitoreado que República Dominicana, donde existe un cartel de la
droga similar al de los Soles, integrado por militares dominicanos y
venezolanos entre ellos dos generales señalados por el Departamento del
Tesoro de Estados Unidos por nexos con el narcotráfico y el
terrorismo, además de dos civiles dominicanos con gran influencia
política: Isa Conde, presidente del partido comunista dominicano, cuya
conexión con las FARC fue revelada en las computadoras de Raúl Reyes, y Miguel Mejías, “Miguelón”, muy relacionado con Pdvsa.
¡Yo te aviso!: los
Castro convencieron a Chávez de recibir la quimioterapia en Cuba
incrementando su desconfianza en el personal médico del Hospital
Militar. Su presencia en La Habana
es importante para precisar el traslado de nuestras reservas de oro.
Cuba sueña con ser un país como China, cuenta con el oro venezolano,
aunque HCH crea que es para financiar a la guerrilla y la revolución en
el continente.
Praxis mágica: Evo Morales
trajo a un curandero indígena del altiplano boliviano, debidamente
apertrechado con brebajes a base de hojas de coca, para aliviar las
dolencias del Presidente y salvarle la vida. El brujo viajó a La Habana
con los dos mandatarios para alternar sus rituales con la
quimioterapia…Tic tac.
Por: MARIANELLA SALAZAR
msalazar@cantv.net
Política | Opinión
EL NACIONAL
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