Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoheald.com
El ex presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
Diego Arria, sostiene que los 13 años de gobierno del presidente Hugo
Chávez han sido una tragedia para Venezuela.
El país ha
retrocedido décadas pese a que el mandatario ha recibido más de un $1
billón en renta petrolera y el deterioro es tan marcado que si un
paracaidista aterrizara en el territorio nacional, sin importar donde lo
hiciese, lo primero que notaría es “el colapso de la infraestructura,
la pobreza, el abandono del campo y la suciedad de las ciudades”, afirmó
el diplomático en una entrevista.
Pero esto no es lo que más le inquieta al ex embajador venezolano ante la ONU.
Más preocupante aún es el clima de odio que Chávez ha instaurado
entre los venezolanos que arrea a la población cada vez más cerca de una
guerra civil, advirtió.
“El lenguaje crudo, grosero, y ofensivo
que utiliza el jefe del Estado, y que sus seguidores masifican con los
medios de comunicación, ha creado una división entre los venezolanos que
jamás hemos tenido en nuestra historia”, señaló Arria, quien durante su
paso por la ONU pudo ver de cerca las condiciones que generaron la
implosión social de Bosnia y Ruanda.
“El odio significa que Chávez
ha logrado emponzoñar y envenenar el espíritu de los venezolanos […] En
cualquier diagnóstico que se haga de un escenario de conflicto, en
Venezuela está clarísimo que están dadas las condiciones de todas esas
circunstancias”, comentó.
Arria pudo constatar recientemente el
grado de conflictividad que padece Venezuela. Se encontraba de gira en
el país el mes pasado cuando él junto a sus acompañantes fueron
interceptados y luego golpeados por un grupo de personas vinculadas al
oficialismo, cerca de San Carlos, capital del estado Cojedes.
“Yo
no había visto miradas de odio tan fuertes en mi país”, comentó el
diplomático. “Me recordó lo que vi en Yugoslavia, entre los serbios y
los musulmanes, o lo que vimos en Ruanda”, donde cerca de 800,000
personas fueron asesinadas en tres meses de violencia étnica.
El
odio es compartido por igual entre los seguidores y los opositores del
presidente Chávez, pero existe una gran diferencia entre los dos grupos:
los partidarios de Chávez reciben armamento de guerra y son entrenados
para usarlo con el propósito de defender la “revolución”.
Son
varios grupos los que son armados por el gobierno, siendo algunos de
ellos más violentos que otros. También varían en tamaño. El mayor de
ellos es el cuerpo de milicianos, con una fuerza de 125,000 hombres y
mujeres que el gobierno aspira incrementar a 300,000.
Según Arria,
todos estos grupos armados constituyen para las fuerzas democráticas
del país un riesgo incluso mayor que lo que podrían representar los
elementos leales a Chávez dentro de las Fuerzas Armadas a la hora de un
conflicto.
“No puedo concebir que las Fuerzas Armadas saquen estos
tanques rusos que compró el señor Chávez para atacar a la población, o
estos aviones Sukoi para bombardear las ciudades de Venezuela. Eso no lo
harán jamás la Fuerzas Armadas venezolanas, pero yo sí creo que estos
grupos paramilitares civiles peligrosos si son capaces de cualquier
cosa”, sostuvo.
http://www.elnuevoherald.com/2011/09/19/1027752/teme-que-estalle-la-violencia.html
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