Sacha Llorenti, quien fue defensor
de los derechos humanos y viceministro de coordinación con los
Movimientos Sociales además de ministro de Gobierno desde enero 2010,
presentó sorpresivamente su renuncia luego de la jornada violenta que se
vivió el pasado domingo en el puente San Lorenzo cerca de Yucumo, Beni.
Autoridades del gobierno del presidente
Evo Morales se vieron obligados a dejar el gabinete ministerial tras la
brutal represión perpetrada el pasado domingo contra marchistas que
defienden la preservación del Territorio Indígena del Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS).
En medio de contradicciones sobre quién habría ordenado la
violenta intervención policial contra los indígenas, renunciaron ayer el
viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, y el ministro de
Gobierno, Sacha Llorenti, este último fue criticado también por la
actuación policial en conflictos menores como la Apacheta, Caranavi y
Uncía.
Para el analista Gustavo Pedraza, las renuncias de las
autoridades no son suficientes para calmar la tensión social, porque el
conflicto de la defensa del TIPNIS “mutó” después de la violenta
represión policial del domingo para convertirse en una demanda de
justicia de todo el país.
En tanto, la dirigente de los marchistas indígenas, Justa
Cabrera, manifestó su rechazo a las acciones gubernamentales y culpó al
mandatario Evo Morales por los excesos cometidos, especialmente contra
mujeres y niños. En testimonio de otra afectada, que fue arrastrada,
maniatada y amordazada por policías, los derechos de los indígenas no
son respetados y que su territorio está siendo avasallado por los
cocaleros.
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