Aquí estamos los trabajadores de Globovisión, nuevamente dando la cara. Con la frente en alto. Orgullosos de lo que somos. Firmes con los valores, alineados con los principios democráticos y con nuestras cámaras y micrófonos dando rostro y voz a la realidad de un país que nos colocó donde estamos, como referencia informativa, espacio de expresión plural, sin condicionamientos, sin discriminaciones.
Aquí estamos, en representación de los más de 500 trabajadores que somos. Sustento de hogares venezolanos, quienes como todos los habitantes de este país, vivimos las consecuencias de las acertadas y desacertadas decisiones que se toman o pueden tomar desde las diferentes instancias de poder.
¿Tranquilos? No estamos.
El presidente Hugo Chávez, en diferentes escenarios, exigió acciones contra nosotros y decimos nosotros, porque nosotros somos Globovisión.
Pero ¿Qué es lo que viene? ¿Cuáles son esas acciones? ¿Sabe usted cuántas veces, tenemos que enfrentar estas preguntas sin respuestas? De nuestras familias, al regresar a nuestras casas, de nuestros amigos y de quienes confían en la continuidad de esta voz independiente.
Trabajamos con la incertidumbre de no saber si mañana, en una semana, o en meses se tomen medidas que afecten esta ventana de expresión. De su expresión.
Sí, hay incertidumbre, pero también hay mucha dignidad. Y con dignidad nos paramos hoy, así como lo hizo el propio presidente de esta empresa, Guillermo Zuloaga, a quien respetamos y respaldamos y esperamos ver pronto en esta, su casa. En este, su país.
Se equivocan quienes piensan que a Guillermo Zuloaga nos une un quince y último. El vínculo es superior, más allá de una relación laboral. A nosotros nos unen los mismos principios y valores, la misma vocación de libertad y el amor por este país: Venezuela, donde queremos estar.
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