Por Marianella Salazar
Una especie de histeria colectiva se está apoderando del país con la
enfermedad, tratamiento y destino del Presidente. Cuando Hugo Chávez
empezó a percibir que sus días como los de cualquier mortal estaban
contados, decidió dirigir y participar en el delirio, instigando las
demostraciones y genuinas expresiones de dolor transmitidas sin pudor
alguno a través de los medios y televisoras oficiales. El tema es de
interés para los canales de noticias internacionales, desde CNN hasta Al
Jazeera. No es extraño que la 20th Century Fox se interese en filmar
semejante bacanal de necrofilia: bilongos, rituales indígenas, vigilias y
rezos, organizados por su salud, cuentan con la presencia de Chávez, o
su voz es escuchada a través del hilo telefónico, como sucedió durante
la ceremonia ¿misa blanca o negra? celebrada la semana pasada en la
iglesia bautista del Riverside en Nueva York, un templo construido por
el magnate petrolero y máximo exponente del capitalismo salvaje, John D.
Rockefeller, que ha devenido de ser la gran tribuna de figuras ilustres
como Martin Luther King, a servir de espacio para arengas
revolucionarias como las de Fidel Castro durante la Cumbre del Milenio
de la ONU realizada en el año 2000.
Desde entonces, los castristas entran y salen de Riverside como Pedro
por su casa, así que no fue extraño ver al canciller cubano, Bruno
Rodríguez Parrilla, dándose golpes en el pecho, orando con sinceridad
comunista por la salud del líder venezolano, en quien reposa la
seguridad económica y el futuro de Cuba, implorando por el oro que les
caerá como el maná del cielo bolivariano.
A su lado, el canciller Nicolás Maduro ponía cara de trance y se
encomendaba internamente a Sai Baba (el desaparecido gurú tenía entre
millones de sus seguidores a parte de la crema y nata del chavismo, que
fue en peregrinación hasta Puttaparthi, localidad de Andhra Pradesh, en
el sur de la India, para escucharlo y observar sus fenómenos
sobrenaturales como el de materializar joyas y relojes de lujo); el
líder espiritual indio le pronosticó en vida a Maduro que llegaría a la
Presidencia de la República.
Cada quien eleva sus plegarias según su culto, credo o religión por
el futuro del líder o por su futuro político, pero nadie reza por la
gran cantidad de venezolanos que mueren de mengua en los hospitales o a
manos del hampa. Las oraciones suenan tan fúnebres que pareciera que
están preparando al pueblo para un desenlace fatal.
Tic tac
Arduas disputas: el Alto Mando Militar está dividido en sus preferencias por el sucesor del presidente Chávez en el PSUV.
El general Rangel Silva y parte del AMM están dispuestos a apoyar a
Maduro, Jaua o Adán Chávez; el otro grupo apoya incondicionalmente a
Diosdado Cabello. José Vicente Rangel y Arias Cárdenas no cuentan,
aunque se han acercado buscando apoyos en el AMM.
Rangel no les inspira ninguna confianza y Arias es tildado de traidor.
“Pies de plomo”: el comunicado de la Cancillería que califica como
“situación irregular” la solicitud planteada por Guyana ante la ONU, de
extensión de su plataforma continental, resultó decepcionante en la
Fuerza Armada, que aspiraba a una posición firme por tratarse de un
problema de soberanía.
El Gobierno trata de calmar los ánimos e intenta hacerles entender
que Guyana es un aliado y que necesita su voto en las instancias
internacionales, pero en la Armada siguen planteando militarizar la zona
con sus buques.
Desborde de pociones: una riada de amuletos, objetos, huesos sagrados
y aguas con poderes curativos, provenientes de todos los lugares del
mundo, especialmente de Bolivia, llegan a Miraflores para la salvación
del Presidente…
Fuente: El Nacional
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